Capítulo 48

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El tritón nos explicó que cuando era pequeño Arlong le salvó de los humanos, por eso mismo había decidido seguir con su voluntad. Con cada una de sus palabras, Nami se acercaba más a mi, estaba aterrada y no paraba de temblar. Solo con sentir el nombre de su ex-capitán la pobre chica entraba en pánico. ¿Tan mal lo había pasado bajo las órdenes de ese tirano?

-Entrené para unirme a Arlong en el East blue, y convertirme en su mano derecha para conquistar el mundo, me había unido a la armada de Neptuno solo para volverme más fuerte. Pero, desafortunadamente, algunos piratas lo detuvieron.

Hody se refería a Luffy y a su grupo. Ellos habían derrotado a Arlong y su tripulación tiempo atrás, al inicio de su aventura, cuando solo eran la mitad de los que son actualmente.

Sin decir nada más, Hody se acercó a la pared y de un solo golpe logró romperla, haciendo que el agua empezará a inundar la sala poco a poco.

El tritón lanzó unas gotas de agua hacia nosotros. A pesar de ser simples gotas de agua, se acercaban a tanta velocidad que cortaban momo flechas. Esquivé las que se acercaban a mí e intente bloquear las que se acercaban a los soldados desarmados, pero fui incapaz de pararlas todas.

-____, -dijo Zoro -hazlo, desatalos, las negociaciones con este reino han terminado. Rompimos la promesa de regresar a los rehenes a salvo.

El agua llegaba a mis tobillos, así que saqué mis alas de fénix y empecé a volar a poca altura para que el agua no me debilitara.

Entre Usopp e yo desatamos a todos los soldados.

En ese momento Brook se percató de que Nami y Keimi habían desaparecido.

Zoro desató al Rey y pidió que se nos llevara, que sería él quien lucharía contra Hody.

-Zoro, me quedaré a ayudarte, puedo volar. -pedí.

-No. Aunque puedas volar, esta sala acabará por llenarse de agua dentro de poco, entonces volar no te va a servir de nada. Vete.

No repliqué más, Zoro estaba en lo cierto, no sería de ayuda si me quedaba.

-Entonces me iré, ve con cuidado, no creo que sea alguien fácil de derrotar.

Zoro estuvo un buen rato bajo al agua. Cuando salió, aprovechamos para partir todos juntos. Nos agarramos a la barba del Rey Neptuno y creamos una burbuja para cada uno. Finalmente, con la ayuda de Hoe, la ballena del rey, intentamos escapar, pero no lo logramos, Hody nos lo impidió rompiendo nuestras burbujas. Habíamos sido capturados.

Al abrir los ojos me encontré dentro de una diminuta jaula colgada del techo junto con Zoro, Brook y Usopp.

-Mierda... -me quejé al ver en la situación en la que nos encontrábamos.

-Diciendo palabrotas no vas a lograr salir de aquí. -me reprimió Usopp.

-Tsss... Eso no es kairoseki, ¿verdad? -pregunté mirando las cadenas que me ataban.

-¿Y a mí qué me cuentas? -preguntó Zoro observándome.

-Pues que puedo hacer esto. -dije convirtiéndome en hierro y escapando del agarre de las cadenas.

Antes de que alguno de nosotros pudiera decir algo, la jaula empezó a subir con la ayuda de una cadena.

-¿Eh? -empezó a decir Brook -¿Qué sucede? ¿Qué es este sonido?

-Es como un rugido... -comentó Usopp.

-¡Es agua! -dije al ver como el agua empezaba a llenar la sala poco a poco. Si no salíamos pronto acabaríamos todos ahogados

-¡Maldición! -gritaba Usopp -¡El agua sigue subiendo!

-A penas logré secarme. -decía Brook -No quiero mojarme de nuevo.

-¡Yo tampoco! ¡Haced algo, Zoro, ___!

-Si me desatáis os sacaré de aquí. -afirmó Zoro -Pero necesito al menos una de mis katanas.

-¡Eso dejádmelo a mi! -dije.

Primero desaté a mis tes compañeros. Entonces volví a convertirme en hierro, salí de la jaula y me convertí en fénix.

Salí de la habitación y me lo encontré todo a oscuras. Los tritones ya no estaban en el palacio. Estaba buscando las katanas de Zoro cuando escuché una voz.

-Tengo miedo...

Me volteé a ver quién era el propietario de esa voz y sorprendentemente me encontré con Pappagu, la estrella de mar.

-¡Pappagu! -me exclamé.

-¡____! ¡Qué alegría ver que estás bien! ¿Y los demás?

-Están bien, de momento. Necesito tu ayuda, tenemos que encontrar las katanas de Zoro.

Con la ayuda de la estrella de mar logré encontrar las katanas de Zoro y así los pude sacar de la jaula justo antes de que el agua les recubriera completamente.

Justo cuando salíamos del palacio, nos encontramos a Hoe (la ballena) y a el Sunny, tripulado por Franky, por Sanji y por Chopper, que volaba gracias a una burbuja de aire.

Subimos al barco y allí nos explicaron que Hody se había llevado el rey y los príncipes a una plaza para poderlos ejecutar públicamente y que Luffy, Jimbe, Shirahoshi y Megalo habían ido a detenerlos.

Al llegar Franky les atacó con el cañón del Sunny, mientras los demás nos preparábamos para el ataque.

Hoe se llevó al rey y a los príncipes, que estaban muy malheridos. Los demás nos quedamos a luchar.

-Miren cuantas personas. -dijo Chopper.

-Oye, oye. -dijo Usopp -¿todos esos son nuestros enemigos?

-Eso parece. -añadió Sanji encendiéndose el cigarrillo.

-Pueden ir a dormir a su habitación, si tanto miedo les da. -se burló Zoro -Yo me haré cargo de todos.

-Será una lucha interesante...

Bajamos todos del Sunny y Luffy y Jimbe se unieron a nosotros.

Corrí y me refugié en brazos de mi viejo amigo Jimbe.

-Me alegra saber que habéis escapado y que estáis bien. -me dijo.

-A mí también me alegra verte, te había echado mucho de menos, tenemos cosas de que hablar.

-Cuando esta batalla termine, te prometo que vamos a tener todo el tiempo de el mundo.

Asentí ante sus palabras y fui a ver a la princesa Shirahoshi.

-¡Princesa Shirahoshi! -la llamé.

-¡____! Eres tú, ¿verdad? Qué bueno volver a verte, aunque sea en estas condiciones...

-No te preocupes, entre Luffy y los demás lograremos salvar al rey y a los príncipes, lo prometo.

Yo soy la cuarta hermana (One Piece)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora