¿Volver al pasado? I

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Narra Rama

Llevaba toda la noche en la sala de espera del hospital. No podía pasar a verla hasta que los médicos se aseguraran de que no suponía un riesgo de contagio. Les dije que ya había pasado por eso, y que era físicamente imposible volver a sufrirlo, pero ellos necesitaban mi expediente médico, no mi palabra.

Me acerqué a un máquina de café y pedí un Capuchino, ni si quiera me gustaba, y encima de máquina de hospital sabría el doble de amargo y rancio, pero cualquier cosa que me ayudara a mantenerme despierto me valía.

-¿Cómo está?.-Preguntó mi hermano mientras atravesaba el pasillo hasta llegar a mi.

-Bien, no parece muy grave, hemos venido nada más darle el brote. Si le hubiera pasado mientras dormía podría haber sido mucho peor.-Expliqué.

Había llamado a mi hermano por que no sabía a que hora regresaría a casa, para que no estuviera bombardeándome a preguntas y llamadas. Pero como siempre él no me iba a dejar sólo en ningún momento, aunque la gravedad del asunto no fuera tanta. Mi hermano y yo somos uno.

-Rama deberías irte a descansar, estás horrible.-Dijo mirando mi cara, la cual estaba demacrada. Últimamente estaba muy cansado, tenía mucha presión, todos tenían demasiadas expectativas en mi, y él no cumplirlas y decepcionar a mi equipo eran cosas que me quitaban el sueño.

-No voy  a dejarla sola. No tiene nadie aquí en Buenos Aires, sabes que toda su familia está en Mar del Plata, y ella no va a querer llamarlos como ocurrió en el accidente de auto.-Me pasé las manos por mi cabello.

-Yo me quedo con ella. Cualquier cosa que pase te aviso, pero necesitas descansar.-Me miró preocupado.

-Está bien, confío en ti. Sé que no te llevas muy bien con ella y que lo haces por mi. Gracias.-Abracé a mi mellizo, él asintió y me dedicó una mirada cómplice.

-Te veo luego.-Se despidió. Él se sentó en una de las sillas de la sala de espera con la cabeza recargada en la pared y mirando su móvil. Yo me di media vuelta y me fui de allí.

Narra Nacho

Sinceramente no me apetecía nada quedarme con Micaela. Últimamente no hacíamos otra cosa que no fuese discutir, estábamos como perro y gato. Teníamos genios tan similares que chocábamos mucho. Aunque a decir verdad, últimamente yo estaba discutiendo con todo el mundo, así que puede que la culpa fuese mío.

Cada minuto se me hacía eterno. Algo que odiaba más que los hospitales eran las salas de espera, básicamente por que yo no destacaba por ser una persona paciente, carecía totalmente de esto.

Miré mi móvil y tenía mensajes de mis amigos y mi novia. Ella no dejaba de preguntarme cómo estaba mi abuelo. Sí, tuve que mentirle. Si hay alguien que se lleve peor con Micaela que yo, esa es Flor, mi novia. No se pueden ni ver. Admito que la culpa no es de la oji verde. Todo comenzó por que Flor y Sergio quisieron sacar del programa al amigo de Micaela. Ella obviamente defendió lo que era suyo, y le salió bien por que se fue mi novia, aunque más tarde reingresó como reemplazo.

Desde entonces se llevan al más puro estilo ''Bad blood'' de Taylor Swift y Katy Perry. No es que fuesen amigas, pero si que se llevaban bastante bien, y Micaela siempre ayudó y contribuyó en la superación de Flor. Pero ahora...se llevan demasiado mal.

Ahora que pienso en todo esto me doy cuenta de que quizá Micaela no sea tan mala, ni si quiera tan culpable. Pero yo no podía estar cerca de ella. Juntos éramos una bomba de relojería, era sólo cuestión de tiempo que explotásemos. Quizá por eso lo nuestro nunca funcionó.

-¿Usted es el señor Ramiro Nayar?.-Me preguntó una enfermera sacándome de mis pensamientos.

-No, su mellizo.-Me levanté de la silla para no parecer un impresentable.

Silencio ; RamaelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora