Beyond The Scene (Jikook, Yoonseok Y Namjin)

18. Cumpleaños catastrófico

[Taehyung]

Era jueves, el cumpleaños de Jungkook. Estos días Jin y Jimin habían estado emocionados por la celebración que le haríamos al menor, aunque él no sabía nada al respecto. Me habían dejado a mí que lo mantuviera ocupado mientras ellos hacían los preparativos para cuando él tuviera que llegar. Jin me dijo que me avisaría cuando todo estuviera listo para que llevara a Jungkook en seguida.

Yo no me había negado, incluso también estaba un poco emocionado porque pensé que sería la ocasión perfecta para que todos comenzáramos a llevarnos bien. Después de todo, con las tareas de la casa y la organización del baño para cada mañana las cosas habían dejado de estar tan tensas en la casa, además que siempre tomábamos la comida juntos, por lo que teníamos más confianza con los demás. Aunque solía haber ocasiones en las que Jungkook y Yoongi seguían peleándose o simplemente insultándose, pero era de esperarse.

También teníamos una tarea fija para cada uno de nosotros para todos los días. Jin se encargaba de hacer la comida (pero siempre intentábamos ayudarlo); Namjoon tenía la obligación de limpiar el baño; Jimin se encargaba de tender las camas; Jungkook y Hoseok lavaban la ropa; Yoongi barría toda la casa; y yo lavaba los platos.

Claro que, después de comer, muchos se iban a hacer los deberes de la escuela o practicaban alguna de las disciplinas que nos impartían; aunque a veces simplemente nos quedábamos en la sala de estar y hablábamos de nuestro día, de películas o de cualquier otra cosa que se nos ocurriera.

En verdad que cada día me sentía más cercano a los demás, incluso a Yoongi, quien no le gustaba estar tanto con nosotros, pero a veces se quedaba porque Hoseok se lo pedía. Parecíamos, a veces, una familia, y sentía que eso también hacía feliz a Jin.

En fin. Para distraer a Jungkook de ir a la casa, decidí preguntarle acerca de un paso de baile mientras lo llevaba al salón de baile.

—¿Por qué no se lo preguntas a Jimin o a Hoseok? —me preguntó disgustado mientras se dejaba llevar al salón.

Las clases ya habían terminado así que suponía que estaría vacío.

—Porque me dijeron que no —le contesté mientras me lo seguía llevando.

—¿Y por qué tengo que ser yo? —siguió cuestionando con la misma expresión en el rostro. No lo entendía, era su cumpleaños, se supone que debería estar feliz —. Vamos, Tae, déjame ir. Te puedo enseñar mañana.

—No, lo necesito hoy —le dije sin soltarlo.

Él siguió quejándose por todo el camino hasta llegar al salón, pero no le hice caso.

Una vez que llegamos, él aventó la mochila al suelo sin muchos ánimos y se paró frente a mí.

—¿Qué quieres saber? —me preguntó con una expresión de cansancio.

Yo no le contesté al instante, sino que saqué mi móvil y puse un video para enseñárselo.

—Quiero hacer este paso —le dije mientras le entregaba mi teléfono. Él miró el video sin inmutarse, como si el baile no fuera la gran cosa.

—¿Es todo? —me preguntó insatisfecho.

—¿Crees que puedas ayudarme? —le pregunté mientras tomaba mi móvil de nuevo.

—Claro que sí —dijo él rodando los ojos.

Yo aún no entendía cómo funcionaba el cerebro de Jungkook. Sabía que era muy talentoso, pero no sabía cómo se las arreglaba para saber hacer tantas cosas. Yo no era tan buen bailarín como él, pero intentaba esforzarme; sin embargo, él, siendo menor, ya era mucho mejor que yo.