Capítulo 3.

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Le doy vuelta a la hoja, mirando por la ventana un segundo. Paz, silencio, lo que más me gusta. Sigo leyendo aquella historia de amor imposible, insultando mentalmente al protagonista. ¿Cómo puede decir que quiere a la chica cuando está casado? Me considero totalmente fanático de las novelas de amor, a fin de cuentas, eso no sucede en la vida real.

Mamá toca la puerta entreabierta de mi habitación, asomando su cabeza solamente.

-Hijo, abajo está alguien a quien quiero presentarte, ¿puedes venir? - su sonrisa torpe hace que me alarme un poco.

-Ahora bajo - asiente y se va.

Pongo un separador en la hoja del libro que estaba leyendo y lo dejo a un lado. ¿Acaso mi madre va presentarme algún novio? Eso sería algo ridículo, aunque algo divertido también. Bajo las escaleras con lentitud, me detengo al ver a un chico sentado en el sofá. Tiene el cabello rubio oscuro, está vestido con un atuendo bastante casual, aparenta unos veinticinco años.

La mujer que me trajo a este mundo sale de la cocina y se acerca a nosotros, tomando del brazo al chico.

<<Mierda>>

-Derek, te presento a mi hijo - el rubio sonríe, extendiendo su mano en mi dirección.

-Jayden, él es Derek, el mejor amigo de Ronan y de tu hermana - estrecho su mano levemente.

-Mucho gusto - decimos al unísono, mi madre ríe nerviosa.

-Hijo, Derek se quedará a comer contigo porque yo ya comí, hazle compañía mientras vuelvo.

Ambos nos sentamos en el comedor, mirándonos fijamente.

-Así que tú eres el hermano pequeño de la preciosa, ¿eh? - sonrío a medias.

-Digamos que solo me lleva un par de años, tampoco es para tanto - reímos.

-Creo que seremos buenos amigos - levanta su puño.

-Eso parece - choco mi puño con el suyo.

Mamá llega con dos platos de comida, algo de pasta y carne acompañado con agua de fresa es la merienda del día. Le agradecemos, ella sonríe y nos deja solos.

-¿Hay algo que deba saber de ti, Jayden? - me mira con sus ojos azules.

-¿Mercy te dijo algo? - contraataco.

-No, pero toda persona tenemos algo que nos hace únicos y que los demás deben saber, por eso pregunto.

Tomo un trago de agua, observando el vaso de cristal.

-Pues tengo una enfermedad llamada astrocitoma pilocítico. - hace una mueca de confusión. - En pocas palabras, tengo un tumor en el cerebro, me lo diagnosticaron hace un par de años.

Sus ojos se abren más de lo común.

-Pareces un chico normal - suelto una risa sin gracia.

-Y lo soy, el hecho de que cargue con una bola de masa extra en la cabeza no me hace diferente a los demás - asiente.

-Comprendo.

Empezamos a comer en silencio, lo miro un instante, tal vez sí seamos buenos amigos.

-¿Qué hay de ti? - pregunto.

-Bueno, antes me dedicaba al narcotráfico, ahora soy la mano derecha de tu cuñado en la agencia de policías. Guarda el secreto por mí, no quiero quedar mal frente a tu madre - mis labios se separan un poco.

Demasiada sutileza, ¿eh?

-Vaya, no me esperaba eso, pero no te preocupes, no le diré nada. - sonríe con gentileza

Continuamos comiendo, hasta que una duda llega a mi mente.

-Derek, ¿estás en plan amoroso con mi madre? - suelto de pronto.

Se atraganta con la comida que trae en la boca, yo comienzo a reír descontroladamente. Empieza a ponerse rojo, moviendo sus manos frenéticamente. Me levanto de la silla rápidamente y le doy de golpes en la espalda hasta que se pasa la comida, volviendo a la normalidad.

-Hermano, para la próxima sé un poco más sutil, ¿quieres? - me fulmina con la mirada.

-Y me lo dices tú, ¿no, Mr. Sutil? - volvemos a reír.

-No, Allen, me encantan las mujeres, pero quiero a Mercy como si fuera mi madre.

Sonrío un poco más relajado.

-Vale, tenía que sacarme la duda, lo siento por casi matarte - me señala con su dedo índice.

-Realmente no lo sientes.

-Tienes razón, fue bastante divertida la situación.

Dejamos los platos vacíos en la mesa, yendo hacia la sala de estar.

-¿Sabes algo? Me encantan las mujeres, sólo que ahora estoy en problemas con un par de nenas, el sexo sin compromiso no es tan bueno como parece - murmura, yo río simplemente.

-Todo un semental, quien te viera - golpeo su hombro amistosamente.

-Demasiadas vitaminas, amigo - compartimos una carcajada.

-Que no te escuche mi madre, ella tiene un especie de enamoramiento hacia ti, la decepcionarías.

-¿Crees que si se entera ya no me invite a comer? - su voz suena realmente alarmada.

-Rotundamente - niega.

-Mejor que no se entere, me voy, hermano - se levanta del sofá.

-Nos vemos - chocamos los puños y se va.

Tener un amigo nuevo no suena tan mal, es hora de socializar un poco.







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¡Yuju!

Una disculpa primero que nada por no actualizar, no me sentía muy bien últimamente, pero ya estoy acá.

Apareció el rubio y sensual Derek, que beieza. Les dejé a Jayden en multimedia, es un lindo :3

No se olviden de votar y comentar, ya nos leemos pronto.

¡Besos!




Tentación mortal #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora