Muñecas de compañía

IX

¡Ey! ¿De nuevo aquí? Y después dicen que soy malvada 😜 jajaja
Okay, no sé si podré actualizar el miércoles, y ante la duda, mejor hoy :3
Estaré un poco ocupada esta semana.
¡Disfruten el cap! 😁

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Un grito rompió el silencio de la habitación, seguido de muchos más, súplicas, y más gritos de dolor.

―Me gusta amansar a mis chicas antes de probarlas ―pronunció antes de golpearla por segunda vez con un látigo, por todo el cuerpo―. Me excita tanto.

―Por favor, ya no ―suplicó llorando desconsolada―. ¡Pare!

Soltó el látigo, y le dio un fuerte puñetazo, aturdiéndola.

―¡No te atrevas a hablarme sin mi consentimiento! ―le gritó con rabia, antes de continuar azotándola.

―o―o―o―o―

―Josh, esto te saldrá muy caro. Son más de las tres de la madrugada, y tú aquí jodiéndome para que busque una maldita matrícula.

―Esto es muy importante, secuestraron a una mujer.

―¿Y por qué demonios no llamaste a la policía? esto-

―Solo búscala, luego te explico bien ―le murmuró al ver la molestia por parte de Aiden.

Lo que menos quería, era que Aiden golpeara a otro de sus conocidos.

―Lo tengo ―suspiró el tercer muchacho—. es un tal Gustav O'Neill y él-

―¿O'Neill? ―exclamó Josh aturdido.

―Sí, él es el dueño de esa camioneta y vive en...

Aiden lo observó aturdido, sin poder seguir escuchando más nada. Sólo quería encontrar a ese desgraciado.

Ahora tenía otro motivo para hacerlo pagar.

―o―o―o―o―

Se corrió un mechón de cabello hacia atrás, manchando parte del mismo y su frente con sangre.

―¿Quién demonios se atreve a molestar a éstas hora? ―se preguntó con molestia, acercándose a una de las paredes laterales de la puerta.

Apoyó su mano contra un panel, y junto a el, apareció una pequeña pantalla, revelando en la imagen a un joven castaño, sonriendo y mostrándole un maletín.

"―Señor O'Neill, no puede esperar hasta mañana, tengo un viaje temprano en unas horas ¿Le parece si cerramos el trato ahora? De lo contrario, tendrá que esperar hasta el próximo mes. Tengo muchos viajes de negocio por realizar."

―Claro que sí ―pronunció con una sonrisa casi de oreja a oreja―. Deja me arregle un poco y bajo enseguida ―le dijo antes de quitar la mano del panel.

Su noche no podía ser mejor.

―Volveré luego contigo, cariño. Debo arreglar algunos asuntos ―expresó antes de marcharse.

―Tranquilo Aiden, sé que saldrá. Conozco a este tipo, ha estado por meses intentando que invirtiéramos en su empresa.

―Yo solo quiero entrar ahí y sacar a Ann ―gruñó el muchacho.

―o―o―o―o―

Se lavó el rostro, un poco el cabello, y se colocó rápidamente su mejor traje, para luego bajar hacia su sala.

Abrió la puerta, y se sorprendió de ver a Josh, pero sobre todo, a Aiden.

―O'Neill, que sorpresa vernos ―pronunció el rubio antes de darle un fuerte puñetazo en la nariz, haciéndola sangrar―. Eso fue por despedirme.