SECUELA -PARTE TRES-

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Río divertida, mientras le ataba un moño rosa sobre la cabeza al gato y luego lo sentaba en una sillita color blanca con pequeñas florcitas rosa.
—¿Qué te gusta más Crema? ¿Leche o té?
El animalito solo se limitó a mover la cola de un lado hacia el otro, quedándose quieto.
Aiden se asomó por la puerta de la habitación y observó a su hija, quien le hablaba al gato.
Sonrió, hasta en eso se parecía a su madre, ambas amaban a ese animal.
—Mami y papi dicen que tendré un hermanito —le contó en un tono bajo—, ¿a ti te gustaría tener un hermanito Crema?
Dio un corto suspiro y tomó al gato entre sus brazos, acunándolo a su pecho.
—¿Y si ya no nos quieren? ¿Y si quieren más al  bebé?
Entró y ella al verlo sonrió ampliamente.
—¡Papi! —Exclamó soltando a Crema, que rápidamente salió corriendo de la habitación.
Aiden se acercó a ella y la tomó en brazos.
—¿Otra vez hablando con el gato?
—Sí, a Crema le gusta.
—¿Segura? —le dijo divertido—, a mi me parece que estaba buscando la ocasión perfecta para huir.
—Papi —pronunció apoyando su cabeza sobre el pecho de él.
—¿Qué ocurre hija?
—¿El bebé... Me va a querer?
Sonrió enternecido y besó su frente.
—Claro que si mi amor, y mamá y yo también, te amamos y vamos a amarte mucho, mucho igual, eso nada lo va a cambiar, solo seremos una familia más grande, con más amor.
—Crema también quiere un hermanito.
—Creo que ese gato está feliz así.
—Él también tiene que tener un hermanito papi.
—Lo pensáremos luego, ahora vamos que pronto tu mamá nos llamará para comer.
—¿Qué preparó mami? —Le preguntó mientras bajaban las escaleras.
Suspiró con cansancio.
—Algo que ustedes dos aman.
—¡¿Pollo?! —exclamó con una gran sonrisa.
Él también sonrió y besó su frente.
—Sí hija, pollo.

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—¿Qué pasa?
—Nada, solo... Me había ilusionado —pronunció afligida, observando la prueba de embarazo negativa.
Su marido se sentó junto a ella y la abrazó, acariciando suavemente su espalda.
—¿Querías un bebé?
—No, pero me había ilusionado, creo que hubiese sido lindo que Stephan tuviese un hermanito con quien jugar.
—Podemos buscarlo si quieres.
—¿Tú quieres?
—Amo a nuestro hijo, te amo a ti Nina, por supuesto que quisiera tener otro hijo contigo.
Sonrió y lo tomó del rostro, dándole un corto beso.
—Te amo tanto.
—Y yo a ti Nina —le dijo acariciándole una de sus mejillas.
—Stephan está durmiendo.
—Lo sé, vengo de su habitación.
Sonrió traviesa y pasó sus brazos por detrás de su cuello.
—Creo que deberiamos aprovechar el momento y buscarle un hermanito ¿No lo crees?
Río bajo.
—Eres una prevertida —le dijo contra sus labios antes de besarla y que ella lo tirara a la cama.

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—No, no quiero mami —sollozó abrazándose a ella.
Ann ya estaba llorando también, odiaba tener que llevar a su hija a aquellas sesiones.
—Es por tu bien mi amor.
—Pero me duele mami, no quiero, no quiero.
Aiden observó a su hija y sintió su pecho doler, dolía tener que hacerla pasar por aquello.
—Hija, ven —le dijo tomándola en brazos.
—No dejes que me pinchen papi —le pidió llorando.
—Deben hacerlo mi amor, es por tu bien, así pronto te curas.
—Pero yo me siento bien, estoy bien papi, diles que no quiero.
—No puedo hacer eso hija, el tratamiento es para que te sientas mejor muy pronto.
—Pero duele.
—Lo sé mi amor, lo sé —pronunció con pesar, abrazándola—, pronto acabará, lo prometo.

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—¿Está todo bien con el señor Mc'Kallister?
Suspiró y negó con la cabeza.
—No realmente, su hija tiene una especie de leucemia, muy rara, y hoy tenía sesión.
—Lo lamento tanto —pronunció afligido el muchacho—, ¿cuántos años tiene?
—Es una niña pequeña, solo tres.
—Sí, imaginé que tendría la edad de mi hijo.
Sonrió.
—Se nota que tú también fuiste padre joven.
—Para mi todo fue muy rápido Josh —confesó sonriendo—. Conocí a mi mujer porque era la sobrina de mis padres, y aunque ella no fue amable conmigo al comienzo, me enamoré. Fue y es la única mujer en mi vida.
—Vaya, es increíble como pueden enamorarse de alguien que los trata mal. La mujer de Aiden fue un regalo que yo le dice, una Ann 098.
Frunció el ceño.
—Nunca escuché ese modelo.
—El problema es que solo salieron tres al mercado, y las vendieron como androides, siendo realmente mujeres artificiales, como tú.
—¿Puede hacerte una pregunta?
—Claro.
—¿Con qué fines le regalaste un androide a Aiden?
Suspiró y tomó la taza de café.
—Aiden tuvo una vida muy complicada, lo conozco desde que ambos eramos niños, pasó por muchas cosas difíciles. Su padre los abandonó, perdió a su prima y la bebé de ella, a quien amaba como una hija, eso realmente lo terminó de hundir en la oscuridad. Yo solo quería darle algo de esperanza, sabía que de otro modo jamás conocería a alguien.
—Quizás entienda un poco mejor su situación ahora.
—Eso no es todo. Hace casi cinco años, Aiden y Ann serían papás por primera vez, ella corría un gran riesgo, ya que a los dos modelos anteriores las habían asesinado por quedar embarazadas. Se fueron de aquí, y cuando estaba a término, un auto intentó pasarla por encima... Lamentablemente él bebé no sobrevivió.
—Y ahora su hijita enferma, ojalá pronto todo mejore en su vida, yo no podría ni imaginarme perder a mi hijo o mujer.
—Sí, realmente terrible.
Asintió y tomó un sorbo de café, antes de mirarlo curioso.
—Usted me dijo que trabajó con la empresa de FemBot.
—Mi padre lo hizo realmente, ¿Por qué?
—Me gustaría conocer las instalaciones, y quizás... Que me hablen un poco de mi, que me expliquen. Hay muchas cosas que no comprendo, como el hecho de haber sido creado, o si nací como un bebé.
—Lo que te voy a contar es confidencial. Ann nos dijo que cuando quisieron llevarla para tratar su primer embarazo, revelaron cierta información de su pasado. Ella nació como una bebé y fue sometida a un tratamiento de crecimiento acelerado, hasta que su cuerpo tuviese la edad de dieciocho años aproximadamente, momento en que yo la compré para Aiden.
—¿Usted cree que yo también pude haber pasado por lo mismo?
—Eres el primer hombre artificial, supongo que sí.
—Entonces tuve una madre.
—Tal vez, no lo sé con exactitud.
—En ese caso ¿Podría llevarme a las instalaciones?
—Claro, pero no te ilusiones mucho, ellos no suelen hablar de estos temas.

...

Muñecas de compañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora