—No te vayas ¿No te da pena que tu sobrino esté llorando por tu partida?
—Anímate hombrecito. Volveré en mis próximas vacaciones
—No— lloraba Max en los hombros de Connor aferrándose a él.
—Llamaré cuando llegue
—¡No! — gritó Max más fuerte aferrándose a él cuando intentó bajarlo.
—Me va a dejar el avión, Max
—Si
—Vamos cariño, tío Connor tiene que volver a su trabajo. Ya alargó demasiado sus vacaciones
—No, mami no
—Déjame abrazar a tu madre, ya tengo que irme— Max por fin se rindió y dejó que Connor lo bajara.
—Extrañaré tenerte aquí
—Odio la idea de no estar aquí para tu cumpleaños, pero sabes que ya no puedo aplazar más esto
—Tú querías ser un modelo reconocido. Esto es lo que conlleva.
—Dame un abrazo y déjame irme en paz mujer
—Vuelve pronto— susurré cuando nos separamos.
—Volverás a verme en lo que queda de año si te casas con Beckett antes de que termine
—Cállate, Connor. No me casaré con Aarón
—Pobre hombre, estará decepcionado. Los amo. Cuida a tu madre hombrecito
Max lo abrazó por última vez antes de que empezara a caminar entre las cintas y entrara.
—Y se fue. Vamos a casa—Max extendió sus bracitos para que lo cargara y cuando lo hice limpió una lagrima de mi mejilla antes de empezar a caminar hacia la salida del aeropuerto para volver a casa.
Todo se sentía tan vacío sin Connor, ha sido la misma historia desde hace cuatro años atrás, viene, pasa sus vacaciones aquí, luego se va, Max y yo entramos en depresión, Abby nos odia por eso y luego nos recuperamos hasta el próximo año que Connor vuelve. Al principio cuando Max tenía sólo un año era más difícil porque se la pasaba llorando, pero ya está mejorando, bueno... estamos mejorando.
—¿Harás una fiesta como la mía? — preguntó Max en el auto de regreso a casa.
—No, cariño. Además, no tengo todos los amigos que tienes para poder hacer una fiesta
—Tienes a tía Abby, Aarón, tío Cono no poque ya se fue, Meghan y yo
—¿Meghan?
—Ella se disculpó, ya es tu amiga
—Claro bebe— Los niños son tan inocentes.
—¡Podemos hacer una fiesta con pastel!
—Tal vez tendremos un pastel, pero no una fiesta
***
—Les juro que si entran en su depresión no me verán nunca más
—Voy a ver tele— Max se fue hacía el sofá.
—¿Y bien? — Preguntó Abby emocionada.
—¿Y bien qué?
—¿Que vas a hacer para tu cumpleaños?
—Lo mismo del año pasado
—No hiciste nada el año pasado
—Exacto
—Eres una aburrida ¿Quién es tan aburrido con casi 22 años?
—¡Yo! — murmuré burlándome.
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Encuentro Inesperado (TERMINADA).
RomansaNo todos tomamos buenas decisiones en nuestra vida. Nos equivocamos en alguna parte de esta; ya sea alguna acción, algún pensamiento o alguna relación. Esas decisiones pueden hacer que las personas con las que creíamos contar nos den la espalda y no...