Capítulo 21 -El camino de la muerte-

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Mientras una parte del sudor que resbala por mi rostro me bordea los labios, se filtra en la boca y me deja un sabor salado, el resto continúa deslizándose por la barbilla y gotea hacia el suelo polvoriento. Escuchando el sonido que producen las gotas al ser absorbidas por el polvo, percibiendo cómo el aire se enrarece, notando cómo cada vez me cuesta más respirar, lucho para no desfallecer.

En medio de esta atmósfera opresiva, rodeado por una negrura que arrastra pequeños granos de arena que se hunden en los pulmones, padeciendo una presión que me obliga a forzar el cuerpo mucho más allá de lo que me imaginaba que podrían soportar mis músculos, apenas me da tiempo a ordenar mis pensamientos.

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que Vhareis derrumbó la torre? ¿Segundos? ¿Minutos? ¿Horas? El tener que recurrir a un poder latente que se desvanece casi antes de que me dé tiempo de canalizarlo ha anulado la forma en la que percibo el tiempo. El estar conectado a una fuerza que vibra unida a recuerdos que desfallecen, a un pasado que se evapora junto con los últimos restos de la vidas que viví, hace que mi mente se nuble con una bruma borrosa que casi me impide mantenerme centrado en aguantar el peso de la construcción.

Aún no he sucumbido, aún puedo seguir luchando, pero si mis compañeros permanecen sumidos en la inconsciencia y no me ayudan puede que mi fuerza se resquebraje y que mi resistencia solo haya retrasado lo inevitable. Si no me ayudan pronto, acabaremos enterrados bajo las ruinas de la torre.

Mientras recuerdos difusos me bombardean la mente, mientras me veo forzado a ceder un poco, mientras la presión me obliga a posar la rodilla en el suelo, mientras lucho por seguir fortaleciendo la burbuja de energía carmesí que nos protege, escucho cómo se aproximan unos pasos y siento una presencia que me recuerda que una parte de mi ser se ha alejado de mí.

—No puedes escapar de tu final —dice mi yo oscuro, poniéndose en frente de mí—. Nuestro tiempo ha dejado de existir, nuestro pasado ha desparecido y ahora somos los dueños de nuestro futuro. —Observo cómo en algunos partes de su rostro se desprende trozos de piel negruzca y brumosa—. Hemos soñado muchas veces con una existencia libre de Abismo. Hemos fantaseado con la extinción del pozo sin fondo. Y aquí, en este mundo agonizante, ni siquiera se alcanzan a oír los ecos de la destrucción del reino de Él. —Se pasa la mano por la cara y se recoloca parte de la piel que se ha desprendido—. Hemos ganado. Y lo hemos hecho sin tener que combatir.

Observo sus ojos, veo cómo emiten un tenue brillo negro, trago saliva, humedezco la garganta polvorienta, fuerzo las cuerdas vocales y le pregunto:

—¿Por qué estás aquí? ¿Qué quieres?

Eleva la mirada, contempla cómo la burbuja de energía carmesí comienza a resquebrajarse bajo el peso de los escombros y contesta:

—He venido a ayudarte. —Baja la vista y la centra en mi rostro—. He venido a ayudarnos. Te sacaré de aquí, a ti y a los que te importan.

Mientras observo más allá de su interpretación y veo el fondo de sus intenciones, pregunto:

—¿Y cuál es el precio de tu ayuda?

Extiende la mano, la deja cerca de mi pecho y responde:

—Lo único que tienes para pagarme. Dame el control y te sacaré de aquí. Dame la parte de nuestra alma a la que te aferras y te prometo que acabaré lo que has empezado. Pondré freno a Los Ancestros, los destruiré, a ellos, a la traicionera Vhareis y a las fuerzas que la mueven. —Acerca un poco más la mano y la deja casi rozándome la prenda que me cubre el torso—. Tan solo acepta, y cumpliremos nuestros sueños.

Aunque sé que está aprovechando un momento de debilidad para intentar manipularme, aunque sé que tengo enfrente de mí la representación de la peor parte de mi ser, por un segundo me veo tentado de aceptar y dejar que mi oscuridad lleve a cabo aquello que hasta ahora me ha sido imposible conseguir. Sin embargo, abandono con rapidez esa idea, centro la mirada en los ojos de mi yo oscuro y aseguro:

Los Ancestros del Silencio [La Saga del Silencio parte II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora