Eduardo y Poncho bajaron el equipaje mientras Ela y Maite me llevaban hacia la casa, miré la gran propiedad sintiéndome algo incomoda.
Seguí a las dos mujeres hasta la cocina y me quedé parada mientras ellas comenzaban a sacar lo necesario para la cena.
- No mordemos-, exclamó Maite y yo sonreí.
- Lo siento es solo que esto es extraño-, susurré y Ela me sonrío.
- Tranquila...viniste hasta aquí por Poncho eso es más que suficiente-, susurró y yo solo sentí mi cara arder, si ella supiera lo que él y yo habíamos acordado, esas palabras tendrían un significado muy distinto.
- Puedo ayudarles...-, dije tratando de ser amable, Ela me dio unos cubiertos y me indicó para que la siguiera, llegamos a un gran comedor.
Poncho iba entrando con su padre, me vió y me sonrío como infundiéndome confianza, solo unos segundos antes de acercarse para susurrarme al oído.
- Hubiera sido mejor si trajeras esa falda-, se burló y yo negué con la cabeza mientras Maite nos miraba soltando una risita.
Ela había preparado una gran cena para recibirnos, la comida estaba realmente deliciosa, y yo comencé a sentirme un poco más segura.
- Aún no puedo creer que estés aquí después de todo este tiempo...-, dijo Ela mientras yo sentía a Poncho tensarse levemente al lado mío.
- Lo siento de verdad...pero mis padres viven separados desde hace unos años y bueno aprovecho el mayor tiempo para pasar con ellos, ya saben uno a la vez-, susurré y Ela sonrío.
- Lo importante es que estas aquí-, dijo Eduardo mientras Poncho me miraba con un atisbo de agradecimiento.
- Mañana será un maratón de películas por la noche-, dijo Maite mientras yo le sonreía.
- Claro...-, dije y Maite miró a su hermano.
- Me agrada de verdad-, dijo haciendo que yo mirara a la mesa algo avergonzada.
- Tal vez mañana puedan acompañarme a mirar unas nuevas técnicas de remodelación hay algunos materiales muy prácticos hoy en día-, sugirió Ela mientras vi como Eduardo miró a Poncho con algo de cautela.
El me miró y yo no supo qué hacer, casi por instinto tome su mano, miré a Ela y asentí.
- Me parece perfecto, Poncho necesita saber todo lo que pueda o no...-, dije y los padres de Poncho me sonrieron gratamente.
- Te atraparon hermanito-, dijo Maite y ahora fue el turno de Poncho para reír.
- No tienes idea-, murmuró viéndome y yo le saque la lengua a lo que todos se echaron a reír.
La cena terminó mientras cada integrante recogía sus platos, yo seque algunos trastes junto con Maite y esta se despidió pues tenía escuela temprano.
- Deben estar cansados...tu maleta ya está en la habitación-, me dijo Ela viendo a Poncho sentado en el desayunador con su papá.
- Buenas noches...Ela...Eduardo-, susurré.
- Buenas noches hija-, susurró Ela haciendo que me tensara por completo, Poncho me tomo nuevamente de la mano y subimos las escaleras, fuimos hasta el final del pasillo de la planta alta y él se paro en la última puerta.
- Mi habitación-, susurró y lo miré confusa.
- Recuerdas...nosotros dormimos juntos-, murmuró rodando los ojos y yo levante mis manos hacia mi sien señalando mi falta de memoria.
Entramos y vi mi maleta debajo de un sillón de cuero negro, había varios libreros, llenos de discos y algunos libros, una gran cama y un buró, la puerta de lo que debía ser el baño y un gran ventanal.
- ¿Te gusta?-, susurró Poncho no muy seguro de que mas decir.
- Si...es muy tu...el tu verdadero-, dije y el sonrío.
- Bien porque no te duchas primero-, sugirió, yo asentí algo nerviosa, prefería mil veces las presentaciones a dormir con el...o quizás la anticipación de algo que no estaba segura en qué momento pasaría me dejaba hecha nudos.
Me di una ducha rápida y me puse mi pijama que consistía en un short y una camisita de tirantes, en color lila, Poncho se metió a bañar después mientras yo cepillaba mi cabello y miraba meticulosamente la habitación, me senté en la cama y hojeé un libro que se encontraba en el buró.
- 100 años de soledad-, susurró Poncho mientras yo cerraba el libro.
- Muy adecuado-, le dije y el sonrío, tenia puesto unos pantalones de dormir y el torso desnudo, y yo estaba conteniendo el aire.
- Esto es extraño ¿no?-, susurró él sentándose a mi lado.
- No...en serio...tus padres están...bueno no estoy segura en donde pero si en la misma casa...me creen la novia del año...ah sí y tengo un acuerdo que si mal no recuerdo yo ya cumplí y tu no-, dije mientras el hermoso hombre frente a mi reía.
-Sabes te ves distinta sin lentes-, susurró mientras me veía.
~........~
En realidad decía la verdad era como mirar a la misma persona en una nueva faceta, con su cabello mojado y su cara pálida, sus ojos por fin sin barreras, esos hermosos y profundos ojos negros viéndome con cautela y complejidad.
- Tú te ves distinto sin camisa-, dijo ella con voz tonta y yo sonreí.
- Todo es broma para ti-, le dije y ella negó.
- Lo hago cuando estoy nerviosa-, dijo en tono bajo.
- Así que le hacías bromas a tus... "juguetes"-, dije en tono burlón para aligerar el ambiente repentinamente tenso.
- No...- dijo sarcásticamente- sirve mucho que no parezcan monos parlantes-, dijo y no pudo evitar soltar una carcajada en voz baja.
- Y lo vuelves a hacer-, le recriminé.
- ¿Qué?-, preguntó confundida.
- Bromear-, susurré con mi mejor sonrisa en los labios.
- Tal vez deberías dejar de...-, comenzó a hablar pero se detuvo cuando sintió como me acercaba a su cuello.
-Poncho...-, dijo llamando mi atención, mi aliento rozo contra su piel haciendo que se mordiera el labio.
-Relájate...-, le susurré antes de besar su cuello lentamente, comencé sabiendo que era la parte del acuerdo restante, la cara de felicidad de mi madre al conocerla y al hablar con ella había sido suficiente por este día, Ela estaba FELIZ, Any había cumplido con su parte del trato y por eso me acerque a ella porque ahora era mi turno de cumplir... pero en este momento me sentía perdido entre las sensaciones que me provocaba cada roce de mis labios en su piel no creo que podría detenerme...quizás ni siquiera si ella me lo pidiera.
PD. Comienza lo bueno :)

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El acuerdo perfecto (AyA)
Hayran Kurgu- ¿Cuánto me costaría acostarme contigo?-, dije recordando mi clase de tácticas de negocios, esto era un negocio, confianza, seguridad y voz clara...eran las actitudes necesarias. Anahi Puente una de las chicas más responsables de la universidad, nu...