FALSE ALARM ° JUGHEAD JONES (ESPAÑOL)

35. La venganza es dulce

Mientras los otros iban al Júbilo, yo me quedé con Cheryl en el departamento de Veronica, sentada junto al fuego con una taza de chocolate caliente. Quizás era mi pasado afectándome, pero no quería dejarla sola, no como había dejado sola a Rose esa noche. A pesar de todo lo que había pasado entre Cheryl Blossom y yo, este era el único sitio donde quería estar esta noche. Había estado en la posición en la que esta hermosa pelirroja está ahora mismo y no le deseaba eso a nadie. Su vida le había sido arrebatada, todo lo que pensó que sabía era una mentira. Con todo lo que había sucedido en el río, sentía que éramos demasiado similares como para no reconocerlo.

—¿Quieres algunos malvaviscos? —Ofrecí silenciosamente, echando un par en mi propia taza de chocolate. Cheryl apartó sus ojos de la chimenea, finalmente viéndome en lo que parecía la primera vez desde siempre. Podía ver su mente girar como una rueda, reviviendo todo. Sin embargo, asintió con la cabeza ante mi pregunta y me acerqué para dejar unos malvaviscos en su cálida bebida.

Después de un largo silencio, Cheryl finalmente habló. —El otro día dijiste que yo había encontrado paz —empezó de la nada, y sus palabras hicieron que mi corazón se hundiera. Había estado emocional y celosa de ella, y me odiaba por haber dejado que la ira me dominara en esa situación—. Claramente, estabas equivocada. No encontré paz ese día. No encontré paz cuando mi padre murió. Encontré algo diferente.

—¿Y qué era?

Cheryl Blossom giró sus ojos oscuros hacia mí otra vez, su cabello rojo colgando inerte contra sus hombros. —Encontré venganza —sus palabras eran un susurro, pero encendieron algo nuevo en mi alma—. Finalmente, después de todos estos meses, encontré venganza para mi hermano, Jason. Quizás eso no es paz, pero ayuda con el dolor.

Pensé en mis propios demonios y en cómo yo estaba trabajando tan duro para avanzar, para encontrar paz por lo que sucedió. Con terapia, estaba lentamente reparando lo que estaba roto, pero se sentía como si algo faltara. —Quizás con mi venganza, ya puedo avanzar. No me olvidaré de Jason, o de mi padre. Pero ahora, de algún modo me siento libre, como si pudiera empezar de cero.

La chica bonita que alguna vez me cayó mal estaba sonriendo, algo de fuerza y ferocidad en sus ojos. Sabía que ella nunca avanzaría realmente de los pecados de su padre y una vida sin su hermano, pero con esa sonrisa astuta, me encontré sabiendo exactamente lo que necesitaba para dejar ir.

—Cheryl, ¿no te importaría si me voy...? —Empecé silenciosamente.

La pelirroja le dio un sorbo a su bebida, sus ojos de vuelta al fuego ardiente. —La venganza es dulce, Lottie Barns —asintió, su voz gruesa con placer—. Te sugiero que la encuentres antes de que sea demasiado tarde.

Con su aprobación, me puse de pie. Miré el fuego arder por un par de momentos más, un plan ya encendiéndose en el fondo de mi mente. Por demasiado tiempo intenté de apartar esa noche, empujar la simple idea de Cade Bellows. Pero ahora, con el consejo de Cheryl, tendría mi venganza y la justicia que mi hermana merecía.

...

Sabía que la mitad del pueblo estaría en el Júbilo esa noche, significando que la casa del lago de los Bellows estaría libre de padres, lo cual significaba que había un chico que estaría allí solo. No había estado en la casa del lago desde lo sucedido, y una pequeña parte de mí odiaba verla brillando con luz. Casi podía oír las suaves canciones de música ruidosa y a los adolescentes festejando en el frío aire. Me tomó un largo rato pararme frente a la puerta y apretar mi puño para tocar. Hubo una larga pausa y por unos breves segundos, pensé que no estaría aquí. Pero después la luz impactó mi cara mientras la puerta se abría, con Cade Bellows de pie en el otro lado.