FALSE ALARM ° JUGHEAD JONES (ESPAÑOL)

15. Hora de confesarse

Desde que Kevin había encontrado el cadáver de Jason Blossom flotando en las pantanosas aguas del río Sweetwater con un impacto de bala en la cabeza, el pueblo había estado chismeando como fuego. Pero lo que era peor que chismear sobre el pobre chico millonario, era el juego de culpa y el como todos parecían estar jugándolo. Justo la semana pasada, Reggie había culpado a Archie y Jughead, haciendo una broma insensible sobre su fallecido compañero de equipo. Ahora, el juego estaba alcanzando su clímax y yo estaba en desesperada necesidad de palomitas con mantequilla para ver al pueblo arder, y para ver a una linda pelirroja caer en desgracia. Porque hoy era la mañana del ajuste de cuentas.

Estábamos en la usual clase de biología, el doctor Phylum estaba escribiendo nerviosamente en la pizarra, apunto de empezar la clase con una visión general del cuerpo humano. Jughead estaba a mi lado, sentado en silencio mientras me escuchaba balbucear sobre el problema sin sentido de la cultura del colegio sobre salir religiosamente, cuando el Sheriff Keller y el director Weatherbee entraron al salón de clases, todas las conversaciones acallándose.

Ahí fue cuando Cheryl Blossom empujó su silla hacia atrás y se levantó. Siempre siendo el centro de atención, su voz sonó y el silencio se extendió. —Están aquí por mí, ¿verdad? —Hizo una pausa, todos los ojos sobre ella—. Por la autopsia —su última frase no era una pregunta, sino una declaración. Parecía que la glamurosa pelirroja ya tenía sus astutas sospechas sobre el motivo por el cual la policía estaba en nuestro salón.

—No necesitamos hacer esto frente a tus compañeros de clase, Cheryl —el directo Weatherbee respondió calmadamente, sus hombros tiesos y su cara llena de terror. No podía imaginar lo que la gente susurraría ahora; ¿uno de sus estudiantes, un asesino?

Cheryl tomó una larga respiración. —Está bien, director Weatherbee. Ellos se enterarán pronto —ella extendió sus brazos, lista para ser esposada. Una pequeña parte de mí ya estaba imaginando la bonita chica siendo arrastrada del colegio con esposas, con todo el colegio viendo.

Sin embargo, el Sheriff Keller sacudió la cabeza. —Eso no será necesario.

Jughead volvió su atención hacia mí por un rápido segundo, con preguntas danzando en sus ojos. Una nueva voz se alzó, y Veronica vio hacia Cheryl. —Espera... ¿enterarnos de qué, Cheryl?

Cheryl se giró hacia Veronica con lágrimas en los ojos. —Que soy culpable.

Varios estudiantes detrás de mí jadearon, sin esperar eso en absoluto. Parecía que con el improbable giro de eventos, Cheryl finalmente se había quebrado bajo la presión y estaba cantando su confesión para que toda la clase la oyera. Entonces, con su cabeza aún en alto, Cheryl dejó el aula de clases siguiendo a ambos hombres. Las conversaciones ya habían empezado, susurros sobre cómo la chica más popular y temida de la secundaria estaba conectada de algún modo con la muerte de su hermano. A pesar de todo, no podía llevarme a mí misma a creerlo. Cheryl puede ser una perra estresada con algún resentimiento en mi contra, pero éramos dos almas parecidas. Había visto el dolor en sus ojos aquel día a la orilla del río. Vi el odio en ellos cuando se giró hacia mí y me prometió que caería porque ella pensaba que yo tenía algo que ver con ello. No tenía que agradarme Cheryl para saber que ella no había matado a su hermano, no cuando ella lo quería tanto. No cuando yo tenía la carga de saber lo que se sentía perder a un hermano, también. Hermana en mi caso.

—Que inesperado giro de eventos —Kevin estaba de pronto detrás de nosotros, recostado contra el banco. Podía notar que estaba disfrutando esto, considerando que él mismo no era gran fan de la reina—. Parece más o menos probable, ¿no creen? Los celos pueden ser crueles.

Jughead no dijo una palabra, demasiado metido en su mente. —Kev, tú eres el hijo del Sheriff. ¿Crees poder conseguirnos algunos detalles? —Pregunté silenciosamente, inclinándome hacia adelante y dejando que su comentario se deslizara.