Estrella Fugaz

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Te buscaba en cada rincon de la ciudad. De forma desapercibida te soñaba en las noches. Tenias forma de estrella fugaz, y durante el día recitabas poesía en mi cabeza. Comía pensando en una cena cualquiera, en un lugar cualquiera de la forma en que quiera con vos en frente, ruborizadas mejillas, los labios se movían imperceptiblemente y con los ojos abiertos de par en par pero dejando un atisbo de curiosidad me contabas una historia. Una historia de un amor que quise evitar, porque creía que esas eran leyendas urbanas, fantasías de personas que escribían largos libros de fanfarronerías. Sin embargo en un pobre cuartucho muy lejos de ser a orillas del rio Sena te crucé y deje de explicarle a mi mente que podía ser feliz con tan solo convivir en soledad. Deje de entender porque creía que en mi vida solo iba a desear tocar cuerpos ajenos, mas de uno en una noche, y besar pieles que no tenían identidad. Creía que las relaciones virtuales eran ya un compromiso muy grande y que con ver una foto a través de una pantalla iba a conocer mucho de un NN. Sin embargo acá estoy, buscando la forma de traerte mas a mí, de buscar en tu mirada el deseo mas profundo que una persona puede llegar a sentir, de ver compasión y pasión, equidad de suspiros de parte de los dos. De entender porque te vi una vez y mis ojos te reconocieron, de entender porque tantas cosas nos une y casualmente nos gustan las misma pavadas, porque nos sentimos extraños para el mundo y formamos uno propio en cada conversación. ¿Porque dejamos de buscar a alguien que nos quite la sed? No lo hicimos, solo dejamos de caer en los oasis. Ahora los encuentros no solo son sudor y gritos, preferimos la paz de la lluvia que repiquetea en la ventana y los brazos enroscados sobre el cubrecama. Reírse juntos, mirar una película juntos, comer juntos, juntos pero hasta parece algo sano.

POPURRÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora