Capítulo 25.

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POV PAULA

Nos adentramos al hospital, puedo percibir el ambiente tenso en el aire. Nunca creí verme en una situación así, sin embargo aquí estoy dando mi mejor cara y tratando de ocultar solemnemente los nervios.

-Tranquila, bonita, no estés nerviosa - me sonríe con dulzura.

<<¿Cómo no estarlo?>>

-No lo estoy - miento.

-¿Entonces porqué tu mano está sudada y estás más inquieta de lo normal? - contraataca.

<<Mierda>>

Suelto su mano rápidamente y sin ningún tipo de disimulo la limpio en mi jean, la estruendosa carcajada del chico retumba en el silencioso lugar. El doctor que lo atiende aparece en el momento indicado y nos guía hacia su consultorio, el espacio es muy reducido, por lo que se llena con la presencia de todos nosotros adentro.

-Me alegra que estés aquí Jayden, mucho más que estás siendo acompañado por tu familia y amigos - le dirige una sonrisa sincera.

-Yo soy el más feliz, creáme.

Permanecemos en silencio, eso hasta que mi cuñada habla.

-Doctor, ahora que estamos todos presentes queremos que nos diga los riesgos que conlleva esta operación, si es tan amable - él asiente con cautela, su rostro no denota nada bueno.

-Este tipo de operaciones tienen su grado de dificultad, así como también se predice el éxito en ellas. De un momento a otro puede hacer que tu vida y la de los demás cambie, ya sea de buena o de mala manera. Respondiendo a tu pregunta Grace, el único riesgo que se corre es que el paciente no despierte. La operación bien puede salir exitosa, más eso no nos garantiza que la persona despierte. Si no lo hace dentro de las próximas 24 horas trascendentes ya no hay nada que nosotros podamos hacer.

Vuelvo a entrelazar mi mano con la de Jayden, él le da un apretón al verme tan angustiada.

-Tenemos toda la fe y la confianza de que todo saldrá bien - dice Mercy, todos asentimos.

-Bien, iré a preparar todo con mis colegas. Enviaré a una enfermera para que te entregue la bata que debes usar y para que recoja tus pertenencias - Jayden asiente.

Mientras se va a vestir con la bata yo intento tranquilizarme un poco, necesito estar relajada en estos momentos tan críticos. La chica nos guía hasta el pequeño cubículo donde se encuentra Jayden, todos nos adentramos para darle las palabras de aliento y de cariño que necesita.

-No tienes permiso de morir tan joven, ¿entendiste? - el chico ríe por lo que dice su hermana.

-¿Qué te preocupa?¿Que muera virgen? Porque no estás para saberlo, ni yo para contarlo, pero esa rubia pervertida acabó con mi inocencia - me señala.

Todos explotan en carcajadas al ver mis mejillas enrojecidas, me he delatado, joder. Grace limpia una lágrima del rabillo de su ojo luego de parar de reír.

-No diré nada respecto a eso, pero te quiero vivo dale - le da un beso en la mejilla.

Todos le dan ánimos, haciéndolo reír de vez en cuando, incluso mi pequeño hijo le balbucea unas cuantas cosas. Cuando nos quedamos solos no puedo evitar sentir unas inmensas ganas de llorar, se ha vuelto una persona demasiado importante en mi vida, tanto que no sé que sería de mí si él no está.

-Paula, deja la paranoia, todo saldrá bien - sus ojos cafés encuentran a los míos.

Camino hasta sentarme en la camilla donde él está sentado también. Paso saliva sin decir nada, sólo observo la bata azul que lleva puesta. Me parece algo ridículo lo que pienso al verlo vestido así, pero con cualquier cosa que se ponga me seguirá pareciendo guapo.

Tentación mortal #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora