Capitulo 23

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Había pasado una semana desde que Matt dejo de tomar los medicamentos a escondidas del doctor Henry ya que Paolo me había informado que eran muy fuertes para él y que era un milagro que estuviera vivo. Se que es arriesgado pero creía que esas pastillas lo tenían ese estado ya que desde que no las toma no tiene alucinaciones ni ataques de ansiedad.

Decido subir a su habitación para verlo desde del fin de semana largo que paso cuando abro la puerta, Matt esta despalda de la cama envuelto en un ovillo me acerco a él un poco asustada y le toco su brazo, enseguida se aparte erguiendo mas su cuerpo.

—           No, no me toques— Dice enfadado, me desconcierta mucho porque hace tiempo que no me trataba de esa forma, supe enseguida que algo andaba mal.

—           Soy Victoria, mírame por favor.

Cuando escucha mi voz enseguida se voltea despacio quedo atónita de ver su rostro demacrado y su palidez. Las bolsas oscuras debajo de sus ojos grisáceos es como si fuera regresado a esos primeros días que nos conocimos, lo miro totalmente alarmada de su estado.

—           Oh Matt ¿Qué paso?— Le pregunto asustada y me siento a su lado para tomar su mano esta muy fría, me preocupo mas.

—           Solo quiero dormir me siento tan cansado, Victoria— Su cuerpo se estremece y su voz se escucha tan apagada, entonces me doy cuenta que es a causa de que no esta tomando los medicamentos que lo hacían dormir. Me parte el corazón verlo así ya que mi idea que dejara de tomarlas.

—           Lo siento, es mi culpa que no puedas dormir quizás pueda traerte alguna pastillas que…

—           No, no las necesito— Me interrumpe, sacudiendo su cabeza mientras cierra los ojos por unos segundos para luego mirarme— Quiero curarme tengo que hacerlo por mi bien. Ya no escucho las voces en mi cabeza ni veo a Samantha.

A pesar que se escucha muy decidido no puedo quitarme la culpa de verlo tan cansado por la falta de sueño ¿Por qué no me di cuenta antes durante esta semana que Matt estaba así? Me lo había estado ocultando seguramente para no preocuparme.

—           Te necesito ahora, Victoria. No me mires de esa forma se que te impresiona verme así pero estoy bien solo es cansancio, no te angusties mi princesa— Matt acaricia mis nudillos con las yemas de sus dedos y me regala una débil sonrisa que no me hace sentir mejor.

Me acerco a él para tocarle el rostro entonces cuando rozo su frente esta ardiendo ¡Mierda! Exclamo, abriendo los ojos de par en par.

—           Tienes fiebre, Matt— Digo alarmada. Enseguida me levanto de la cama voy al baño agarro  una de las toallas pequeñas que tiene la empapo de agua en el lavamanos entonces vuelvo a su lado coloco la toalla húmeda en su frente. Los ojos de Matt se cierran nuevamente parece que se ha quedado dormido pero luego vuelve abrirlos. Él comienza a temblar trata de ponerse el cobertor pero se lo impido.

—           No, tienes que sudar la fiebre. Se que sientes frio pero así podrás curarte mas rápido. Tranquilo ¿Si?— Le doy vuelta a la toalla en su frente.

—           Te amo— Dice muy frágil.

—           Yo también te amo—Sonrió pero por dentro estaba muerta del miedo pero no quería demostrárselo.

En ese momento la puerta se abre y entra Brenda con el desayuno de Matt, al verme se queda perpleja y deja la bandeja encima de la mesa.

—           ¿Qué haces aquí?— Me pregunta luego ve a Matt quien esta aun temblando en la cama— ¿Qué le hiciste?— Dice frunciendo el ceño mientras se acerca a nosotros, la miro ofendida ¿Qué iba hacerle? A este chico lo amo lo único que quería es ayudarlo a salir de ese mundo de dolor y confusión donde se encuentra.

Alucinaciones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora