Te quedas con las esperanzas en la mano, la miras con ojos tristes, la golpeas para que funcione pero no, observas como desaparece y así pasan horas, días, quizá meses. Te metes en la ducha y lloras para que sea mas leve, sentís las lágrimas camuflarse entre las gotas de agua. El llanto: la resaca del dolor. El dolor, el sentimiento de la ausencia. No lloras por un mal recuerdo, si no por impotencia. Al final, no es tan malo. Te acostumbras a que esa persona no esté, vivis con el hermoso rastro de recuerdos que dejó, la mejor herencia de su paso por la vida, por el amor de las personas de las que se rodeó, el llanto no es más que el egoísmo de no poder tomar el tiempo de esa persona, pesa tras los ojos, o mas allá, quizás en el corazón, y también en la memoria. Fué precioso tenerte.
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POPURRÍ
De Todo"Estar feliz y sin embargo, no ser feliz. Ah, pero nunca imagine que el estar feliz incluyera, ¿sabes?, tanta tristeza" MB