El acuerdo perfecto (AyA)

34.

- ¿Siempre es así? – preguntó Any.

- Cuando fue el viaje para su graduación el niñito dijo que quería ir a Disney y solo diré que Chris tiene prohibido acercarse a algún muñeco si visita nuevamente alguno del parque- Any empezó a reír mientras yo la tomaba de la mano y nos dirigía detrás de la familia para empezar el descenso.

- Que pudo haber hecho que fuera tan malo- cuestionó entre risas.

- Creo que no te gustaría saber- bromeé mientras Maite se acercaba a nosotros junto con Mane.

- Hey chicos,  ¿Quieren pasar por la playa al bajar?- preguntó mi cuñado.

- Claro -dijo Any mientras me veía esperando mi aprobación.

- Lo que tu quieras- dije mientras acariciaba su mejilla.

~........~

Me sentía realmente feliz todo era perfecto y Poncho era increíble al igual que toda su familia… que toda mi familia ya que para estas alturas los sentía así como la familia que NUNCA había tenido una real.

Decidimos pasar a la playa antes de ir a comer, duramos unos 30 minutos para bajar, al llegar los primeros en dirigirse al mar fueron Chris, Mane y Maite. Dulce decidió tomar un poco de sol y aprovechar antes que atardeciera, Eduardo y Elena fueron a tomar algo y Poncho y yo caminábamos por la playa.

- ¿No quieres ir al mar?- preguntó mi novio.

- Si tu quieres- dije y aunque traté de sonar convincente no lo hice ya que Poncho se volvió frente a mí y preguntó.

- ¿Qué pasa?- dijo mientras frotaba sus manos en mis brazos.

Pero como le explicaba que a pesar de todo lo que habíamos pasado juntos, aun me daba un poco de pena estar frente a él y los demás semi-desnuda

- Dime amor ¿qué pasa?- preguntó nuevamente

- No es nada… es solo que… me da un poco de… un poco de pena- él lo considero un momento casi sin entender de que hablaba y de repente se soltó a reír y me abrazó.

- Eres tonta Puente… eres la mujer más hermosa que he visto y no tienes nada de qué preocuparte, aunque claro tal vez yo sí, ya que imagino las miradas de los tipos que están aquí al verte- susurró.

- Si claro y dices que no eres posesivo- bromeé.

- Solo con lo que es mío y tu mi querida dama eres MIA y ahora vamos cámbiate y vamos con los demás- ordenó mientras nos dirigíamos a donde se encontraba Dulce, al llegar empecé a levantar mi vestido y a descubrir el diminuto bikini rosa que Maite se había empeñado en darme.

Al mirar a Poncho me sorprendí aunque también me agradó su reacción tenía los ojos muy abiertos y me analizaba de arriba abajo con una mirada que solamente me hacía sentir HERMOSA, DESEADA, SEXY.

- Tienes razón, ponte de nuevo el vestido mejor nos vamos- dijo seriamente acercándose a mi.

- Por ningún motivo permitiré que alguien te vea así estas demasiado hermosa- yo solo sonreí mientras lo besaba.

- Vamos chicos que esperan- gritó Maite desde la orilla, Poncho se quitó su camiseta dejando al descubierto unos muy definidos abdominales nada exagerado solamente lo necesario para volverte loca por tocarlos y yo podía hacerlo.

- ¿Te gusta lo que ves?- susurró engreídamente con una sonrisa en sus labios.

- Mucho - dije mientras con mis manos lo acariciaba desde su estomago bajo hasta sus hombros y lo sentía estremecerse ante mi caricia.

- No hagas eso- casi gimió en mi oído.

-  ¿Porque?- pregunté inocentemente mientras me acercaba mas a él pegando mis senos en su pecho.

- Mejor vamos al agua- dijo con voz ronca mientras me jalaba del brazo y yo reía.

Estuvimos largo rato en el agua entre juegos y bromas por parte de Chris, ya estaba empezando a atardecer así que todos salimos a sentarnos en la orilla.

- Es hermoso- dije mientras veía los hermosos colores y el sol escondiéndose en el mar.

- Yo estoy viendo algo más hermoso- aseguró Poncho quien me tenia abrazada por la espalda y posaba sus manos en mi cintura, me volví a él para ver que miraba, pero solo lo encontré mirándome a mi, sonreí tontamente al entender su halago y él me volteó y me besó tiernamente, sus labios se movían suavemente contra los míos sin prisa, sin apuro suavemente mordió mi labio inferior acariciándolo con su lengua y yo le di entrada para profundizar ese delicioso beso,  cada terminación de mi cuerpo tembló ante las sensaciones que él me provocaba mientras una maravillosa electricidad recorría mi cuerpo y terminaba por instalarse en mi estomago estallando en un millón de mariposas, esto era increíble, esto era amor puro y sincero amor.

- Te amo- susurró Poncho casi como si leyera mis pensamientos.

- Y yo a ti-dije con mis manos alrededor de su cuello acariciando su cabello.

- Vamos- dijo mientras me tomaba por la cintura y en ese momento me percaté de que estábamos solos, los demás se habían ido.

- ¿Donde están?- pregunté mientras caminábamos.

- Se dirigieron al restaurante, ahí nos esperan para comer- respondió en voz baja mientras me acercaba mas a él, caminamos abrazados hasta llegar al lugar donde se encontraba el resto de la familia, todos probamos diferentes platillos y hablamos del maravilloso día que habíamos tenido.

Al ser las 9:10pm Poncho y yo nos dirigimos a nuestro Bungaló estábamos demasiado cansados por el viaje, el recorrido al volcán y el recorrido por la playa.

- Me voy a bañar ¿vienes?- dijo Poncho mientras me abrazaba.

- Creo que lo mejor será que vayas tu primero, luego iré yo- respondí mientras sonreía y Poncho hacia un adorable puchero.

- Tu te lo pierdes-bromeó mientras se dirigía al baño.

Busqué una pijama corta ya que el clima era caliente, esta consistía en un minúsculo short y una camisa de tirantes.

Empecé a elegir el conjunto que utilizaría mañana para la cena con Poncho, escuché como se abría la puerta del baño así que guarde todo rápidamente mientras me dirigía al baño y al pasar a su lado me tomó por la cintura y me dio un delicioso beso yo sonreí al separarnos.

-Te espero en la cama, no tardes preciosa- advirtió y yo le di un casto beso antes de cerrar la puerta, me di un relajante baño, el agua tibia era casi como un masaje mientras resbalaba por mi cuerpo tome una toalla y me seque para minutos después salir con mi pijama puesto.L y ver a Poncho en la cama con un libro, el alzó la vista y me sonrió al ver que lo miraba.

- Ven pequeña-susurró suavemente, así lo hice, me acerqué a él y abracé su pecho desnudo ya que el solo estaba en un bóxer.

- ¿Estas cansada?- preguntó.

-Sí, ¿tu?- devolví.

- Estoy muerto, fue un día muy largo- resolvió.

- Si-coincidí mientras bostezaba.

- Duerme amor-susurró Poncho mientras me abrazaba y yo recostaba la cabeza en su hombro.

"Te amo" fue lo último que escuche antes de caer por completo en el silencio de mi subconsciente durmiendo acompañada del mejor hombre del mundo y con la sensación de sentirme por completo llena. Él era el hombre de mi vida era todo lo que podría pedir con quien podía hablar, bromear, hacer el amor o simplemente dormir en sus brazos con la certeza que me amaba, sin importar la situación en la que estuviéramos y el saber que no era necesario una noche de pasión para amarnos locamente era simplemente hermoso.