Sonrío al verla tan relajada, no sé cuanto tiempo llevo observándola, pero me encanta hacerlo. Tampoco sé cuanto tiempo estuve inconsciente, pero la luz del sol ya se cuela por la ventana de la habitación donde nos encontramos. Lo que sí sé es que podría quedarme toda una eternidad contemplando su belleza y nunca me cansaría. Como ambos nos prometimos antes de la operación, ella cumplió su promesa y lo primero que vieron mis ojos al abrirse fue a ella.
La puerta se abre, mi doctor aparece y sonríe al verme despierto. Señala a Paula divertido, niego con una pequeña sonrisa.
-No la despierte, por favor - mi voz suena algo adormilada.
-Tranquilo, no lo haré. Pero me da mucho gusto saber que has despertado, toda tu familia estuvo allá afuera esperando este momento pero tuve que mandarlos a sus casas para que descansaran, ella es la única que se quedó toda la noche haciéndote compañía.
La miro unos segundos, una sonrisa surca mis labios.
-También quiero irme a mi casa, doctor, no me gustan los hospitales.
-Primero necesito que me digas como te sientes, ya después de revisarte te haré el papeleo para que vuelvas a tu casa. Siempre y cuando me prometas que vas a seguir mis indicaciones - pongo los ojos en blanco, pero accedo.
-Pues me siento algo cansado, débil. Aunque no puedo negar que detrás de eso hay muchos sentimientos encontrados, todos positivos - ríe un poco.
Me revisa el pulso y los latidos del corazón, al parecer todo está bien. Inclina hacia adelante la camilla donde estoy recostado, mi espalda se lo agradece porque estábamos viviendo una tortura. Con experiencia retira el vendaje que llevo en la cabeza, dejándome sólo un pequeño parche sobre la incisión.
-En unos minutos podrás irte a descansar con tu familia, seguro ellos llegarán en cualquier momento y te traerán ropa limpia - sonríe.
-Gracias por todo, de verdad - le da un apretón a mi brazo y se retira.
El sonido de la puerta al cerrarse provoca que la rubia se remueva, despertando al tiempo. Tarda unos segundos en acoplarse a la luz, entonces voltea rápidamente en mi dirección. Sus ojos hacen contacto con los míos, cubre sus labios para evitar un grito de sorpresa.
-Mi amor... - murmura, sus ojos se empañan de lágrimas.
<<Joder, ¿cómo no quererla si es tan tierna?>>
-Aquí estoy, bonita. Promesa cumplida - extiendo mis brazos como puedo, no pasan ni dos segundos cuando ya la tengo abrazándome por la cintura.
Sentirla cerca me devuelve la paz que necesitaba desde hace mucho tiempo, es como si con su sola presencia todos mis sentidos se relajaran.
-Te veo y no lo creo, es maravillo... - el estruendo de la puerta contra la pared interrumpe sus palabras.
Todos entran en la habitación; me abrazan, gritan, saltan, ríen. Eso me hace darme cuenta de lo valiosa y loca que es mi familia, ni qué decir. El enano pega un salto sobre mi cama, rodeándome con sus pequeños brazos por el cuello.
-¡Papá Den! - todos nos miramos asombrados, no puedo creer que Jax me haya llamado papá, no lo creo pero es hermoso.
Le devuelvo el abrazo, Paula nos mira enternecida.
-Aquí estoy, enano, te extrañé - ríe un poco.
Derek me ofrece un cambio de ropa limpia y Melanie hace lo mismo con Paula, le agradezco al rubio con una sonrisa.
-Gracias, quiero cambiarme y salir de este lugar lo más pronto posible. Es horrible traer esta bata de hospital puesta, andar en pelotas no es nada agradable, amigos - todos sueltan una carcajada ante mi confesión.
Deciden darnos un poco de privacidad a la chica y a mí para vestirnos libremente. No puedo evitar darle una mirada de vez en cuando mientras se desviste.
-Lindas bragas - murmuro entre falsa tos.
Me da una mirada reprobatoria cuando ya tiene un short blanco puesto.
-Lo pervertido no se te quita, ¿verdad? - niego con una sonrisa.
-Ser pervertido no es un hobbie, es un estilo de vida - muerde su labio para no reír.
Termino de vestirme con anticipación para poder darme el lujo de observarla un instante. Sus largas piernas blancas parecen más tersas que la última vez que las vi, incluso puedo apostar a que cada día tiene un cuerpo más lindo. Su pequeño cabello cae sobre sus hombros, me sonríe al darse la vuelta.
-Estoy lista, vámonos - tomo su mano y salimos para escuchar la tanda de indicaciones que nos da el viejo.
Después de eso mamá nos dice que se llevará a Jax con ella para que yo guarde el reposo necesario, así que junto con Paula trepamos al auto y emprendemos camino hacia el departamento. La música de Harry Styles sirve para quitarme el estrés, siempre ha sido mi favorita. Luego de estacionar el auto y subir por el ascensor nos adentramos a nuestro hogar, el usual olor a lavanda me recibe de la mejor manera.
-Estoy tan feliz de que estemos juntos - me posiciono frente a ella, los pocos centímetros que le llevo hacen que su frente choque con mi barbilla.
-Y yo estoy inmensamente agradecido con la vida por permitirme estar al lado de las personas que más quiero, pero en especial contigo - sus mejillas se tornan rosadas.
Termino de unir su cuerpo con el mío, me encanta sentir el calor que ella transmite. Luego de estar unos minutos en silencio me alejo un poco de ella para cuestionarla acerca de algo que me carcome el cerebro.
-Paula, ¿qué sientes por mí? - sus ojos azules me miran, provocando que mi corazón se salte un latido.
-Siento amor - responde en voz baja, tan inaudible que apenas logro oírla.
-Bonita, el amor no es algo que pasa de un día para otro, el amor tiene que bordarse con el tiempo - entrelaza su mano con la mía sin romper el contacto visual.
-Entonces hay que bordarlo juntos - sonreímos.
Cierra sus ojos, aprovecho el momento para acercar mis labios a los suyos y besarla como no lo he hecho con nadie más. La calidez de su beso lo dice todo, ella también disfruta de mi compañía como yo lo hago con la suya. Nuestras lenguas se enfrentan a un pequeño juego, tan perfecto el contacto que pareciera que se conocen desde hace tiempo. Nos separamos con una sonrisa plasmada en los labios y un extraño brillo en los ojos.-Ven acá - la atraigo hacia el sofá grande.
Me recuesto en él con ella sobre mi cuerpo, la quiero tanto que si fuese un delito hacerlo yo ya estaría en prisión y condenado a cadena perpetua, pero no me importaría.
Beso su frente con delicadeza, creo que me estoy enamorando.
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Otro cap porque las amo, y porque la inspiración ha vuelto :3
Espero que les haya gustado, voten y comenten, bebés. Estamos en la recta final, eso me pone muy triste y más porque no sé cuanto falta para el final :'c
Nos leemos, amores. Únanse al grupo en facebook, se llama Ronianas.
¡Besos!
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Tentación mortal #2
RomanceLa vida de Jayden no ha sido precisamente la que todo chico de 20 años lleva. Está destinado a lidiar con un tumor en el cerebro siempre, o por lo menos hasta que puedan operarlo. Odia estar enfermo, odia tener ataques constantemente, odia el no pod...