FALSE ALARM ° JUGHEAD JONES (ESPAÑOL)

13. Quédate sentado

El aula de estudiantes estaba llena de caras familiares. Betty y Kevin estaban sentados junto a las ventanas, a lo lejos, con los deberes y un juego de mesa sin terminar sobre la mesa. Verónica estaba hablando con una persona que no reconocí, un chico nuevo que no tenía el placer de conocer aún. Yo estaba sentada en un escritorio disperso, mis piernas colgando en el borde. Jughead estaba recostada contra el borde también, justo a mi lado, con mi bolso a sus pies. Mis ojos vieron como Archie entraba al aula, dirigiéndose directamente a la máquina expendedora. Reggie Mantle estaba hablando sobre la muerte de Jason, todos prestándole atención.

—Si un estudiante mató a Jason, él no sería un atleta-- —dejé que mi mirada se arrastrara hasta Jughead, su humor volviéndose ácido por la presencia de Archie, sus brazos cruzados sobre su pecho.

Me arrastré hacia adelante, mi mano tocando su codo, llamando su atención. Sin decir una palabra, me ofreció caramelo de su paquete. Explotando un triángulo diminuto en mi boca, le envié a Archie una pequeña sonrisa, su billete de un dólar no se estaba llevando bien con la máquina expendedora.

—... sería un presumido, fanboy asesino en serie de mal humor. Como Jughead —la voz de Reggie zumbó por sobre la música de bajo volumen que alguien estaba reproduciendo desde su teléfono, ganándose mi completa atención.

Los ojos de Jughead se movieron lentamente para ver a Reggie, sentado en medio del aula. Algo había cambiado a través de todo el cuerpo estudiantil ahora, todos mirando y esperando. Reggie sonrió ampliamente, le gustaba la atención. —¿Fue como en Suicide Squad? Cuando le disparaste a Jason.

Miré como Jughead ponía los ojos en blanco mientras el caramelo se deslizaba por mi garganta, mi boca secándose mientras el atleta iba hacia él. —No hiciste cosas con el cuerpo, ¿cierto? Como... después.

—Se llama necrofilia, Reggie —Jughead respondió finalmente, manteniéndose calmado y controlado—. ¿Puedes deletrearlo? —Ya estaba ahogando una risa, admirando el rápido ingenio de Jughead.

Pero Reggie ya se estaba levantando del sofá, murmurando un hilo de palabras que se perdieron en el jaleo. Sin embargo, antes de que Reggie pudiera llegar a él, Archie se interpuso, empujando a Reggie hacia atrás. —Cállate la jodida boca.

Me deslicé fuera del escritorio, mis pies aterrizando en el suelo mientras el resto de los estudiantes se animaban, listos para una pelea. Fue la voz de Veronica la que danzó por el aula, la única persona dispuesta a detener la pelea. —Chicos.

Sin prestarle mucha atención a ella, Reggie se volvió hacia Archie. —¿Qué te importa, Andrews?

—Nada, sólo déjalo en paz —la voz de Archie era calmada a pesar de encontrarse cara a cara con el estúpido más popular de la escuela.

Reggie estaba apartándose de repente, su rostro iluminándose con una nueva idea. —Santa mierda, ¿tú y Donnie Darko aquí presente, lo mataron juntos?

Archie se quedó muy quieto, procesando las palabras. Podía ver su mandíbula apretándose, esperando el momento perfecto para atacar. Sin pensarlo me empujé a mí misma hacia Archie, creando una barrera entre los dos chicos. —Reggie, estás siendo un idiota. ¿Por qué no lo dejas?

Sus ojos oscuros se estrecharon hacia mí. —Charlotte Barnes —sonrió fríamente—. Siempre dispuesta a saltar en frente de ambos de tus chicos. Nadie estaría sorprendido si te hubieras unido a ellos para matar a Jason. ¿Querías un poco de acción Blossom también? Justo como Rose.

Era Archie quien me estaba empujando hacia atrás ahora, su muy pesado brazo alrededor de mi cintura. —Tú, hijo de perra —le siseé a Reggie, el fuego chispeando a través de mis venas. Podía sentir miradas en mí, sabiendo que no debería estar perdiendo el control ahora mismo, pero no podía evitarlo—. Nunca digas algo sobre ella de nuevo. Ni siquiera tienes idea de lo que sucedió, joder.

Archie envió una rápida mirada hacia Jughead, ambos teniendo una conversación sin palabras. De repente, él estaba entregándome, manteniéndome lejos de Reggie. La mano de Jughead se enroscó a mi alrededor, manteniéndome quieta mientras yo luchaba por escapar. —Cálmate, Lottie —la voz de Jughead estaba en mi oído ahora, haciendo su mejor esfuerzo de mantener mi rabia bajo control.

—Eso fue bajo —Archie miró de vuelta a Reggie—. Incluso para ti.

Reggie cuadró sus hombros, una mirada pasando a través de sus ojos. —Tienes razón. Virgen Suicidios estaba demasiado ocupada en un manicomio para planear un asesinato —los brazos de Jughead se apretaron a mi alrededor mientras yo iba por él de nuevo, pero esta vez no me acerqué lo suficiente—. Así que, ¿era esta una especie de cosa rara de hermanos sanguíneos que ustedes tienen, chicos?

Esa fue la gota que derramó el vaso, y Archie se salió de control finalmente. Él empujó a Reggie hacia atrás, pero el chico era más alto y mucho más fuerte. Con una mirada mortal en sus ojos, Reggie lo empujó de vuelta y Archie fue hacia atrás, golpeando la máquina expendedora. Jughead me soltó, saltando hacia Archie mientras el cristal se rompía. Ambos cayeron hacia el grupo, y una pelea comenzó. Fui empujada fuera del camino, Jughead tratando de apartar a Reggie de Archie. Pero con un sólido golpe en el rostro, Archie quedó derrotado.

—Esta vez quédate sentado, Andrews —Reggie le murmuró a su cuerpo, incorporándose y sacudiendo algo de vidrio de su ropa. Los estudiantes se fueron, no queriendo ser atrapados en el aula cuando algún profesor entrara y preguntara que había sucedido.

Mis ojos siguieron a Reggie y sus groupies de fútbol fuera del aula de estudiantes, el lugar quedando en silencio. Veronica caminó hasta mi lado, una mano yendo a mi brazo. —Hey, ¿estás bien?

Aún podía sentir el golpe sordo del latido de mi corazón y las palabras que había dicho Reggie reproduciéndose en mi mente. Yo no estaba bien, pero no iba a admitir eso. —Estoy bien —le dije.

Betty y Kevin aún estaban de pie junto a la puerta, mirando desde la distancia. Con la tensa situación de Archie y Betty ahora, mantener sus distancias parecía la opción más segura para ella. Encontré su mirada y ella me dio una sonrisa triste, sabiendo lo profundo que habían cortado las palabras de Reggie. Jughead encontró su camino de vuelta a mí, tendiéndome su bolso. —Te llevaré a casa.

Veronica quedó para ayudar a Archie a levantarse, la única en el aula que no estaba tomándola contra él hoy. Con mi cabeza agachada, mis dedos jugueteando con mi collar y llevándolo hasta mi palma, lo dejé sacarme del lugar con Betty y Kevin, sin palabras formándose en nuestros labios después de eso.