Capítulo 21

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Narra Solange:

Ese mensaje me había quitado la poca cordura que me quedaba en el cuerpo, me había hecho llorar y me había hecho dudar mi de integridad emocional con respecto a Guido. Había estado a un paso de caer entre sus brazos nuevamente, obviamente no lo hice ya que mi orgullo golpeaba la puerta con fuerza y como la estúpida que soy, no le podía decir que no, pero interiormente, valoré muchísimo el hecho de que me haya dicho aquellas cosas.
Recuerdo que leí el mensaje infinidades de veces, decidiendo qué era mejor; si ir o no ir... No lo hice, no fuí, pero le contesté...

"Tenes razón, estoy enojada y dececionada, pero eso no quita todo lo que siento por vos, si bien quiero explicaciones y quiero que lleguemos a un acuerdo, no voy a ir al hotel. Quiero tiempo para pensar algunas cosas, cuando esté lista te voy a ir a buscar yo misma para que hablemos. Y sí, todavía te amo y voy a continuar haciéndolo durante un largo tiempo"

~

Habían pasado algunos días del incidente y no había salido de mi departamento en ningún momento, ni siquiera para hacer las compras, para eso tenía amigos y familia que se preocupaban por mi, todavía me siento un poco culpable por sacarles provecho pero lo hecho hecho está, ellos saben que de alguna forma se los devolveré.

El orden y la limpieza se habían esfumado por completo, tenía la ropa por todas partes y no recordaba cuando había sido la última vez que había comido bien.
Había ignorado todas y cada una de las llamadas que entraban en mi celular, y los mensajes habían sido elíminados incluso antes de ser leídos. No me sentía orgullosa de ello, pero no estába en condiciones de socializar con nadie, mucho menos con algún integrante de la familia Sardelli.
Alguien estába llamando a la puerta. Bufé y puse los ojos en blanco. No me quería levantar, la cama estába cómoda y era la única que siempre estaría ahí para mi y no se iría con las primeras piernas que se le cruzasen. Otra vez lo estába haciendo... Comenzaba hablando sobre cualquier cosa y el tema terminaba rondando por el nombre de aquél chico que ahora es mi ex novio.

Caminé a paso lento hasta la puerta, la abrí y me tomé el trabajo de sorprenderme al ver a Gastón allí.

Solange, hola. Dijo mirándome son una sonrisa tímida. Podía olfatear a metros el miedo que me tenía.

Pasá. Mi departamento no está en las mejores condiciones, pero bueno, es lo que hay... Dije haciendome a un lado, abriendo la puerta de par en par para que él pasara.

—No te preocupes, no vine a ver tu casa, sino a vos. Luego de cerrar la puerta, me di cuenta de que decía la verdad, había entrado y ni siquiera había visto a su alrededor, sino que no apartaba sus ojos de mi. Sonreí incomoda.

Bueno, eso es un alivio... No quiero sonar maleducada ni nada pero ¿que hacés acá? ¿Tus hermanos saben que viniste?

Estaba esperando a que lo preguntaras. Vine por Guido... Y no, no saben nada, en un ratito me tengo que ir a ver a un amigo y decidí pasar antes por acá.Todavía me causaba escalofríos oir su numbre. Sí, así de patética era mi situación.

Ah, bueno... ¿Te mandó a decirme algo o que?

No, nada que ver. Vine por mi cuenta, quería saber cómo estas. Así lo recordaba y lo recordaré para toda la vida, siempre tan amable, el único que siempre se preocupa por todos sin hacer excepciones en sus circulos íntimos. Sonreí.

Sacrificios [Guido Sardelli] [Sin editar] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora