Una serie de catastróficos errores

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Narra Mica

Por fin pude abrir los ojos, me tuve que hacer la dormida porque no podía dormir, mi cabeza no dejaba de dar vueltas, y mi estómago estaba alterado por los nervios, aunque una parte de mi sabía que había algo más. 

-¿Te has despertado?.-Preguntó Rama desde la puerta.

-Si.-Mentí.

-A lo mejor si me voy estás mejor.-Recargó su peso en el marco de la puerta.

-No, ven.-Le pedí que se acercara. Él se sentó al lado mía en la cama.

-¿Qué nos pasa?.-Pregunté.

-No losé. Pero yo tengo claro que quiero estar con Soso.-Me dijo.

-No parecía eso hace un rato.-Lo miré molesta.

-Fue un error.-Contestó.

-Vete de mi casa Ramiro, no quiero verte, adiós.-Lo saqué de mi lado. Él no respondió y se fue en silencio.

Primer error de Ramiro: Herir los sentimientos de Micaela

Narra Rama

No podía decir nada. Si ella pudiera saber cuánto me dolió tener que decirle eso, esa mentira tan horrible. Me sentía una mierda, ¿pero que podía hacer? esto no estaba bien. Volví a casa desganado.

-¿Que haces aquí?.-Me preguntó mi hermano que estaba con Flor en su habitación. Yo lo ignoré.

Cerré con rabia la puerta de mi cuarto y me tumbé en mi cama. No quería saber nada de nadie, no me importaba nada.

-Te estaba hablando.-Entró Nacho.-¿Habéis vuelto a pelear?.-Preguntó.

-Le he dicho que fue un error y que quiero estar con Soso.-Respondí.

-Wow, wow.-Repitió.-Y el desastre soy yo.-

-No necesito que lo arregles.-Sonreí falsamente. 

En toda la noche no pude dormir nada, no podía dejar de pensar en cómo estaría de ella. Estaba destrozado, pero era lo mejor para los dos.

Fuimos al estudio, pero Micaela no estaba. Pregunté por ella, pero no iba a venir ese día. No pude concentrarme en todo el programa, estaba mal, necesitaba pedirle perdón. Mi hermano trató de hacerme sentir mejor, y Soso pensando que tenía dolor de cabeza me dio todo su amor. Nada más acabar el programa fui a su casa y llamé a la puerta. Nadie respondía, así que entré saltando por el jardín.

-Sé que estás ahí Micaela.-Grité.

-Vete o llamo a la policía ¿estás loco?.-Me miró mal.

-Basta, tenemos que hablar y con la verdad.-La miré fijamente. Ella me invitó a pasar de mala gana y nos sentamos en el sofá, donde todo empezó.

-¿Qué quieres? ¿humillarme más?.-Me miró con los ojos cansados y con mala cara, ella tampoco había dormido muy bien.

-Mira, lo nuestro es imposible, tu no sientes nada por mi, y lo has dejado claro ya en todos lados: en combate y fuera de él. Pero tu a mi me gustas, y entiende que yo no puedo hacer cosas tan importantes como esas si la otra persona no se interesa igual por mi. Lo siento pero tengo sentimientos y me destrozaría despertarme después y que me digan ''hasta nunca''.-Expliqué.

-Como si tu sintieras algo.-Sonrió amargamente.

Segundo error de Ramiro y primero de Micaela: Poner el parche antes de la herida. Preferir ignorar los sentimientos a probar suerte por miedo.

Silencio ; RamaelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora