Tentación mortal #2

Capítulo 6.

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Observo el edificio, ya he venido varias veces anteriormente, aquí es donde vivía mi hermana antes de comprometerse. Paula me sonríe cordialmente y toma mi mochila mientras yo jalo la maleta. Viene vestida con unos pantalones deportivos, una blusa de color claro y una gorra negra. Sencillamente hermosa.

-Espero que te guste el depa, he procurado tenerlo bien ordenado, pero teniendo a un niño pequeño es difícil - asiento con una media sonrisa.

-Creéme que lo sé, aunque en casa yo era el desordenado - ríe.

Subimos por el ascensor, frunzo el ceño al ver que nos detenemos frente al que era el departamento de Grace. Abre la puerta y todo está tal cuál lo recuerdo, sólo que ahora hay juguetes por todas partes.

-¿Cómo conseguiste este lugar? - pregunto cerrando la puerta a mis espaldas.

-Aquí vivió mi hermano y su ahora prometida, pero se han ido a vivir a otra casa más amplia porque van a casarse y a tener un bebé - asiento cautelosamente.

¿Porqué no lo imaginé antes? Ella es la hermana de mi cuñado, menudas sorpresas me da la vida.

-Es un departamento muy lindo, no me será difícil adaptarme - digo luego de meditar un momento.

-Ven, vamos a tu habitación - me guía por el pasillo, hasta detenernos frente a una puerta negra.

Nos adentramos al reducido espacio blanco, todo está bien ordenado, incluso puedo decir que huele a lavanda. Ella me ayuda a mover unas cosas y a colocar otras de diferente manera. Guardo mi ropa y demás cosas preciadas que tengo en el armario incrustado en la pared. Minutos después tomo asiento sobre el colchón, ella permanece de rodillas, con la mitad de su cuerpo sobre la cama.

-Ya que hemos terminado de instalarte, hablemos un poco sobre nosotros - recuesto mi cabeza sobre la cabecera de la cama.

-Bien, primero preguntas tú y después yo, ambos responderemos - asiente como niña pequeña.

-¿Cuál es tu nombre completo?

Sonrío irónicamente, se supone que no iba decirle eso, sólo espero que mi querida hermana no le haya hablado sobre mí.

-Jayden Stuart Allen Cooper - sonríe abiertamente.

-Lindo nombre - me mira con esos ojos claros que solo ella tiene.

-¿Y el tuyo? - pregunto luego de salir de mi embobamiento.

-Paula Nicole Davis Johanson - responde sin titubear.

Sin dudas, tiene gran parecido con su hermano, tanto en el físico como en el carácter.

-¿Edad?

-20, ¿y tú? - suelta una risita, esquivando mi mirada.

-19 - niego divertido.

-¿Cómo es que tienes un hijo siendo tan joven?

-Creí que la prueba de amor era linda, y lo fue, pero por un descuido quedé embarazada - hago una mueca.

-Te entiendo, en ese momento lo que menos se piensa es en usar protección - una sonrisa triste la asalta.

-¿Sabes algo? Tener a Jax es lo mejor que pudo pasarme, ahora soy una mujer más madura, pienso las cosas antes de hacerlas. El que su padre no haya querido hacerse cargo me decepcionó, pero eso sólo me hizo más fuerte para salir adelante con mi hijo.

Sonrío con orgullo, ojalá yo pudiera pensar como ella lo hace.

-Eso demuestra lo fuerte que eres, no desististe a pesar de tener motivos para hacerlo.

Asiente.

-Me di cuenta de que aunque todo esté oscuro, siempre podemos ir en busca de la luz que ilumine nuestro camino.

Observamos en distintas direcciones, luego nuestras miradas chocan.

-Me dijiste que estudias y trabajas, ¿en qué? - cambio de tema para aligerar el ambiente.

-Trabajo desde las 7 de la mañana hasta las 2 de la tarde, en la biblioteca central del país, seguro sabes cuál es - suelto una carcajada.

-Espera, ¿hay biblioteca en la cuidad? - me lanza un cojín, lo esquivo antes de que me de en mi lindo rostro.

-Es un lugar hermoso, tienes que ir un día de estos - afirmo con la cabeza.

Ahora que recuerdo, Grace publicó el libro de su historia con Ronan, creo que asistirá a la feria del libro muy pronto.

-¿Qué hay de lo otro?

-Pues quiero ser modelo, estoy estudiando en una academia, ojalá pueda quedar seleccionada entre las mejores - le guiño un ojo.

-Lo harás, sólo un ciego no podría darse cuenta de tu belleza - un ligero rubor sube por sus mejillas.

-Aveces la belleza no es suficiente - responde con seriedad.

-Tú tienes todo para triunfar, de verdad.

¿Porqué carajos le estoy dando ánimos a quién me caía mal?¿Qué me está pasando?

-Varias empresas de modelaje me han rechazado porque tengo un hijo.

-Eso es racismo - contesto.

-Lo sé - reímos a la par. - Gracias por darme ánimos y decir que soy guapa.

Me levanto de la cama.

-Hey, tranquila, cabra loca. El que haya dicho que eres hermosa no quiere decir que no siga creyendo que eres algo insoportable.

Me carcajeo al ver su expresión de enfado.

-¡Idiota! - me lanza su gorra, la atrapo en el aire y me la pongo.

-Tienes que acostumbrarte a vivir conmigo, es una ley de vida - digo entre risas.

-Ya te odio - le devuelvo la gorra, pasando por su costado.

Me detengo en seco, inclinándome un poco sobre su oído para susurrar - : Terminarás amándome, bonita.

Dicho esto salgo con una sonrisa triunfante, dejando a una Paula algo cohibida en la habitación.

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Falta el último del maratón, voten y comenten, plis.

¡Besos!