Papeles en blanco

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Si supiera escribir versos tristes, en la ciudad lloveria hasta convertirse en mar. Y las olas serian la furia de mis manos contra las paredes descascaradas. Alli abajo, lo que alguna vez fue barullo y violencia, hoy solo seria el frio de mis pies bajo las sabanas inquietas de tranquilidad. Si supiera escribir versos alegres, una agradable melodia resonaria todas las mañana de primeveras florecidas, y las calles serian colchones de petalos de flores vivas, y las puntas de mis dedos acariciarian el éxtasis.
Si supiera escribir terror, esa seria mi pesadilla, la punzante oscuridad con la que se expresa mi alma, tropezando siempre con las palabras incorrectas.
Si supiera escribir romance hoy estaría en Verona, bebiendo de mi veneno para eliminar del todo ese pegajoso sentido del amor, matando mariposas sin piedad y rompiendo cartas amarillas.
Si supiera escribir simplemente no escribiría, seria una vanidosa y egoista cucaracha escondida entre papeles en blancos y lapices sin gastar.
Sin embargo cada centímetro de mi piel, de mi cuerpo, de mi cabeza, de mi ser, pediria despojarme de todo aquello que me pasa, excepto de las palabras. Esas que siempre tengo tan intensas y a flor de piel. Buscando un lugarcito en los rincones de mi boca, esta que calla a menudo pero que jamas se guarda nada.

POPURRÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora