Muñecas de compañía

💞❤¿Stecca? ¿Beccan?❤💞

"Pequeño fragmento, de lo que será ¡el libro de ellos!" ❤💕

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—Solo míralo, él...
—Es mi sobrino —expresó la jovencita rubia.
Era tan extraño decirlo.
—Ay lo sé Lizzie, pero Steph... no lo sé.
—Sí, te gusta mi sobrino —pronunció escribiendo.
—Me gusta verlo, hablar con él —le dijo sonriendo divertida, mirándolo por la ventana—... y tantas otras cosas me gustaría hacer con él.
—¡Becca por favor! —exclamó avergonzada.
Río bajo y se giró para ver a su amiga.
—Okay, okay, no seguiré elogiando a tu sexy sobrino.
—¿Por qué mejor no copias las cosas de clases?
—Son aburridas —dijo tirándose hacia atrás en la silla.
—Sí, pero necesarias.
—No para mi.
Rodó los ojos y cambió de página.
—Eso dices ahora, luego llega el examen y vienes a mi por ayuda.
—Bueno, podría pedírsela a Steph.
—Rebecca Phoenix, existen cosas más importantes en la vida que un novio.
—Ay pero quien quiere un novio Lizeth, para pasarla bien por un rato, no necesitas un novio —pronunció divertida, riendo.
—No tienes remedio —murmuró.
La castaña miró el techo, mordiendo la punta de su bolígrafo.
—Oye Lizzie, ¿has pensando en la coincidencia que existen entre los nombres de tus padres?
—Mm nop, ¿Cuál?
—Sus nombres comienzan con A, e incluso tu hermano y cuñada, llevan nombres que empiezan con la misma letra.
—¿Y qué tiene?
—Que quizás, tú también salgas con alguien con la misma letra.
—Eso solo fue coincidencia Becca.
—¿No será una especie de tradición o algo así?
—Claro que no —le dijo sonriendo.
—Deberias tener cuidado con algún chico con nombre con L.
—Como si conociera alguno —pronunció despreocupada, terminando de copiar lo último que le faltaba.
—¡Pero si conoces uno! —exclamó asustándola.
—Eres muy ruidosa.
—¡Luca! ¡El amigo de Stephan!
Rodó los ojos con fastidio y se quitó los lentes.
—Ese idiota jamás será nada.
—¿Idiota? —Preguntó traviesa—, ¿Cómo que idiota?
—Al tipo solo le importa el dinero, su imagen, "sus músculos" —dijo haciendo comillas con sus dedos—, y las fiestas. No tiene ninguna motivación, o ambición en su futuro. Es super superficial e idiota, un tipo hueco y vacío.
—Aja, y en todo eso, ¿Dónde está la parte en donde dices que te gusta? —le preguntó arqueando una ceja.
—En ninguna, porque no lo hace.
Cerró su carpeta y la metió dentro de su bolso.
—¡Lizeth por favor! tenemos diecisiete, no cuarenta y cinco para que actúes y pienses de este modo, ¡deja de actuar como una vieja!
—Tengo asuntos más importantes ahora.
—Como el estudio —bufó la castaña.
—Así es.
—Lizzie.
Se giró al escuchar su nombre y allí estaba su sobrino, sonriéndole cálidamente.
—Steph ¿cómo estás?
—Bien, sólo pasaba a saludarte, mi entrenamiento recién termina.
—Eso es genial, por cierto-
—¿Y yo estoy pintada o qué? —preguntó cruzándose de brazos Rebecca.
El moreno sonrió divertido.
—¿Pintada? me pareció sentir tu mirada durante toda la clase.
—Puede ser, quien sabe —le dijo sonriendo con diversión.
Lizeth los observó a ambos y suspiró, los dos eran iguales... de idiotas, era obvio que sentían lo mismo, pero ninguno daba el pasito que faltaba.
—Mi papá me espera, los veo luego.
—Claro, saluda al abuelo por mi.
—Lo haré —exclamó saliendo por el pasillo.
—¿Y tú que harás? —le preguntó sonriendo.
—No lo sé, quizás podrías llevarme hasta mi casa, ¿trajiste tu moto?
—Sí.
—¡Fantástico! andando entonces —le dijo tomándolo del brazo.
Él sonrió y juntos caminaron por los pasillos.
—Oye, tengo una pregunta.
—¿Cuál?
—Actualmente, ¿Luca tiene novia o está disponible?
—¿Por qué? —preguntó en un tono serio.
Ella levantó la cabeza y lo observó con una sonrisa traviesa.
—Sabes, mejor lo averiguo yo ¿me pasas su número?

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