Inside And Out |Vhope|

Veinticinco

Hoseok estaba algo ido luego de la salida de Taehyung, quizá aún no asimilaba lo que acababa de suceder, o tal vez no asimilaba el hecho de tener el semen de Taehyung esparcido en su cara.

Levantó una de sus manos para guiarla a su rostro y tomar un poco del espeso líquido presente en su rostro con sus delgados dedos. Miró con detenimiento la esencia del menor, le costaba volver en sí, ya no entendía lo qué pasó, y menos por qué pasó.

Su mirada viajó a lo largo del salón que pertenecía a las clases de música y artes; visualizó la visible mancha blanquecina sobre la mesa del profesor. El pánico invadió su cuerpo al pensar en que alguien podría llegar y verlo a él cubierto de semen, al igual que la mesa. Buscó con desespero su mochila, pero al recordar que al estar tan emocionado al recibir un mensaje de Taehyung, la dejó afuera en las escaleras.

-¿Por qué eres tan estúpido?-se regañó Hoseok mirando a su alrededor tratando de buscar algo con lo cual limpiarse la cara y la mesa, porque era obvio que no se iría sin limpiar la mesa y mucho menos su cara.-¿Dónde mierda hay pañuelos por aquí?-Hoseok comenzó a rebuscar en todos los lugares desordenando el trabajo hecho anteriormente por Taehyung.

Se dirigió a una de las estanterías en las cuales guardaban los materiales para las clases de arte, ahí fue donde encontró algo con que limpiarse, y también a la mesa obviamente.

Caminó hasta la mesa para limpiarla primero, tal vez porque en ese momento la mesa era su prioridad. La limpió con insistencia hasta que no vio ningún rastro de semen en ésta. Estaba por irse hasta que recordó que también tenía de ese fluido esparcido por su rostro, pasaría al baño a limpiarse, pero miró la hora notando que la escuela estaba por cerrar. Salió corriendo mientras limpiaba su cara, no quería quedarse encerrado ahí.

Llegó a la salida de la escuela y se encontró con el conserje cerrando las puertas del establecimiento, así que le gritó para que no cerrara y él pudiera salir. Encontró su mochila en donde la había dejado hace un par de horas atrás-porque sí, llevaba unas dos o tres horas ahí-, así que comenzó a caminar en dirección a su casa.

Mientras caminaba iba tocando su rostro de manera reiterada, sentía que todo el mundo que pasaba por su lado se le quedaba mirándole la cara, quizá estaba siendo algo paranoico al pensar que todos lo miraban porque sabían lo que tenía-o había tenido- en su rostro. Pero la paranoia no era tan imaginaria, porque se podría decir que Hoseok tenía un par de restos secos de semen en su rostro. Sucedió por no limpiar aquello primero, al procurar limpiar primero la mesa, el líquido que tenía se secó en partes, por eso aún tenía los indicios de semen secos en su rostro. Pero Hoseok era completamente ajeno a lo que tenía en su rostro.

Llegó a su vivienda, rebuscó las llaves de su casa, pero al no encontrarlas se resignó a tocar la puerta. Tal vez tenía un poco de miedo que fuera su madre quien abriera la puerta, pero tenía certeza de que ella no estaba en casa, cosa que le entregaba un cierto alivio.

Su padre abrió la puerta con una sonrisa-tan típica de él- y recibió a su hijo con los brazos abiertos.

-¡Hijo!-exclamó el mayor acercándose a su hijo, éste se alejó por reflejo, porque conocía lo observador de su padre, sabía que si lo dejaba acercarse se daría cuenta lo que había hecho, y definitivamente no quería eso. -¿Por qué demoraste tanto? Pensé que te había pasado algo.

-No pasó nada, sólo estaba cumpliendo con el castigo.-se excusó Hoseok entrando a su casa.

En el momento en que Hoseok pasó a un lado de su padre, éste lo miró extrañado. El señor Jung notó algo raro en su hijo, su actitud nerviosa era muy evidente. Lo inspeccionó con sigilo, hasta que supo qué andaba mal con su hijo.