Salí del hospital hecha una furia, toda tristeza se había ido, ahora estaba por completo enojada, caminé hasta encontrar un taxi y me dirigí a mi casa, era muy noche y tenía hambre.
Entré a mi hogar y di un suspiro de alivio, me dirigí a la cocina mientras repasaba en mi cabeza todo lo sucedido en las últimas horas, iba a ser madre, estaba embarazada, automáticamente mis manos se dirigieron a mi plano vientre y una sonrisa se formo en mis labios…. Un bebe…un hijo.
Empecé a divagar sobre mi bebé, si me gustaría que fuera niño o niña, que nombre le pondría, hasta que llegué al punto de soñar con que se parecería a Poncho que tuviera sus hermosos ojos, sus largas pestañas y entonces caí en la cuenta.
Poncho no estaba conmigo.
Nuevamente las lágrimas empezaron a caer por mis ojos. Le dije a Poncho que no lo quería a mi lado y que no era el hombre que amaba, mis ojos se abrieron como platos cuando fui consciente de mis palabras, porque sí, sí estaba muy enojada con el pero vamos a tener un hijo y yo lo amo.
Para este momento no paraba de llorar pensando cosas como que el se iría y no me buscaría nunca, que tendría que cuidar a nuestro hijo sola y luego explicarle que su padre no está con nosotros porque yo le dije que saliera de mi vida ¡Ay Dios!.
¿Pero qué me pasa? ¿Porqué soy tan trágica? quizás las hormonas del embarazo ya me están empezando a afectar. Si Poncho me ama el me buscará estoy segura ¿Pero y si no me ama? Tal vez no debí haberle dicho todo lo que le dije en el hospital, NO eso fue lo correcto, el debía saber cómo me hizo sentir y lo duras que fueron sus palabras y aun cuando reconozco que el actuó como cualquiera hubiese hecho ante tal escena debió de haberme escuchado y no lo hizo.
Con esos pensamientos me quedé dormida, fue una noche de sueño intranquilo, de esas en las que despiertas cada hora sin saber porque, aunque claro yo si sabia porque, mi preocupación de que Poncho y yo no volviéramos a estar juntos.
La mañana llegó demasiado rápido y tuve que empezar a arreglarme para ir a trabajar, mientras lo hacía me di cuenta que Poncho no había llamado ni se había aparecido por acá en toda la noche, nuevamente la tristeza se apodero de mi mientras me ponía mis aretes.
Estaba por salir del apartamento cuando sonó el timbre, un poco vacilante y temerosa me dirigí a la puerta y ahí frente a mi habían 9 hermosos arreglos florales y un chico de unos 17 años.
- Buenos días, ¿Es usted la señorita Puente?- preguntó mientras leía un papel.
- Si… soy yo- tartamudeé.
- Bien, esto es para usted, puede acomodarlo adentro si gusta- ofreció.
-Si…si claro- dije mientras con la mano le hacia una seña para que entrara- y… ¿Quién las envía?- pregunté.
- Oh… si claro… acá tiene…- me entregó una nota, con un poco en shock la tomé y la abrí.
Any… Sé que lo hice mal y tienes todo el derecho de estar enojada conmigo, te lastimé y créeme cuando te digo que esto me duele más a mí que a ti… fui un idiota, un completo idiota pero soy un idiota que esta perdidamente enamorado de ti… TE AMO cariño y no permitiré que mis errores nos separen… tendremos un bebé nena…un hijo… y casi seria el hombre más feliz de la tierra por este hecho…pero no lo soy… no lo soy porque te necesito a mi lado para estar completo… te necesito a mi lado para ser completamente feliz… déjame ser ese hombre al que amas nuevamente te prometo que esta vez no te fallaré… solo dame una oportunidad… y si no quieres dármela solo te advierto que no me daré por vencido… tu, ese extraño acuerdo y el bebé que crece en tu vientre son lo mejor que me ha pasado en la vida y JAMAS permitiré que se alejen, soy demasiado egoísta como para vivir sin ti… por favor amor solo dame la oportunidad de estar a tu lado.

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El acuerdo perfecto (AyA)
Fanfiction- ¿Cuánto me costaría acostarme contigo?-, dije recordando mi clase de tácticas de negocios, esto era un negocio, confianza, seguridad y voz clara...eran las actitudes necesarias. Anahi Puente una de las chicas más responsables de la universidad, nu...