Suelto un pesado suspiro mientras recuesto mi cabeza en el respaldo del sofá, Jax ríe solemnemente por mis desgracias. Una semana, eso es el tiempo en el que Paula no se ha dignado a dirigirme ni una misera palabra. En parte la entiendo, pero ya fue suficiente tiempo de tortura, fue sólo una mentira piadosa.
-Enano, ¿se te ocurre algo para que tu madre me perdone? - el pequeño asiente, señalando algo a través de la gran ventana que nos da vista a la cuidad.
Me levanto y camino hasta donde está para ver qué es lo que señala. Sólo se ven los edificios, las personas y el radiante sol afuera, observo al pequeño.
-¿Qué estás señalando? - me da una mala mirada como mi madre lo haría.
-Foles - volteo una vez más por la ventana, observando el puesto de flores que se encuentra en la esquina de la siguiente cuadra.
-Eres un genio, pequeñajo, ¡eso es lo que necesito! - le revuelvo el cabello y me encamino a la habitación por algo de dinero.
Tomo su pequeña mano y salimos del departamento para ir a ese puesto de flores en la calle. Al llegar vemos a un señor que parece ser el dueño, le sonrío.
-Hola - saludo.
-Hola, joven, ¿necesita alguna flor en especial? - pregunta con demasiada amabilidad.
-Verá, una chica se enojó conmigo, así que necesito un pequeño ramo de flores que logre convencerla para que me perdone.
Asiente con lentitud, luego me hace una seña para que lo siga.
-Las rosas amarillas son para cuando te sientes arrepentido y necesitas el perdón de alguien, pero yo te recomendaría los girasoles amarillos - lo miro con una mueca de confusión.
-¿Qué significan los girasoles amarillos?
-Tienen un significado de paz y alegría en el sentido espiritual, pero en el amor hacen referencia a la fidelidad, al amor profundo y al corazón que ama de verdad; estoy seguro de que si le llevas un ramo de estos esa chica te perdonará.
-Entonces me da uno de esos, espero que tenga razón - sonríe y se va a preparar el ramo.
Jax suelta mi mano para tomar una florecilla rosa de cinco pétalos que está en el piso, al levantarse una pequeña niña de su edad nos mira con una sonrisa. Su cabello rubio y atado en dos coletas la hace ver adorable, sin contar con esos hermosos ojos azules que tiene, incluso me hace imaginar a Paula cuando tenía esa edad. El enano le sonríe de vuelta y le entrega la flor, la nena la toma con entusiasmo. Se gira para irse, pero antes deja un pequeño beso en la mejilla de Jax y le hace un ademán de despedida.
Él me mira para que choquemos los puños, luego le guiño un ojo.
-De grande serás todo un Don Juan, y no te culpo, estás aprendiendo del mejor - ambos reímos.
El señor vuelve con cuatro girasoles enormes y bonitos atados de una liga, le pago lo que corresponde y nos volvemos al departamento. Afuera del edificio está el auto negro del policía ese que me pone mal, Paula ríe animosamente con él, algo en la boca del estómago se me retuerce. Las ganas asesinas que tengo ahora mismo me hacen querer lanzar el ramo a lo lejos, pero me tranquilizo al pensar que serían cinco dólares desperdiciados.
<<Calma, Jayden, que ese no te llega ni a los talones>>
Se despiden, luego la chica camina dentro del edificio, nosotros caminamos detrás de ella pero un poco más lentos. Ya en el departamento Jax se va a su habitación después de saludar a su madre, la tomo del antebrazo antes de que me ignore nuevamente. Extiendo el ramo en su dirección, lo acepta con el ceño fruncido.
-¿Qué significa esto? - pregunta.
<<Rayos, debí haber planeado un discurso para este momento>>
-Paula, déjame explicarte porqué no te dije nada, sólo escúchame.
Asiente, dejando las flores sobre la mesa de centro de la sala, cruzando sus brazos sobre su pecho. No puedo evitar fijarme disimuladamente en el escote de su blusa, y sólo Dios sabe cuánto me pone esta chica.
<<Concéntrate, Allen>>
-Tienes cinco minutos.
Respiro profundamente antes de hablar.
-No quise que supieras que yo soy hermano de Grace por temor, temor a que quizá ellos te hubieran hablado de mí antes y al conocerme como soy te decepcionaras. Quise que pensaras de mí con un concepto diferente al de los demás, y sí, estuvo mal, lo acepto, pero ahora sólo quiero que dejes de estar enojada conmigo porque me siento vacío con tu indiferencia.
Sus ojos azules brillan, no sé porqué, pero lo hacen.
-No tenías nada de qué temer, Jayden, nadie me habló de ti de forma personal. He aprendido demasiadas cosas contigo, tanto que ahora mismo sé que eres un chico increíble a pesar de lo que los demás digan. Y te perdono, aunque por dentro me sienta inconforme porque me mentiste - nuestros ojos haciendo contacto todo el tiempo me hacen sentir extraño, más por eso último que dijo.
-Paula, no quiero que lo que tenemos cambie por mis estúpidas decisiones - su labio inferior tiembla un poco y temo que se largue a llorar aquí mismo, porque no me perdonaría ser el causante de sus lágrimas.
-Es que ahora ya no sabré cuando me mientas o no, ya no sé si creerte - niego rápidamente, acercándome a ella.
Tomo su rostro entre mis manos y la obligo a verme.
-Sólo creéme cuando te digo que me encantas como nadie en este mundo.
Toma el cuello de mi camisa, estampando sus labios con los míos. Ni siquiera tengo tiempo para sorprenderme, rápidamente me encuentro devolviéndole el beso con la misma intensidad. Cada movimiento de nuestros labios es perfecto, y el roce dulce de nuestras lenguas mágico. Se separa un instante, juntando su frente con la mía.
Y ahí, viéndome a los ojos y con una sonrisa en los labios murmura en un susurro las palabras que he estado esperando desde hace tiempo.
-Tú me encantas más - sonrío como el idiota que soy estando con ella.
Dicen que todos como humanos tendemos a equivocarnos, pero creo que el que nunca se equivoca es el corazón.
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Doble actualización porque sí xD
Qué capitulo más intenso, hermoso y tierno, ¡el que viene será aún mejor porque va ser el de la boda de Ronan y Grace!
Voten y comenten, bellezas. Las amo demasiado.
¡Besos!
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Tentación mortal #2
RomanceLa vida de Jayden no ha sido precisamente la que todo chico de 20 años lleva. Está destinado a lidiar con un tumor en el cerebro siempre, o por lo menos hasta que puedan operarlo. Odia estar enfermo, odia tener ataques constantemente, odia el no pod...