Y así de fácil Aaron Beckett se ganó el corazón de Max. Él es un niño tímido y que en este momento este abrazando a Aaron es una señal clara de que ya lo acepta.
El cumpleaños de Max fue un éxito. Él niño se la pasó feliz con los pocos niños con los que comparte y con los que serán sus futuros compañeros del kínder. Lamentablemente yo no me la pasé igual de bien con el grupo de madres que se supone son amigas, pero es obvio que tienen una competencia de cuál es la madre perfecta. Yo les tengo una respuesta: Ninguna.
Aaron ofreció como regalo el área infantil en un grandioso club en el que es socio. Horas después me enteré de que era el dueño, pero seguiré haciéndome la desentendida porque estoy demasiado agradecida de que él haya hecho eso por Max. Connor se encargó de pagar el resto ya que se negaba a dejar que yo comprara algo de mis ahorros.
Y de ahí llegamos a dónde estamos ahora, después de la fiesta y de mí llorando como una madre loca por ver a mi bebé en su cumpleaños Abby, Connor y yo veíamos como Max abría sus regalos los cuales dejó de lado cuando Aaron entró con un pequeño boyero de Berna en sus manos y un moño de regalo en el cuello del cachorro. Max gritó eufórico al ver al perrito y por eso ahora abraza a Aaron agradecido.
- ¿Sabes que ese perro crecerá verdad? - pregunta Connor como si fuera lo más obvio del mundo.
- ¿Y? - pregunto embobada viendo a Max acariciar el lomo del cachorro en sus brazos tan delicadamente como si temiese romperlo.
-Vives en un apartamento, boba- Esta vez Abby habla.
- ¿Y qué quieres que haga? ¿Que se lo quite? Mira que feliz está. Eso rompería su pequeño corazón
- Yo podría cuidarlo, tengo espacio suficiente para un perro en mi apartamento- ¿Escuche bien? ¿Quién es este hombre que ha hecho con el Aaron Beckett que conozco? esas palabras no las esperaba.
- ¿No puedes ser un idiota como antes? Haces que tenga celos de mi mejor amiga- Abby refunfuña- vamos Connor, llevemos a Max a jugar afuera con el perrito
- ¡Vamos, vamos! - Max se levanta con el cachorro en brazos corriendo hacia la salida seguido por Connor y Abby.
- No tienes que hacer esto- Le digo cuando ya estamos completamente solos.
- No tengo problema
-Gracias
- ¿Por qué?
-Por todo. por ayudarme, por este lugar tan maravilloso para el cumpleaños de mi hijo, por ofrecerte a cuidar al cachorro y por todo lo que has hecho por mí y mi pequeña familia. Te debo mucho, Aaron
-Acepto el agradecimiento, pero no me debes nada, no lo hice para obtener algo a cambio y detente que lloraste suficiente en la fiesta- ríe burlándose de mí. Tiene una risa hermosa.
-Oh, cállate- Intento parecer molesta pero no puedo evitar reír.
-De acuerdo- dice antes de unir sus labios con los míos, y ahí está el bendito cosquilleo cuando este hombre me besa. Inmediatamente le respondo, es que no puedo evitar no hacerlo, no puedo evitar sentir lo que estoy sintiendo por Aaron Beckett.
Una de sus manos baja a mi cadera para acercarme más haciendo que quede al borde de la silla y más cerca de él. Su lengua hace contacto con la mía haciendo el beso más intenso mientras que su pulgar derecho da pequeñas caricias en mi nuca.
- ¡Mami, mami! - la voz de Max a la distancia nos hace separar, un suspiro escapa de mis labios y de reojo veo como él pasar la lengua por los suyos que se encuentran más hinchados y rosados. Quiero volver a besarlo.
Max entre corriente con el pequeño cachorro detrás el cual ya no lleva el moño de regalo en su cuello y se detiene chocando con mis piernas.
- ¿Qué pasó pequeño revoltoso?
-Ya tengo nombe para perito
- ¿Ah sí? ¿Y qué nombre escogiste?
- vas a morir cuando la escuches- Abby entra al salón riendo.
- ¡Max! - Tiene que estar bromeando.
-Cariño, no puedes ponerle tu apodo al perrito
-La verdad, Max si es un buen nombre para un perro, lo gracioso es que le digamos así a tu hijo por su nombre
-No es nada gracioso, Connor- Al parecer a Aaron le parece lo contrario porque la comisura derecha de su labio se alza.
-A mí me gusta, mami
-Será confuso ¿Cómo vas a saber que cuando digo tu nombre a quién estoy llamando si es a ti o al perro? - Parece que funcionó porque sus grandes ojos azules se quedan viéndome fijamente mientras supongo que está pensando en lo que le he dicho.
-Necesitamos oto nombe ¡Vamos sin nombe! - Llama al cachorro y sale corriendo con el detrás. Connor y Abby los siguen.
- a mí me gustaba Max- dice Beckett burlándose.
***
-Prométeme que vas a portarte bien, que le vas a hacer caso a tu maestra y que vas a conocer muchos amiguitos y serás un niño bueno
-Sí, mami
-Vamos, cariño. Prometo que estará en buenas manos
-Lo sabemos- esta vez habla Connor pasando un brazo por mis hombros.
-Adiós, bebé
-Adiós, mami. Adiós tío Cono- se despide Max moviendo su pequeña manito en señal de despedida hacia mí y hacia Connor mientras camina de la mano de su maestra.
-Eres una mama llorona. Deberías unirte a todos esos niños que lloran porque no quieren dejar a sus padres y tú al contrario lloras porque no quieres dejar a tu hijo. Que ilógico
-Mi bebe ya está en la escuela ¿Viste lo lindo que se veía con su pequeño uniforme y su mochilita?
-Sí, mama oso. Ya vámonos
-Bueno- ya en el auto un mensaje llega a mi celular.
¿Qué tal el primer día de clases? ¿Muchas lágrimas de tu parte o fuiste una buena mamá y te controlaste?
No pensé que Aaron se acordaría de que hoy era el primer día de clases de Max. Es lindo ver que está al pendiente de esa cosas.
Fui una buena mamá y supe controlarme. No lágrimas, lo prometo ;)
Respondo. Su respuesta no tarda en llegar.
Haré como que te creo. Ten un lindo día. Pasaré luego por ti para llevarte a cenar. Un beso.
Su respuesta me hace suspirar.
Está bien, te espero
Aaron: ¿No hay un beso de regreso?
-Está bien. Un beso para ti también.
Aaron: Ahora sí puedo continuar mi día en paz
-Estas sonriendo como una idiota
- ¿Y eso es malo?
-Supongo que no. Ese Aaron te trae loquita ¿Debería tener una charla con él? - No puedo evitar reír ante sus palabras.
- ¿De que estas hablando? No te metas en esto
- ¿Y que se supones que es "esto"?
Si ¿Que se supone que es lo que tenemos Aaron y yo? No lo sé, pero me encanta.
-Tu solo sigue conduciendo
-Como digas- rueda los ojos y continúa manejando. No puedo evitar tomar mi teléfono de nuevo y releer los mensajes. Ay Aaron Beckett ¿Que me estas haciendo?
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Encuentro Inesperado (TERMINADA).
RomansaNo todos tomamos buenas decisiones en nuestra vida. Nos equivocamos en alguna parte de esta; ya sea alguna acción, algún pensamiento o alguna relación. Esas decisiones pueden hacer que las personas con las que creíamos contar nos den la espalda y no...