Encuentro Inesperado (TERMINADA).

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La batalla de miradas entre White y la tal Rachel me parecía infinita. Si esto fuera una caricatura se estarían disparando cuchillos, láser y todo lo que pueda herir al otro por los ojos.

La curiosidad que había plantado esa mujer en mi era grande ¿Que había pasado? Ya sé que, White es el hijo del demonio, pero saber que extras podía agregarle la pelirroja me hacía estar atenta a que la pelea de miradas acabara.

-Bien- Al fin habla la Rachel- Si ella no se irá, hablaré

- ¿Y qué es lo que tienes que decir? - Pregunta, White. No esta para nada intimidado por lo que tenga que decir la pelirroja, él ya me mostró su lado oscuro.

-Querida- dijo de la manera más hipócrita posible ¿Sabes la razón por la que este tipo se casó conmigo?

- ¿Debería saberla? - Aclara, White de la manera más obvia. Por supuesto que no lo sé.

-Este idiota quería un buen porciento de la empresa de mi padre y su estrategia fue casarse conmigo. Desperdicié dos años de mi vida con ese idiota- La risa de burla de White se escuchaba desde el mini bar donde se estaba sirviendo un trago.

-Brillante- dijo lo suficientemente alto para que lo escucháramos.

- ¡Eres un desgraciado! ¡Ni siquiera te avergüenza admitirlo! ¡Contigo fueron los peores dos años de mi vida! Viví engañada, siendo la tonta esposa que te esperaba mientras tú estabas hasta tarde revolcándote con quién sabe cuál perra de las que encontrabas en un bar

La respuesta de White fue simplemente una corta risa ronca. Es tan poco hombre que ni siquiera se inmuta.

-Así qué. Espero que esto te abra los ojos y sepas con qué clase de hombre estabas a punto de acostarte

Si supiera.

White harto de todo este drama se conectó con Rachel a discutir. Fue el momento perfecto para mi escape.

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- ¿Dónde estabas? - La voz de Max me puso alerta cuando entré a casa. Al girarme lo veo frente a mí con los brazos como jarra y con el ceño fruncido.

- ¿No deberías estar dormido?

-Yo pegunte algo pimero- Con los ojos como platos por su actitud de macho alfa miro hacia Connor que se está revolcando de la risa en el sofá.

-A mí no me mires. Se enojó porque no estabas aquí cuando llegamos- Respondió, Connor mientras reía.

- ¿Y desde cuando yo tengo que decirte a donde vaya?

-Estaba pocupado- dijo cruzando los brazos sobre su pecho. ¡Me lo como, pero a besos! ¡Ay, mi pequeñín! Sin dudarlo me agacho, lo beso y lo apachurro hasta que se queja, pero eso no me detiene.

-Tío, Cono ¡Ayuda!

-Ya, mama gallina. Vas a asfixiar al niño

-Déjame darte amor, pequeño- quería decirle tantas cosas. En esta situación que me encuentro es difícil para mí estar separada de mi bebe. Me duele el alma al pensar en todo lo que pasa y podría llegar a pasar. Pero de alguna forma saldré de esta situación. No dejaré que Lucas White arruine mi vida con sus amenazas. Esto se va a acabar.