Mi Mariposa (Kim Hyung Jung y Tu)

Capitulo 15: Una sonrisa.

Las cosas habían pasado como tenían que pasar. Tal vez no era como ella quería, o como él quería. Tal vez las cosas debieron ser distintas. Hay muchos "tal vez" y muchos "Y si hubiera hecho las cosas de diferente manera" en su cabeza. Había perdido al hombre que tanto amaba.

¿Cuándo sucedió? Esa era una pregunta difícil de contestar para ella. Todo había empezado con una apuesta infantil, luego su ego se fue convirtiendo en un amor que desde el principio no tenía fundamento. No había nada que ella pensara que no podía tener. En ese momento, en ese mismo instante... algo en ella despertó. Si había algo... si había algo que no podía tener y era aquel hombre. De eso se dio cuenta en cuanto ambos caminaron en su dirección.

Iba en las espaldas de aquel extraño hombre, un desconocido en su mente. En ese momento, su salvación. Era tanto la humillación en su mente. Pero en realidad, no había tal humillación. Nunca fue de ella y lo sabía. Pero por alguna razón, era difícil para ella aceptar lo que había pasado. Su ego de mujer mala había acabado en aquel instante. Cuando pensó que nadie podría hacerle sentir como que su mundo acabaría, vino él y lo hizo en cuestión de segundos.

Ella trató de convencerse a su misma, de que todo estaría bien. En su cabeza, todo le dolía, su cuerpo estaba débil y sus ojos estaban a borde de lágrimas. Aquel chico oculto su cara debajo de su abrigo, lo cual la ayudo a desahogarse sin que nadie notara nada. ¿Pero porque le importaba tanto aquel chico? No era que hubiesen sido pareja por muchos años. Tal vez te preguntes eso, pero en su interior ella sentía que él era el amor de su vida, algo así como el típico amor que todos tenemos, un amor único e inexplicable, un amor que crece dentro de ti y para cuando te das cuenta de que ya existe, es demasiado tarde.

Una vez llegaron al auto de aquel chico, la bajó de su espalda.

－¿Quién eres? －Ella preguntó __(tn)

－Eso no importa ahora. －Dijo el abriendo la puerta de su auto －Sube. －Le ordenó.

－Se supone que debería subirme al auto de un desconocido según tú?

－¿Tienes alguna otra opción en el estado en el que estas? －Preguntó él. Ella no dijo nada, solo se subió al auto.

－Me siento mal por ti. Gran papelón el que protagonizaste allá afuera－Dijo el mientras manejaba.

－De que hablas? －Pregunto _(tn)

－Pues ya sabes, todo el mundo se dio cuenta lo que intentaste hacer cuando te apareciste en media boda. No querías que se casara－Dijo él. －Fue algo obvio para todos.

－Fui una estúpida, no tienes que recordármelo. －Dijo ella fastidiada moviéndose de un lado a otro en el asiento. －Odio a los hombres－Dijo. Él se río.

－Si los odias, yo soy uno y fui el que te ayude. No creo que sea buena manera de presentación. －Dijo él.

－Yo soy la que fui herida. Tengo derecho a desquitarme, ¿No? －Dijo ella con la cabeza para abajo.

－Te veías hermosa cuando llegaste－Dijo el mirando hacia el volante, estaban esperando que el semáforo cambiara a verde para avanzar. _(tn) lo miro sospechosamente e irónicamente. －No me malinterpretes, no soy de esos tipos que tratarían de ligar contigo, solo te digo la verdad, y comparado como estabas antes, ahora pareces una bruja. －Dijo el avanzando.

－¡Que grosero! －Dijo ella.

－Estas toda despeinada－Dijo él y se rio levemente. __(tn) intento buscar su bolso, el cual no encontró. －Demonios...－Ella maldijo en susurro.

－¡Oye, escuche eso! －Dijo él. －¿Que paso? －Siguió diciendo.

－Pues, dejé mi bolso en algún lugar en esa mendiga fiesta－Dijo ella haciendo pucheros.

－Vaya suerte que tienes, no creo que quieras regresar. Mañana te la entregaré, si quieres. －Dijo él.

－Está bien－Dijo ella.

－Me imagino que estás buscando algún espejo donde mirar tu desastre－Dijo el burlándose.

－La verdad es que si. －Dijo ella sonriendo.

－Eso ya no importa. Ya es de noche. －Dijo el－Cuando llegues a casa, veras y del susto terminarás durmiéndote como una cenicienta.

Luego de eso, solo faltaba poco para llegar a casa de __(tn). Ella le había dicho su dirección. Pero no se atrevió a preguntarle su nombre. O quizás, de donde había salido. Tenía bastantes preguntas acerca de aquel chico, pero sentía que no era el momento para hacer preguntas. Ella tampoco se sentía bien después de haber pasado, por tanto.

－Has hecho mucho por mi hoy－Dijo ella cuando el estaciono el auto. －¿Como puedo pagártelo? －Preguntó.

－No necesitas pagar nada. Lo hice con buena intención para una buena chica que no merece ser maltratada por mi cuñado. －Dijo él.

－¿Cuñado? －Dijo ella sorprendida－Arsh, que hice... eres el hermano de la esposa y yo hablando tonterías. －Se puso la mano en la cabeza avergonzada.

－Eso no me importa. Mi hermana y yo somos distintos, como el sol y la lluvia no tenemos nada en común. Soy un total rebelde.

－¿Verdad que si? －Dijo ella sonriendo.

－Cualquier cosa que necesites. Mi nombre es Gabriel y fue un placer conocerte. ¿Con quién tengo el gusto? －Dijo el amablemente y formal.

－Soy _ (tu apellido) (tu nombre). －Dijo ella.

－De donde eres? －Pregunto él.

－Soy de __(tn). Tú me imagino que eres de Inglaterra, por tu acento. －Dijo ella.

－Buen acierto, pequeña! －Dijo el sonriendo.

－Hasta luego, dijo ella saliendo del auto. El bajo el cristal.

－Espero el destino me ponga de nuevo a tan hermosa niña en mi camino－Dijo el sonriendo. Luego el cristal se cerró. __(tn) sonrió y luego se adentró a el complejo de apartamentos donde vivía.

No fue el mejor de los días definitivamente, pero por lo menos alguien le había sacado una sonrisa con sus ocurrencias absurdas. Cuando _(tn) entro a su apartamento. Había encontrado un papel colgado en la puerta "Usted no pago, así que ya no puede vivir aquí". __(tn) maldijo en su mente a la dueña de los apartamentos. ¿Que se supone que haría? Entro por la puerta, la dueña de los apartamentos salió de la nada.

－Solo tienes esta noche. ¡Mañana te quiero fuera por mala paga! －Dijo la señora de edad media.

－Bien. Gracias por tanta ayuda－Dijo _(tn) sarcásticamente. －Si me disculpa, déjeme tranquila por hoy. －Dijo.

La señora la miro de mala manera, pero luego salió por puerta. _(tn) se aproximó a cerrar la puerta y cayó al piso con lágrimas en sus ojos. Que día tan pésimo había sido para ella. Miro su teléfono, el cual había dejado en su casa. Había muchas llamadas perdidas de aquel chico del que ella ya no quería saber nada. Se dispuso a ignorarlas. El timbre sonó de nuevo, _(tn) se imaginó que era la casera una vez más, pero se sorprendió al abrir la puerta, era él. La persona que menos quería ver después de todo lo que había pasado.