SECUELA -PARTE OCHO-

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Antes de empezar con el capítulo, les quiero agradecer enormemente de corazón. Sin ustedes amores míos, nada de esto sería posible.
¡500k! Es algo único, maravilloso, jamás creí que llegaría a este número, muchas gracias ❤❤❤
Segundo, me gustaría pedirles por favor, si ven plagio, denuncienlo.
Si en alguna ocasión, se encuentran con una historia que les resulte muy parecía a esta, avisenme.
Entendí que la solución no era eliminar mi novela, ni borrar capítulos. Que con eso, solo beneficiaba a aquella persona que lo hizo.
Que no era justo para ustedes, ni para mi.
Su tiempo y el mío invertido aquí, es algo que no volverá, y es algo que aprecio mucho.
Lamento mucho a los que decepcioné, y les agradezco una vez más a aquellos que supieron entender y esperar.
Gracias! Ustedes son únicos ❤❤ me llenan el corazón 😍❤

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—¿Y bien?
—Pues, no pudo averiguar mucho Aiden. Sabes que estos temas son confidenciales, y ni para Steve hasta a su alcance.
—¿Pero que pudo descubrir?
—¿Para qué quieres saber de él en primer lugar? ¿sigues desconfiando luego de lo que ha hecho por Lizzie?
Negó con la cabeza, y se pasó una mano por el cabello, frustrando.
—No, no es eso Josh, sé que quizás creas que es una estupidez, pero no lo sé, todo me resulta muy extraño.
—¿Qué cosa? —le inquirió confundido.
Se desabotonó los primeros botones de su camisa, y le mostró un mancha marrón que tenía debajo de su cuello, en el lado izquierdo.
—Esto, es una mancha de familia, la tenía... Mi padre —pronunció apretando los dientes.
Su padre era un asunto, que a pesar de los años que habían pasado, no había superado.
—La tiene Lizzie, y... La tiene Noah.
Abrió sus ojos desconcertado, y entonces, todo quizás comenzaba a tener sentido.
—Aiden, ¿tú crees que él...?
—No pude estar cuando nació mi hijo, estaba inconsciente, y tampoco dejaron entrar a James para estar con ella. Él me aseguró que no escuchó al bebé llorar, pero que si vio que se lo llevaban rápido a otra habitación, luego de eso... Le dijeron que estaba muerto.
—Pero Aiden-
—Ellos querían a nuestro hijo Josh —lo interrumpió, serio—. Siempre lo quisieron, por eso nos fuimos con Ann, ¿Y por qué no? ¿por qué no podría ser él mi hijo?
—Ese muchacho debe tener cerca de treinta años.
—Dame lo que Steve haya averiguado, lo que sea.
El castaño suspiró y le pasó una carpeta amarilla.
—Escucha, termina de leer esto, y lo quemas, ¿okay?, iré con Tessa y Becca, si necesitas algo más, solo llámame.
—Gracias Josh, lo haré.

-o-o-o-o-

—¿Cómo te sientes mi amor? —le preguntó Nina acariciando la frente y el cabello de Noah.
—Bien, solo un poco cansado.
Sonrió y se inclinó hacia adelante, besando sus labios.
—Estaba preocupada por ti.
—Pero yo estoy bien mi amor —le aseguró con una sonrisa, tomándola de una de sus manos.
—Noah, ésta mañana me dieron los resultados de tu análisis.
Se sentó en la camilla al escuchar aquello.
—¿Lo viste? ¿Qué dicen?
—No lo quise abrir, estaba esperando que tú despertaras.
—¿Y Stephan?
—Se quedó dormido —le dijo sonriendo antes de correrse.
En la camilla de al lado, estaba durmiendo el pequeño moreno.
—¿Quieres... Leerlo por mi? Estoy nervioso.
Sonrió con ternura antes de besarlo y tomar el sobre.
—Okay, veamos que dice aquí.

-o-o-o-o-

Las alarmas de seguridad, sonaron en todo el edificio.
Su corazón comenzó a latir con fuerza, agitado de estar corriendo.
Miró hacia adelante, mientras sus ojos poco a poco terminaban de cambiar de color azul a café.
Y su cabello comenzaba a aclararse.
Se llevó una mano al estómago, sintiendo nauseas, mareos. Su cuerpo no terminaba de asimilar la droga que le habían suministrado minutos atrás.
El sonido de sus pies delcanzos, se ocultaba debido a la incesante alarma.
"Esto no es un simulacro. Sujeto de prueba cero tres cuarenta y cinco, fuera de área..."
Se agachó al escuchar pasos acercándose a él, escondiéndose detrás de un escritorio.
Debía huir cuanto antes de ahí... O lo asesinarían.

-o-o-o-o-

—¿Q-Qué? —pronunció aturdido.
Su mujer se encontraba en el mismo estado que él, sin poder creer lo que acababa de leer.
—No es posible, de seguro... Se han equivocado, mezclaron los resultados, la información de la compatibilidad de la médula.
Nina respiró profundo, dobló el informe y se sentó junto a Noah en la camilla.
—Amor.
—No Nina —la interrumpió—. Esos resultados están mal, además, no tiene sentido ya esto.
—Noah escúchame.
—¿Qué?
Miró esos hermosos ojos azules, que tanto temor expresaban.
—Mi amor, ¿Por qué no podría ser posible?
—Ellos tienen menos años que yo Nina, es... Es contranaural, es imposible.
—¿Recuerdas las CCC de las que nos habló Josh? Pues... Mientras tú estabas realizando el trasplante de médula, hablé con él y su mujer, y me explicó un poco de que tratan esos dispositivos.
—¿Cómo podría él conocerlos?
—Su padre los diseñó. Son cápsulas de contención de crecimiento Noah, ¿comprendes? Con ellas pueden acelerar el crecimiento de cualquier ser vivo.
—¿Ellos las usaron en humanos?
—Es lo más probable amor, y si es así, podrían ser ciertos estos resultados.
—Nina, esa niña tiene tres años, Aiden... A-Aiden debe tener al rededor de treinta, no, no esto no está bien.
—De acuerdo amor, lo hablaremos luego ¿okay? —le dijo abrazándolo, depositando un beso en su mejilla.
La abrazó a él y asintió con la cabeza, sintiendo un gran vacío en su pecho.

-o-o-o-o-

—¿Qué haces?
—Investigo unas cosas.
Se acercó a él y lo abrazó, apoyando su mentón sobre su hombro, mirando la pantalla.
—Es muy tarde Aiden.
—Y es por eso que tú deberías estar durmiendo.
—No puedo dormir si no estás a mi lado.
Suspiró y la giró, para mirarla de frente.
—¿Cómo está él? —le preguntó acariciando suavemente su pequeño y abultado vientre.
Ann sonrió ante aquel gesto y colocó sus manos sobre las de él.
—Inquieto mi amor, ¿por qué hablas del bebé como si fuese varón?
—No lo sé, así lo siento.
—¿Te gustaría que fuera varón?
—Después de todo lo que hemos pasado Ann, lo único que quiero es que nuestro bebé nazca sano.
—Lizzie estará bien, está respondiendo favorablemente al tratamiento.
Tomó una profunda respiración y la tomó de las manos.
—Ann, escucha, hay algo importante que debemos hablar.
—¿Qué cosa? —le inquirió preocupada.
—Sabes que yo te cuento todo, no me gusta ocultarte las cosas.
—Aiden me estás asustando, ¿qué ocurre? ¿Es algo malo?
—No, no, no es algo malo.
—¿Entonces?
—Cuando fui a ver a Noah, vi algo en él que captó mucho mi atención.
—¿Qué?
—Él tiene la misma marca en el cuello, que tiene lizzie, que tengo yo... Que tiene mi padre —suspiró con pesar.
—Pero, creí que esa marca, era algo familiar, no lo comprendo.
—Y lo es Ann, y quizás exista la posibilidad de que Noah esté relacionado con nosotros.
—¿Con nosotros? ¿Algo así como tu hermano?
—No amor, pero me gustaría que tú te hicieras un análisis con él, solo para despejar dudas.
—¿Yo? —Preguntó abriendo los ojos confundida—. ¿Por qué?
—El ADN mitocondrial, solo se transmite de madre a hijos.
—A-Aiden-
—Solo una muestra Ann, ni siquiera deben sacarte sangre.

...

Nota: Creo que el próximo capítulo, es el último😥😢
Nota2: Ya nos adentramos en el libro cuatro con ese fragmento 👀❤

Muñecas de compañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora