Narra Solange:
—Hola.
—¿Guido?
Pasaban los segundos y nadie me contestaba, estaba comenzando a sentir preocupación.
—¿Hola?
—¿Quién habla? —Pregunté esperando atentamente la respuesta.
—Mi nombre es Valeria, llamo por el casting.
—Ah. ¿Que pasa?
—¿Todavía queres participar del casting?
—Si, por supuesto.
—Bueno. Necesitamos que te presentes dentro de unas semanas, si te parece.
—Si, no hay problema.
—Ok. Unos días antes, te voy a mandar un mensaje avisandote a qué direccion tenes que ir y en qué horario.
—Dale. Muchas gracias.
—Gracias a vos.
Y corté. Pasaron escasos segundos hasta que mi celular volvió a sonar, por un momento creí que Valeria se había olvidado de decirme algo, pero no fue así... Al leer el nombre de la persona que me estaba llamando, sentí un escalofrío recorrerme la espalda. Era Guido.
Tomé aire y contesté la llamada.
—Hola perdido.
—Ya sabía que me ibas a decir eso... Igual, te llamo para compensarte.
—¿Por desaparecerte y pasar días enteros sin dar señales de vida?
—Me haces sentir culpable...
—Deberías... ¿Cómo pensas compensarme?
—Con una cena. En mi casa. A las nueve.
—Bueno, entonces a las nueve estoy allá.
—No. Yo te paso a buscar.
—¿Seguro?
—Si, quiero que me perdones, por eso ésta noche yo voy a hacer todo, vos sólo tenes que aceptar a la cena.
—Bueno... A ver cómo resulta tu plan.
—Y... Yo me tengo fé.
—¿En qué?
—En que voy a lograr mi objetivo.
—¿Y... Se puede saber cuál es ese objetivo?
—Te vas a ir dando cuenta sola... Creéme.
—Si vos decís...
~
Decidí pasar los últimos minutos en los que esperaba a Guido, retocando mi maquillaje, algo natural, nada de otro mundo.
Al cabo de unos minutos, sonó el timbre. Obviamente era él, caminé hasta la puerta y abrí. Me miró de arriba a abajo, haciendome sentir incómoda.
—Cada vez estás más hermosa. —Dijo con una sonrisa pícara. Sonreí ruborizada, con un poco de timidez.
Agarré mis cosas y nos fuimos.
Hicimos el camino hasta su casa en auto, no tenía idea de que sabía manejar. En poco tiempo, ya estábamos en la puerta de su edificio.
Salió del auto, lo rodeó y luego abrió la puerta del acompañante. Todo un caballero, como siempre.
Una vez ya en su edificio, me dijo que me ponga cómoda y entonces desapareció por la puerta de la cocina. Dejé mis cosas sobre una mesita ubicada en la sala y comencé a deambular por el living, viendo la decoración y todos los objetos que estaban ubicados en una repisa. Me acerqué hasta ella y noté que había un estante especialmente dedicado a las fotos, había una en particular que me llamo mucho la atención: un nene de pelo rubio, con una hermosa sonrisa, jugando con otros dos nenes. Casi podía sentir la felicidad que la foto transmitía.
Iba a tomar el portaretratos para verla mejor, pero unas manos traviesas se aferraron a mi cintura, quitándome la capacidad de moverme...
ESTÁS LEYENDO
Sacrificios [Guido Sardelli] [Sin editar] ©
FanfictionTodos los derechos reservados. Obra registrada en Safe Creative con el código: 1406161238136.