29. Blues de cumpleaños

4.9K 420 74
                                    

Había una ira ardiente chispeando en mi corazón, pero ninguna palabra salió de mis labios ante la vista de Cade Bellows. Había tantas cosas que quería decirle, que quería hacerle. Este chico había arrebatado sin ayuda a una luz de mi vida, alguien que se supone siempre estaría ahí para mí. Odiaba a este chico, más de lo que me odiaba a mí misma. Quería arrancarle los ojos con mis uñas, infligir mucho dolor en él. Quería que supiera cómo se sentía que te destrozaran el alma, que te quitaran algo sin tu permiso, algo que no podías recuperar. Quería que estuviera dañado tanto como dañó a Rose, quería que le doliera como me dolía a mí por sus acciones. Lo quería muerto.

Pero a pesar de todo el dolor que este chico debería sentir, todas las palabras que merecía de mí, nada salió de mi boca y mi cuerpo no se movió. Jughead estaba moviéndose frente a mí, creando algún tipo de barrera que Cade Bellows no pudiera romper. Pero ese chico podía hacer más daño con una sonrisa astuta y presumida dirigida a mí, hizo que mis entrañas se revolvieran con su pesada mirada. Al menos, mi madre estaba ahuyentando a la familia Bellows hacia la sala de estar, parloteando ligeramente sobre chismes del pueblo. Cade pasó a un lado de nosotros tres, sin decir más. Cuando finalmente desapareció de la vista, una respiración cayó de mis labios, mi cuerpo hundiéndose ligeramente.

—Casi olvidé que venía al pueblo —susurré, sintiendo la pequeña mano de mi hermana aún envuelta alrededor de mi brazo. Mi mano libre estaba puesta sobre la pared, manteniéndome firme. Jughead se movió otra vez para verme, emociones nubladas en sus ojos oscuros.

Quinn se encogió de hombros. —Intenté hablar con mamá sobre no dejarlos quedarse aquí, que quizás se podrían quedar en un motel o en su casa del lago, pero ella no escuchó —su voz era tan pequeña, igual que su figura. A veces me preguntaba por qué era tan pequeña, cómo el peso de la vida no rompía sus huesos—. Quizás si les dices, y decirme, por qué no quieres que se quede con nosotros...

—No puedo hacer eso —interrumpí, mi voz quebrándose ligeramente. Odiaba cómo ese miedo, esa vergonzosa culpa aún dictaba mi vida, incluso después de un año. No quería que mi hermana supiera que ese chico había sido la razón, como yo de algún modo dejé que pasara. No podría lidiar con el odio en sus ojos—. Cade Bellows no es un amigo, Quinny. Por favor, lo que sea que hagas, solo mantente alejada de él.

Ella me miró, sus ojos marrones amplios. —No entiendo...

—Prométeme que te mantendrás alejada de él —había un nuevo miedo fluyendo en mi pecho con la idea de que Cade la podría herir como lo hizo con Rose. No dejaría que eso pase, incluso si yo misma tuviera que abrir su pecho y aplastar su corazón—. ¿Me lo prometes?

Quinn dio un breve asentimiento de cabeza, la voz de mi madre llamándola desde la sala de estar. Ella quitó su mano de mi brazo lentamente, retrocediendo. —Lo prometo.

Jughead no pronunció ni una palabra mientras la vio desaparecer por nuestra sala de estar, una ronda de risas compartidas haciendo eco a través de mi casa. Demasiadas emociones pasaron por mi cabeza, pero ni siquiera sabía por dónde comenzar. Quería caminar a esa sala de estar y declarar que ese chico que estaba comiendo las galletas horneadas de mi madre había violado a Rose. Quería arrastrarlo fuera de esta casa con mis manos desnudas y gritar al tope de mis pulmones que no era más que maldad pura. Quería correr hacia mi cama, enterrar mi cara bajo mi almohada y desear que todo esto fuera una pesadilla. Quería quitarme la ropa y bañarme con agua caliente para quitar su mirada de mi piel. Pero a pesar de todo eso, esperé en el último escalón de la escalera, esperando que alguien me dijera cómo sentirme y qué hacer a continuación.

—Lottie, ¿qué está pasando por tu mente? —Jughead preguntó finalmente, el momento alrededor de nosotros era silencioso, demasiado quieto, como si en cualquier momento el cielo se caería y a mí no me importaría. Casi parecía una broma cósmica que hace un par de minutos estuve acurrucada con él, sin preocuparme por nada en el mundo.

FALSE ALARM ° JUGHEAD JONES (ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora