El acuerdo perfecto (AyA)

27.

Tragué mientras la veía tirar la prenda y moverse para pasarse al asiento del copiloto y sentarse sobre mí, aun permanecíamos vestidos salvo por esa excepción en la que no podía dejar de pensar.

- Any... no traigo condón... y amor ya se nos ha olvidado un par de veces... y no es que tenga inconveniente pero no se tu... es que yo...-tartamudeé como un verdadero tonto no podía hablar algo coherente teniéndola encima de mi, pero antes que pudiera seguir ella puso su dedo sobre mi boca mientras tomaba el pequeño bolso que Maite le había dado y sacaba uno de esta.

- Es tuyo-, murmuró contra mis labios.

- No te molesta ¿o si?-, preguntó ella mirándome a los ojos, yo sonreí y la besé.

- No mientras sea para mi, mientras tú seas para mí-, murmuré mientras ella me besaba y yo buscaba camino por debajo de su vestido, mi mano encontró su sexo húmedo, mientras Any enredaba las manos en mi cabello y hacia mucho más intenso el beso, yo comencé a acariciarla mientras ella se frotaba casi por instinto contra mí, no quería separarme, ninguno de los dos quería terminar los interminables besos, no importaba mucho el aire, yo introducía un dedo en ella haciéndola gemir en tono bajo mientras yo sonreía y besaba su cuello, acaricie su clítoris mientras ella cerraba los ojos.

- Poncho-, gimió mientras yo intensificaba las caricias y luego las volvía tortuosamente lentas.

- Any-, llamé mientras ella se encontraba con mi mirada.

- ¿Quieres ser mi novia?-, pregunté mientras mis caricias aumentaban, yo quería que para nosotros fuera verdad, que ella supiera que era mía, mi novia, que nuestra relación ya no era nada comparado a lo que pensamos seria, quería una relación con ella, la quería para siempre, ella se mordió el labio mientras trataba de responder y la verdad creo que yo no ayudaba mucho a su concentración, ella apretó mis hombros mientras yo introducía dos dedos.

- Si...soy tu novia-, gimió mientras yo sonreía.

- Para siempre-, murmuré yo mientras intensificaba los empujes de mi mano y ella llegaba a su orgasmo mientras buscaba de nuevo mis labios.

- Fue suficiente de juegos Herrera-, susurró ella mientras comenzaba a desabrochar mi pantalón, entre ambos logramos bajarlo para dejar libre mi evidente excitación Any sonrío y me besó mientras yo destapaba el condón, me lo puse casi con ansias y ella se levantó y se volvió a sentar mientras los dos siseábamos y gemíamos.

- Jamás me cansaré de sentirte así-, murmuré al oído de ella mientras ésta se movía y disfrutaba de la sensación de tenerme en su interior, llenándola por completo.

- ¿Somos novios entonces?-, preguntó ella en un hilo de voz.

- Eres mía...mi novia, mi mujer, mi amiga, mi negociadora favorita-, contesté mientras acariciaba sus muslos y ella se apoyaba en mí, asintió para moverse mejor, yo lleve las manos a sus caderas y comencé a seguir sus movimientos y a levantar las caderas mientras ella gemía cada vez más fuerte.

- Creo que hicimos las cosas en el orden equivocado ¿No crees?-, se burló ella entre dientes mientras yo no le daba tregua.

- Es nuestro orden particular-, contesté mientras una de mis manos viajaba hacia el clítoris de ella mientras ella me hacía entrar y salir sentí como su segundo orgasmo llegaba y yo aumenté los movimientos para que unos cuantos golpes más yo también disfrutara de esa sensación de éxtasis.

Any se quedo sobre mi pecho aun conmigo dentro, no nos movimos mientras yo sonreía al mirar los cristales del auto totalmente empañados, ella me miró y yo señale a la ventana.

- Esta fue la mejor noche de mi vida-, murmuró Any mientras yo la miraba.

Yo sonreí pero negué con la cabeza mientras mis manos la acariciaban por debajo del vestido.