Termino de peinar mi cabello frente al espejo que tenemos en el pasillo, no cabe duda de que soy un moreno muy sensual. Mi móvil suena anunciando un nuevo mensaje, es Paula.
¿Pueden venir por mí? Ya es algo tarde y no quiero tomar el bus, por favor.
Le envío una respuesta rápida, diciéndole que pasamos por ella en 15 minutos.
-¡Jax, ven acá, tenemos que ir por tu madre! - el pequeño corre en mi dirección con su oso de peluche.
Lo tomo de la mano y bajamos hasta el estacionamiento del edificio, quitándole la alarma al auto de Ronan. Pongo al pequeño en su silla de viaje, ajustándole el cinturón de seguridad. Llegamos hasta la academia de modelaje donde Paula estudia acompañados con algo de música. La veo a lo lejos hablando con un tipo vestido de traje, paso saliva.
Ella ve el auto y se despide del tipo ese, caminando en nuestra dirección.
-Hola - besa mi mejilla y la de su hijo una vez dentro.
-Hola - saludo con una mueca, recordando la escena de hace unos segundos.
-Gracias por venir - asiento.
-¿Quién era el hombre con el que hablabas? - pregunto intentando sonar casual, Jax ríe en la parte trasera del auto.
<<Enano traidor>>
-Es un compañero de trabajo de mi hermano, su nombre es Aiden. Me estaba invitando a salir, pero le dije que no podía, que ya habría alguna oportunidad para vernos - dejo de apretar el volante al escucharla.
¿Es que acaso me puse celoso? No, un Allen nunca se pone celoso. ¡Bien, estoy celoso, pero sólo un poco!
-Oh, ya veo - respondo con simpleza y mirando al frente.
Nos bajamos del auto una vez que llegamos al estacionamiento. El ascensor demora unos instantes en llegar a nuestro piso, esos segundos me sirven para darme cuenta de que Paula lleva una mueca de enfado y frustración en el rostro. Entramos y rápidamente el pequeño se va a su recámara en busca de sus juguetes, la rubia se deja caer en el sofá.
-¿Porqué estás así, Davis? - recuesto mi cabeza en el respaldo del sofá, a su lado.
-¿Cómo sabes que estoy mal? - sonrío, manteniendo mis ojos cerrados.
-En el tiempo que llevamos viviendo juntos he aprendido a conocerte, la mayoría de las veces suelo ser muy observador.
Abro los ojos, encontrándome con los suyos, esos ojos claros que transmiten felicidad todo el tiempo.
-Hoy en la academia tuve una pelea con una de mis compañeras, ella me dijo que soy una flacucha y no pude resistirme a golpearla después de eso - muerdo mi lengua para no reír.
-¿Es en serio? - golpea mi brazo y suelto una carcajada.
-Ya no te diré nada, eres un idiota - saca su móvil, ignorándome por completo.
-Hey, no te enfades, es sólo que me dio risa, no puedes enfadarte por eso - sigue con la vista fija en su móvil.
Se lo arrebato, me mira ofendida.
-¡Oye, dame eso! - muevo mis brazos frenéticamente para que no me quite el móvil.
-¡No te daré nada hasta que dejes tu enfado! - vocifero.
Me recuesto en el sofá, ella sigue luchando por ganarme. Una de sus manos acaba sobre mi entrepierna, ambos nos detenemos en seco.
-Paula... - me mira con severidad.
-¿Qué pasa, Jayden? - pregunta en un murmullo.
-Quita tu mano de ahí antes de que mi amigo se emocione y otra cosa suceda.
La retira con una rapidez impresionante, sus mejillas teñidas de un color carmesí adorable.
-¿Ahora sí puedes darme mi móvil? - niego.
-Aún sigues enfadada.
-Pues me preguntas algo, te respondo y luego te ríes, eso es muy grosero.
-Bien, ya no volveré a reírme de tus anécdotas causales - muerdo mi labio.
-Dame mi móvil, estoy esperando un mensaje - extiende su mano en mi dirección.
-¿Qué mensaje?
-El que me enviará Aiden, creo que aceptaré su propuesta para salir - su sonrisa traviesa hace que algo en mi interior se estruje de mala manera.
-Toma, hazle todas las llamadas que quieras entonces - le entrego su aparato del demonio.
-Es un hombre demasiado interesante, ahora que lo veo no tengo mucho qué pensar - aprieto mis puños.
-¿Quieres callarte? No quiero verme obligado a hacerlo yo mismo - cruza sus brazos de manera desafiante.
-¿Y qué harás para callarme?
Su rostro quedando unos centímetros más abajo del mío.
-Esto.
La tomo de la cintura, atrayéndola hacia mi cuerpo de un sólo movimiento. Estampo mis labios contra los suyos con fiereza, obteniendo un pequeño grito de su parte. Al principio el beso parece algo brusco, pero después se torna a uno pausado. Cada roce de nuestros labios es una sensación diferente, haciendo que sea uno de los mejores besos de mi vida.
Nos separamos luego de quien sabe cuanto tiempo, sus labios rojos e hinchados me hacen sonreír.
-Ojalá que luego de esto puedas darte cuenta que los labios te sirven para otras cosas en lugar de estar hablando como loro todo el tiempo.
Muerde su labio, me encamino por el pasillo antes de volver a caer en esos labios tan jodidamente perfectos.
-Y otra cosa, bonita. - me giro para verla a los ojos. - Me saludas a tu amigo ese cuando se vayan de cita.
Suelto una risa cuando me muestra su dedo del medio, me encanta esta chica, más de lo que debería.
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:O Esta es mi cara ahora mismo. Un Allen aceptando las cosas y saliéndose con la suya, no me sorprende :^
Voten y comenten, por favor. Estaré en mi cueva, leyendo sus suculentas reacciones. Mucho lof para ustedes.
¡Besos!
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Tentación mortal #2
RomanceLa vida de Jayden no ha sido precisamente la que todo chico de 20 años lleva. Está destinado a lidiar con un tumor en el cerebro siempre, o por lo menos hasta que puedan operarlo. Odia estar enfermo, odia tener ataques constantemente, odia el no pod...