Sacrificios [Guido Sardelli] [Sin editar] ©

Capítulo 01

Narra Solange:

Diez de marzo. Once y veinte de la noche.

No tenía nada que hacer, así que decidí matar el tiempo usando mis redes sociales. Entre una de las tantas publicaciones que aparecían en mi inicio, vi una que hablaba sobre un bar que queda a unas cuadras de mi departamento. Anoté la dirección en un papel y le mande un mensaje a una amiga invitándola a ir conmigo, me contestó enseguida con un "Sí, dale. Nos vemos allá." 

Me bañé, me vestí y me tomé un taxi; diez minutos después ya estaba en la puerta del bar.

Decidí entrar y tomar algo mientras esperaba a mi amiga.

Esperé treinta minutos y nada... Hasta que me llegó un mensaje de ella diciendo que no podía venir porque tenía un compromiso. Dejé el celular sobre la mesa y seguí bebiendo lo que tenía en el vaso; ya había hecho demasiado esfuerzo para venir hasta acá como para irme así no más, tenía pensado quedarme un rato y después irme a casa.

Empecé a mirar a mi alrededor y me percaté de que en una esquina del bar había un montón de chicas amontonadas, detrás de ellas se alcanzaba a ver a tres chicos sentados, bebiendo y charlando.

No les presté mucha atención ya que no era la primera vez que los veía ahí. Siempre se los encontraba en las mismas situaciones: sentados en alguna esquina del bar, bebiendo y hablando con chicas lindas.

Para mi mala suerte, uno de los chicos se dio cuenta de que los estaba mirando y se acercó hacía mi. Me miró con una sonrisa y se sentó al lado mío.

—¿Siempre venís por acá?

—A mi no me vengas con chamullos baratos.

—Eh, pará. Vine con la mejor onda, no me trates así.

—Perdón, es que me quedé mal porque me dejaron plantada... —dije encogiendo los hombros.

—Hay que ser estúpido para dejarte plantada a vos...

—Estúpida —se me quedó mirando con cara de no entender nada. —Es una chica, no un chico.

—Ah... —dijo un poco desconcertado.

Se quedó callado unos segundos, al parecer estaba pensando. Me miró y pude ver que estaba confundido.

—Si te plantó una chica, entonces... ¿Sos lesbiana?

—No, no soy lesbiana. La chica que estaba esperando es mi mejor amiga.

—Ah. Perdón, no quise meter la pata...

—No importa.

—Bueno —sonrió —A todo esto, ¿cuál es tu nombre?

—Solange.

—Es un placer conocerte, Solange. Soy Guido.

 Le sonreí amablemente y lo miré sin decir nada, se me hacía extrañamente conocido, pero no del bar, sino de algún otro lado.

 —¿Porqué me mirás así?

—Perdón, es que creo que te conozco de algún lado...

—Aunque no lo creas me lo dicen muy seguido.

—Te creo, y además creo que ya sé quién sos.

—¿Segura?

—Sos de la banda Airbag, ¿no?