10.

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Había sido una noche fabulosa en la que le había cumplido a Any mi promesa de que no dormiría, ni siquiera recuerdo en qué momento fue que ella quedo tumbada sobre mi pecho mientras ambos estábamos exhaustos y yo acariciaba su espalda hasta que caímos en un profundo sueño......Any era diferente a todo lo que yo conocía y ahora mismo disfrutaba cada segundo con ella... lo primero de lo que fui consiente al despertar fue del roce de su aliento en mi oído mientras me decía de una forma burlona que me levantara mientras hacía referencia a nuestra provechosa discusión de anoche... la perfección... GUAOOO y si que era perfecta casi puedo sentir sus caricias sobre mi cuerpo aún... simplemente increíble... aún cuando no quería tuve que levantarme por insistencia de Any que decía que pronto llegaría mi hermano... ella se bañó primero y yo alisté mi ropa mientras esperaba a que saliera para ducharme yo, era raro sentir esa incomodidad que me embargaba cuando ambos estábamos haciendo algo personal como cambiarnos... y sabía que ella se sentía igual mientras la miraba como cepillaba su cabello de pronto bostezó de una forma muy tierna... de seguro se sentía muy cansada por la ajetreada noche que tuvimos sonreí sin poder evitarlo al recordar.

- Te ríes de tu delito... criminal- me acusó y yo no pude evitar reír más fuerte ante sus ocurrencias.

- OH si soy culpable-, le dije mientras que lentamente me acercaba a ella ya veríamos si todo era mi culpa... la miré a los ojos dejándola ver en ellos todo el deseo que me producía el tenerla cerca... mirarla... podía notar como sus ojos se abrían un poco mas y su respiración se aceleraba ante mi clara insinuación de acariciarla... por lo que decidí seguir el juego de sus burlas y le dije.

- Los lentes-, mientras se los quitaba y ella rodaba los ojos entendiendo que quería burlarme de ella por responder a mi cercanía... entonces me acerque más y susurre en su oído

- Lo ves no se puede culpar a alguien si la victima esta tan dispuesta-, le dije mientras casi me perdía en el delicioso aroma que emanaba de su piel.

- Si claro Herrera...-, dijo mientras me quitaba los lentes haciéndome creer que no era así y que ella no estaba tan dispuesta como yo, SABÍA que no lo iba a admitir, eso lo veremos.

- Admítelo Any, hay que ser sinceros con uno mismo...-le aconsejé un poco divertido ante su mirada... aunque quizás debería tomar ese consejo para mi pues hablando claro, si era cuestión de disposición el pensar en esperar hasta que cayera la noche para cumplir con mi parte del trato me dejaba demasiado...exasperado.

Ella sonrío antes de acercarse a mí aun con los lentes en la mano.

- Lo admito...me encanta tener sexo contigo... murmuró contra mis labios mientras yo jadeaba levemente y buscaba sus labios.

- Lo ves...todo es cuestión de admitir-, dijo ella dejándome ahí parado mientras sonreía burlonamente, RAYOS como lograba darme siempre de mi propia medicina por un momento creí que era yo quien tenía el control y al otro es ella quien me tiene acorralado y deseando tirarla en la cama y no salir JAMÁS de este cuarto.

- Empate-, admití rindiéndome al darme cuenta que caí en mi propio juego, ella solo puso una sonrisa de victoria en su rostro mientras jalaba de mi mano para salir de la habitación.

Encontramos a una Maite algo impaciente sentada en el desayunador de la cocina, Any saludó con una sonrisa mientras yo reía al saber el motivo del nerviosismo de mi hermana. Nos servimos algunas media lunas que mamá había dejado antes de irse.
Nos sentamos frente a mi hermana, Any no pasó por alto las miradas furtivas de Mai al reloj, el movimiento continuo de sus manos a su cabello o su blusa, estaba radiante con unos jeans y una linda blusa, hasta un lazo en el cabello.

- ¿Pasa algo Maite?-, preguntó Any tratando de que ella no se molestará ante su curiosidad.

- No-, contesto ella en modo algo ausente.

- Mi hermanita se pone así cada vez que Mane viene-, susurré sonriente mientras Any me miraba con lanzas en los ojos... ¿Qué pasa? Me dije a mi mismo, y seguro ella leyó la pregunta en mi rostro porque enarcó una ceja y me miró fijamente... y leí la pregunta en su rostro ¿Quién diablos era ese?, lo había olvidado cuando le enseñe a Any la foto de mi familia le hable de la esposa de mi hermano pero no le conté sobre el hermano menor de esta...sonreí rodando los ojos sin que Maite estuviera poniendo demasiada atención, al entender y darme cuenta de su nerviosismo.

- El hermano de Dulce recuerdas...te hable algo de él-, susurré ella solo atinó a responder un leve "OH...".

- No le hagas caso-, replicó mi hermana en tono bajo.

- Por Dios hermanita si se te nota a leguas que babeas por él-, anuncié mientras Any me daba un codazo.

- ¿Qué?-, le pregunté con el ceño fruncido.

- ¿Mane viene con Chris y Dul?-, inquirió Any esperando que los nombres fueran correctos.

- Si...vive con ellos desde que sus papas murieron-, contestó Maite viendo al reloj nuevamente.

- Es de tu edad-, inquirió mi "novia" y Maite asintió sonrojada.

- Y espera a que aparezca...será peor que cualquiera de tus sonrojos cuando este frente a Mane-, susurré al oído de Any sin poder detenerme. Prácticamente nuestro contacto físico durante el día era escaso, pero yo estaba decidido a darme ciertas libertades.

Any recompuso la voz antes de hablar, si seguía respondiendo así ante mi cercanía, este sería un día demasiado largo.

- ¿Te gusta?-, preguntó mientras Mai negaba tenuemente.

- No solo es mi amigo...cuando sus papas vivían aquí... Dulce y él se pasaban horas en la casa cuando aun éramos niños-, susurró.

- Tú aun eres niña-, contesté burlonamente y Any rodó los ojos.

- Al igual que tú...adolescente precoz-, me replicó Any y mi hermana soltó una risita.

- Además el tiene novia...la última vez que vino se la paso hablándome de ella-, suspiró mientras parecía convencerse a sí misma.

- Bueno pero eso no impide que te pueda gustar-, admitió Any.

- Pero es muy incomodo que hable de su perfecta Vane...si lo vuelve a hacer tendré que comprarme tapones para los oídos-, murmuró y yo rodé los ojos, ante las exageraciones de mi hermana.

- O puedes atacarlo de la misma forma-, sugirió Any ganándose la atención de los dos.

- ¿Cómo?-, preguntó Mai con un asomo de sonrisa bailando en sus labios.

- Si él te habla de su perfecta novia...tú cuéntale sobre alguien especial para ti....la misma moneda-, dijo mientras Maite lo pensaba.

- Pero en realidad no hay nadie-, admitió triste.

- Pero él no lo sabe-, continuó mi diabólica "novia" en un susurro y Mai sonrió.

- Estoy pensando en alejarte de mi pequeña e inocente hermana Anahi Puente-, anuncié y ella simplemente me saco la lengua.

- Por eso soy perfecta para ti...si fueras pequeño e inocente no podrías estar a mi lado-, bromeó Any y yo asentí sonriendo.

- Claro tuve que convertirme al lado oscuro...solo para seguirte amada mía-, y esta vez los tres nos echamos a reír.

Minutos después se escucharon las puertas del auto y Maite se adelantó a abrir, Any se veía algo nerviosa, pero su rostro cambió a sorpresa cuando la sostuve de la cintura atraiéndola hacia mí.

No estaba seguro de los límites de mi contacto para con ella pero podía ser su amigo, un amigo que la apoyaba, había aprendido a identificar cuando ella estaba nerviosa y este era uno de esos casos.

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Que opinan ustedes, ¿Hay o no hay amor?

El acuerdo perfecto (AyA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora