Trece

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Después de calmarse, e ir al baño para lavar su cara que al darse cuenta de lo que Taehyung había hecho, se había sonrojado. Estaba de camino a su casa, sus pies pasaban con cansancio sobre la acera. Hoseok sostenía las correas de su mochila con fuerza, a la vez que el viento pegaba con delicadez en su rostro, creando así, que su cabello se desordenara un poco.

Al llegar a su casa, sacó sus llaves de esta para poder entrar. Abrió la puerta mirando el interior de su casa completamente vacía, cerró la puerta con su respectivo seguro, porque en más de una ocasión gente habría entrado a su casa sin permiso. Y cuando hablamos de gente, nos referimos a Min Yoongi. Cuando entró, quitó sus zapatos dejándolos en la entrada de la casa, como normalmente solía hacerlo.

Subió las escaleras con tranquilidad, entró a su habitación suspirando.

-Hoy fue un día mejor que los anteriores.-se dijo Hoseok a sí mismo quitando su mochila y dejándola sobre su cama.

Se quitó su ropa y buscó una toalla, para poder darse una buena ducha de agua tibia. Al finalizar con su baño, salió de éste para caminar a su cama y sentarse sobre ésta. Tomó la ropa que había dejado sobre sus sabanas violetas y se la colocó, obviamente después de secar bien su cuerpo y humectarlo con esas ricas cremas con olor a frutillas que su hermana le había regalado por su cumpleaños.

Se miró en su espejo, notando que su cabello estaba algo desordenado, así que tomó el peine que descansaba en la cómoda que tenía a un lado de su cama y comenzó a peinarse con suma delicadeza. Luego de peinarse, dejó todo a un lado y bajó a la sala, porque el sonido de la puerta le había indicado que gente había llegado a la casa.

-Hoseok, ya hemos llegado.-se escuchó la voz de Jiwoo desde la entrada.

El susodicho se acercó a su hermana para poder ayudarla con el par de bolsas pesadas. Más atrás venía su padre de igual, incluso peor, que su hermana.

-¿Mamá ya se fue, verdad?-preguntó Hoseok caminando hasta la cocina, dejando con dificultad las bolsas que había tomado anteriormente.

-Sí, se fue hace un par de horas.-le contestó su padre.

-¿Sabes cuándo volverá?-algo de terror se lograba descifrar en la voz de Hoseok.

-Llegará en el tiempo que normalmente llega, unas dos semanas más.-dijo Jiwoo sentándose en una de las sillas del comedor.-Así que no te preocupes por andar vestido como mariposa.

-Gracias, supongo.-Hoseok imitó a su hermana, sentándose a su lado.

Luego ambos hermanos se levantaron para poder ayudar a su padre a guardar las cosas, y luego lo ayudaron con la cena. Todos comían a gusto, tranquilos y callados, porque para ellos era una verdadera falta de respeto hablar durante una comida.

-Hola, familia.-se escuchó a la espalda de todos, se voltearon para encontrarse con una blanquecina cabellera, casi tan blanca como su cara.

-Hola, Yoongi.-dijo con exasperación Jiwoo al ver a Yoongi sentarse descaradamente en la mesa y tomado un par de cosas.

-¿Cómo está señor Jung?-le dijo Yoongi mientras comía lo que había sobre la mesa, Hoseok sólo lo miró, porque aquella situación era de lo más cotidiano.

-Bastante bien, ¿Cómo estás tú, Yoongi?-le devolvió la cortés pregunta el padre de Hoseok a Yoongi.

Así se pasó la cena, entre que Jiwoo le pedía a Yoongi que se quedara callado, y en que el padre de Hoseok le decía a su hija que dejara de ser tan amargada, y que Hoseok sólo comiera en silencio; la razón era evidente, lo que había pasado unas pocas horas atrás con Taehyung, lo tenía bastante pensativo. Estaba nervioso, porque sabía que en uno de estos días él se acostaría con Taehyung, aún no estaba preparado para eso. Quizá lo estuvo esperando mucho tiempo, pero de todos modos, hacer "eso" es un paso bastante grande.

Inside And Out |Vhope|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora