SECUELA -PARTE SIETE-

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—Muchas gracias —le dijo emocionada, abrazándolo con fuerza—, jamás podremos devolverte esto que estás por hacer por nuestra hija.
Sonrió enternecido y correspondió a su abrazo.
—No hay nada que agradecer, esto lo hago por puro placer.
Sollozó contra el pecho de Noah, y el moreno sintió como su corazón se encogía.
No le parecía bien que una madre sufriera de ese modo, no estando en su condición.
Podía sentir el pequeño vientre abultado de Ann con aquel abrazo, ya era mucha angustia la que estaba pasando aquel pequeño ser también.
Ann se separó suavemente de él, y sonrió, secándose las lágrimas.
En ese momento, Aiden salió de la habitación donde estaba Lizzie, se acercó a su mujer y la abrazó, no era raro ver a Ann llorar.
—¿Qué ocurre?
—Solo estoy emocionada.
Sonrió y besó su frente.
—Todo estará bien amor.
Miró a Noah, con su típico rostro serio, vaya que le era difícil ser amable.
—Muchas gracias por lo que harás, no sé como te pagaré esto, pero lo haré.
—No hay que pagar nada señor Mc'Kallister, esto lo haría por cualquier niño. Pero, si quiere hacer algo por mi, o mi comunidad, podría apoyarnos. Hay muchos androides que son rescatados. No es una tarea fácil, ni barata, el integrarlos a la sociedad.
—De acuerdo, en lo que pueda ayudaré.
Un pequeño moreno se acercó corriendo hacia Noah, y él lo tomó en brazos.
—Papi ¿es verdad que te sacarán sangre?
—Sí hijo.
—¿Y te dolerá?
Sonrió divertido y negó con la cabeza.
—No lo creo.
—Muchas gracias a usted también por apoyar la decisión de su marido —le dijo Ann a Nina.
La castaña sonrió levemente.
—De nada, y más allá de que me hubiese negado, Noah lo hubiera hecho igual, es muy terco. Por cierto, no conozco tu nombre aun.
—Me llamo Ann, es un placer finalmente conocerla, tiene un niño hermoso.
—Y celoso —pronunció riendo tomando a su hijo en brazos.
Quien rápidamente pasó sus bracitos al rededor del cuello de su madre.
La morena sonrió con nostalgia, ¿así habría sido su bebé también?
Aiden la miró y la abrazó. Aunque los años hubiesen pasado, Ann siempre terminaba llorando cada vez que veía un niño.
—Bueno, yo debo ir a realizarme la extracción, los veré luego.
—Claro, gracias —expresó el rubio, sin dejar de abrazar a su mujer.
Cuando Noah se marchó, separó suavemente a Ann y secó las lágrimas de sus mejillas.
—¿Qué ocurre?
—Nada, solo... no puedo evitar no pensar en Nathan.
Tomó una profunda respiración y acarició suavemente su rostro.
—Ann, yo sé que duele, jamás lo superaremos, pero debemos seguir adelante.
—Lo intento.
—Sé que lo haces, y que no es fácil para ti.
—Tú no lo llevaste Aiden, no puedes entender el dolor que siento... Perdí una parte de mi.
—Quizás no lo llevé, pero era mi hijo también.
—Lo siento, no quise hacerlo sonar así.
—Está bien Ann, no discutiremos por esto una vez más, ven, vamos a desayunar.
—Pero no tengo hambre.
La tomó de una de sus manos y comenzó a caminar hacia la cafetería.
—Estás embarazada y debes alimentarte Ann, hazlo por el bebé.

-o-o-o-o-

—¿Tienes miedo?
—Un poco —dijo el pequeño moreno, mientras tomaba una fichita azul y la movía en el tablero.
—Mi papá dijo que no es nada grave.
—Lo se.
Sonrió mientras tomaba su ficha, y luego quitaba una de Becca.
—Una menos pequitas.
La pequeña infló las mejillas y miró hacia otro lado.
—De todos modos ya me había aburrido.
Sonrió.
—¿Ya no quieres jugar?
—Nop.
—¿Estás molesta?
—No.
Y algo le decía que si, parecía cuando su mamá se enojaba con su padre.
La miró curioso y luego busco algo en su mochila con forma de oso.
—Toma.
Rebeca giró su rostro y al ver lo que le estaba dando, sonrió emocionada.
—!¿En serio?!
—Sí.
—¡Gracias Stephan! —Chilló abrazándolo luego de tomar la barra de chocolate.
Tessa sonrió, observando a su hija desde el otro extremo del pasillo.
—Ay hasta que lo encuentro —exclamó con molestia Nina.
—Pensé que sabías que estaba aquí.
—Obviamente no, le dije que me esperara cuando entré a ver a Noah, pero no me hizo caso.
—No te molestes con él, es pequeño y es lo que hacen los niños.
—Lo sé.
—Si no fuera por el, Becca estaria muy deprimida por Lizzie.
Suspiró y se cruzó de brazos, viendo como ambos niños hablaban y reían mientras comiana barra de chocolate.
—Debo admitir que tu hija también le hace bien a él. Su único amigo solo puede verlo por videollamadas, luego de que todo esto se solucione, viajaremos a nuestra antigua casa.
—¿Pero volverán?
—Supongo que sí, a Noah le ha gustado mucho esta ciudad.

-o-o-o-o-

Entró a la habitación, encontrándose con el joven padre dormido.
Aiden estaba por retirarse, cuando Noah abrió los ojos.
—Señor Mc'Kallister ¿sucede algo?
—Solo Aiden, y no, quería ver como te encontrabas.
—Cansado, me dijeron que podía sentir dolores, pero no fue así. Creo que eso debería agradecerle a mis creadores.
—Pronto usarán la médula para mi hija.
Sonrió débilmente y se sentó con algo de dificultad en la camilla, se sentía bastante mareado.
—Espero todo salga muy bien. Lo volvería a hacer otra vez si fuera necesario.
—Gracias, los médicos creen que será suficiente.
—Es un alivio escucharlo —dijo cerrando los ojos.
Cuando Noah giró la cabeza, Aiden observó curioso una pequeña marca debajo de su cuello, del lado izquierdo.
Se acercó a la camilla y miró mas de cerca aquella pequeña manchita color café.
—¿Ocurre algo?
—No, solo... Nada —dijo rápidamente, girándose para salir—, cualquier cosa que necesites, hazmelo saber, gracias.
En cuanto salió de la habitación, tomó su celular y buscó en su galería de fotos, una particular.
Ann estaba tomando a Lizzie en brazos, ambas riendo, solo que la pequeña niña estaba mirando hacia arriba.
Y allí estaba la misma pequeña marca en el cuello de su hija, aquella marca, que el mismo compartía.
Buscó un contacto en concreto y se llevó el celular a la oreja.
"—Aiden, estoy yendo al hospital, ¿Cómo está Lizeth?"
—Aun no realizan el trasplante, lo harán en unas horas, pero no te llamé por eso.
"—¿Entonces?"
Comenzó a caminar por los pasillos y bajó la voz.
—Josh, necesito que hables con ese amigo tuyo que te hace investigaciones.
"—¿Steve? ¿Por qué?"
—Quiero que investigue a Noah Cocks, cuando lo compraron, como fue, donde fue, todo lo que pueda.
"—Pero ¿Por qué?"
—Solo hazlo, te veo en la clínica —pronunció antes de cortar y dirigirse hacia su mujer e hija.

...

"—Hey, rubia

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"—Hey, rubia.
Lo ignoró completamente, odiaba cuando visitaba a Stephan y Luca estaba allí también.
—Según me contó Steph, oyen bien ustedes.
Caminó hacia la casa, y cuando estaba por cerrar la puerta, él rubio la detuvo.
—Cuanta agresividad muñequita.
—Cierra la boca, no me digas así idiota —le dijo molesta, girándose para verlo.
Sonrió divertido.
—Así que escuchas.
Frunció el ceño y antes que pudiera decir algo más, Stephan apareció en la sala.
—¡Lizzie!
Se volteó y al ver al muchacho sonrió.
—Hola sobrino.
Rio bajo y se acercó a ella a abrazarla.
—Oh Lizzie, como extrañaba verte, que bueno que los abuelos hayan querido venir a visitarnos.
—Sí, fue un poco difícil que papá aceptara, pero aquí estamos.
—Y... ¿Becca?
Miró a su sobrino y sonrió traviesa.
—Cuando se enteró que venía aquí, se puso como loca por no haberla traído, pero... el tío Josh no quiso dejarla venir.
—Oh, claro, comprendo —murmuró.
—Ey, ¿Y para mi no hay ni un abrazo? —preguntó divertido Luca.
Si había algo que le gustaba, era molestar a Lizzie. Aun podía recordar lo tímida y llorona que era de niña, pero ahora, había cambiado completamente."

...

Nota: ¿Les parece que escriba una historia con los niños de MDC ya grandes? ❤🍒
¡Gracias por leer! ❤💕💞

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