Inside And Out |Vhope|

Treinta y tres

Sábado

Taehyung se encontraba puntual y sin compañía en la terapia para su herida pierna. Se supone que vendría con Hoseok, aunque no necesitaba su ayuda porque estaba usando muletas, pero Taehyung lo citó a las nueve en punto en su casa para ir al hospital, espero hasta las nueve y media de la mañana, cuando ya no hubieron señales del mayor simplemente se fue en un taxi a la terapia.

Se encontraba con una pequeña maquina con adhesivos pegados en su rodilla brindándole descargas eléctricas, haciendo trabajar su músculo. Veía cómo el kinesiólogo que lo atendía trabajaba con una anciana, esta con suerte podía caminar, agradeció no quedar así y que solo fuera un golpe en la rodilla, igualmente esta no había sido menos grave, se le había cortado un tendón en la parte trasera de la pierna en la zona de la rodilla, pero esto había sido operado –por lo que le habían dicho- la madrugada en la que había llegado por el accidente. Luego de unos minutos con la maquinita llegó el señor kinesiólogo, este le indicó hacer unos ejercicios leves, siempre las terapias comenzaban igual, leves para pasar a ejercicios que requieren mucho dolor de por medio, haciéndolo gritar y gruñir.

Luego de una hora de intensos ejercicios, llegó aquella excéntrica cabellera rojiza, acompañada de una suave voz tarareando una canción tranquilamente.

-Pensé que no vendrías.- soltó Taehyung sarcástico mirando a Hoseok con una sonrisa ladina.

-Me atrasé sólo un poco, no seas exagerado.- Hoseok se sentó en una silla junto a la camilla donde se encontraba Taehyung haciendo un ejercicio con una cinta rodeando ambas rodillas que se veía doloroso, viendo las muecas de esfuerzo que hacía el menor.

-Te dije a las nueve, Berry.- jadeó Taehyung volviendo a tensar la cinta plástica- Son casi las once.

-Pero estoy aquí.- Hoseok se levantó un poco depositando un suave beso en los labios del menor. Ambos sonrieron luego de aquel acto- ¿Te duele mucho?- preguntó con un poco de preocupación Hoseok al ver como la frente de Taehyung estaba llena de gotitas de sudor, y sus dientes apretados marcando un poco su mandíbula.

-No, para nada.- Taehyung ironizó mirando de soslayo cómo el mayor se reía falsamente por su comentario.- ¿Qué es lo que te hace parecer eso, Berry?

-No lo sé, tienes una cara que me transmite dolor puro, así que podría deducir que sí te duele.-el pelirrojo buscó entre sus bolsillos algún tipo de pañuelo para poder limpiar la pequeña capa de sudor que cubría el rostro del menor.-Estás mojado.-dijo a la vez que pasaba lentamente el pañuelo por la frente de Taehyung.

-Quiero irme.-Taehyung dejó de hacer el tortuoso ejercicio-El kinesiólogo es una basura, se supone que él debería estar aquí ayudándome con los ejercicios, pero en cambio está haciendo cualquier otra mierda mientras yo sufro aquí.-se quejó con un gruñido de por medio, el dolor que sentía cada vez que hacía un tipo de movimiento, era demasiado grande.

-No puedes irte aún, tienes dos horas de terapia-Hoseok sacó su teléfono para ojear la hora.-No sé hace cuánto estás aquí metido, pero dudo que te falte mucho, porque al juzgar tus aspecto has de llevar algo de rato acá dentro.

-Ya no haré más estos ejercicios.

-Debes hacerlo, no ha de ser que te hagan quedarte más tiempo por no realizar los ejercicios correspondientes.-regañó Hoseok buscando con la mirada a aquel kinesiólogo-Iré a preguntar en cuanto más puedes irte, espérame aquí.

-¿Crees que yo puedo moverme?-preguntó sarcásticamente Taehyung con un rostro aburrido.

-Estaba bromeando, hoy estás tan gruñón.-el pelirrojo hizo una mueca y fue en busca del kinesiólogo, aunque no tenía ni la menor idea de quien era.