V

105K 11K 3.2K
                                    

Estaba ¿Emocionada? ¿Ilusionada? No lo sabía con exactitud, pero había logrado tener todo listo para las nueve y media.

Aiden pronto llegaría del trabajo, aquel día salía temprano, por lo que se encontraría con la casa y la cena lista para la ocasión.

Se quitó el delantal, y cuando se estaba por dirigir a la habitación, la puerta de entrada se abrió, revelando al rubio.

―Aiden ¿Cómo ha estado tu día?―lo saludó ella con una suave sonrisa en sus labios, acercándose a él para recibirlo.

―¿Tienes todo listo? ―le inquirió dándole su maletín y pasando por su lado, aflojando el nudo de su corbata.

―Sí, la cena ya casi está lista y todo preparado.

―¿Qué has preparado? ―preguntó quitándose el saco, dirigiéndose al baño, y ella por detrás recogiendo sus cosas.

―Pues... carne al horno con-

―Josh es vegano ―pronunció con molestia.

Miró hacia abajo.

―Lo siento, yo no lo sabía ―murmuró desanimada.

Bufó molesto y entró al baño.

―No sé porqué no me sorprende ―pronunció cerrándole la puerta en la cara.

La observó por un momento y luego suspiró, no había forma, Aiden jamás la felicitaría por nada.

Escuchó el ruido del agua correr y cerró los ojos.

―¿Puedo hacer algo para compensarlo?

Esperó unos segundos y cuando estaba a punto de marcharse, ya que sabría que él no le diría nada, escuchó su voz.

―No, cuando salga del baño iré yo a comprar algo preparado.

―Pero podría ir yo Aiden... solo dime donde es.

―No necesito que me provoques más problemas o retrasos, lo último que necesito es que te pierdas por ahí.

―Lo siento ―murmuró saliendo del pasillo.

El rubio suspiró y chasqueó la lengua, no tenía tiempo que perder.

La observó por un momento, y extendió su mano para tomar la suya, y hacerle una suave caricia con su dedo pulgar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La observó por un momento, y extendió su mano para tomar la suya, y hacerle una suave caricia con su dedo pulgar.

Sonrió divertido, sin apartar la vista de la carretera.

―Luces hermosa.

―Eso no funcionará Josh.

―Vamos Tessa, cambia la cara, ya bastante tendré que soportar el mal humor de Aiden.

―Y quizás debiste haber escuchado a tu amigo y no realizar esta cena.

―Ya te expliqué el motivo, cariño ―le dijo girando hacia la izquierda―. Hasta es una buena oportunidad para que tú conozcas mejor a Ann. Cuando estuvo en casa, ni quisiste salir a saludarla.

Muñecas de compañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora