36.

2.3K 130 3
                                        

- ¿Y eso es que? - lo insté para que siguiera.

- Bueno ya sabes que yo me voy a hacer cargo de la empresa Familiar- asentí en forma de respuesta.

- Pero lo que no sabes es que tengo un Fideicomiso BASTANTE grande que me dejaron mis abuelos al morir y ellos eran personas de mucho dinero y como solo tuvieron a Eduardo de hijo antes de morir decidieron repartir su fortuna entre sus tres únicos nietos: Chris, Maite y yo, con la única condición de que esta se nos entregaría al terminar una carrera universitaria y bueno pues estamos hablando de una cantidad muy GRANDE así que no debes preocuparte por nada- concluyó.

- Vaya - dije verdaderamente sorprendida, por supuesto, que ya había notado que la familia de Poncho tenía dinero pero nunca imagine que él lo tuviera.

- ¿Porqué no me lo habías dicho?-cuestioné.

- No había surgido la ocasión-dijo mientras se encogía de hombros.

- Así que hijos ¿eh?- pregunté y él sonrió y besó mi frente.

- Solo me aseguro que tu no tendrías problema con ello si pasara, después de todo hay posibilidades- dijo pero yo solo podía pensar en una cosa y es que el aun no me había dicho nada sobre lo que haríamos al volver mañana, yo tenía esa oferta de trabajo y era muy buena pero no quería separarme de él, sin embargo Poncho aun no me decía nada de que me quedara con él o algo lo que fuera ¿Y si el solo quería divertirse? ¿Y si en realidad no hablaba en serio cuando decía que me amaba y deseaba tener un hijo conmigo? ¿Y si no era así entonces por qué no me decía que me quedara?

Decidí soltar mis miedos y hablar claro con el de una vez por todas.

- Poncho - dije en un suave susurro.

- ¿Y que pasa con el trabajo que me ofrecieron en NY?- él se tensó automáticamente y me miró a los ojos mientras que por los suyos pasaba un remolino de emociones que iban desde la alegría a la tristeza pero justo cuando abrió su boca para contestar escuchamos la puerta sonar.

- Any - gritó Maite desde la puerta.

- Debemos irnos si quieres que todo este preparado- siguió Mai.

- ¡Es increíble!, no nos pueden dejar en paz -siseó Poncho y yo sonreí al ver su cara de frustración.

- Vamos, alistémonos porque esto sí es importante, hoy pasaras el día con los chicos ya que Dulce y Maite me van a ayudar a mí con lo que tengo preparado para ti hoy- le di un rápido beso y me levanté dejándolo en la cama, cogí algo de ropa y me fui a bañar por lo menos por hoy no pensaría en mis tormentos, por lo menos por hoy solo seriamos Poncho y yo y me aseguraría de que esta noche fuera especial, ya mañana cuando partiéramos me encargaría de lo demás.

~........~

Justo en el momento que le iba a decir todo a Any, todo lo que sentía y que no quería que se fuera que la amaba que deseaba que fuera mi esposa, aparece mi hermana, he deseado hablar con ella de esto todo el viaje y ahora que tenía la oportunidad se arruina, tenía que encontrar la forma y tenía que hacerlo pronto antes de marcharnos, no podía permitir que me dejara cuando ella mencionó lo de la propuesta de trabajo en NY me alegré por ella pero inmediatamente me entristecí por nosotros ¿ Qué iba a pasar?.

Me levanté mientras Any cerraba la puerta del baño me puse un pantalón y le fui a abrir a Maite.

- Buenos días dormilón- saludó mientras pasaba a mi lado.

- Tóma- dijo mientras me entregaba una bolsa.

- A las 7 de la noche debes llegar a la parte este de la playa a un costado del restaurante pregunta por Wailani el te guiara al lugar indicado. No llegues tarde, Any se ha esforzado mucho haciendo esto para ti así que no lo arruines- amenazó.

El acuerdo perfecto (AyA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora