Beyond The Scene (Jikook, Yoonseok Y Namjin)

42. El mejor regalo

[Jin]

Las cosas en casa habían ido relativamente bien, a pesar de las peleas constantes de Yoongi y Jungkook. No había día en que no se insultaran, pero nunca llegaban a tal punto que se golpeaban, lo cual me traía tranquilo. Además, nos habíamos unido más, unos a los otros, después del problema que hubo con Tae y la hermana de Hoseok. Pasábamos las tardes juntos, siempre comíamos juntos y solíamos bromear con frecuencia entre nosotros, incluso Jungkook y Yoongi.

Sin embargo, había algo que me traía un poco dudoso desde la noche de Halloween. Recuerdo que la mañana siguiente, Namjoon se había despertado en mi cama, lo cual significaba que habíamos dormido juntos por alguna razón, pero yo no recordaba que algo como eso sucediera. Cuando se lo pregunté, él evitó mi mirada y se encogió de hombros mientras decía algo como: "Pediste entre sueños que me quedara contigo", y cambió de tema de inmediato.

No es que aquello me preocupara, pero no dejaba de intrigarme las razones por las que él haría algo como eso por mí. Hasta hace tres meses, él me odiaba, y ahora, de repente, hacía este tipo de cosas tan lindas, ¡incluso había esperado a que llegara antes de irse a dormir! ¿Qué se supone que debería pensar acerca de ello? ¿Por qué debía confundirme de esa manera? No es como si él supiera lo que yo sentía por él, y era mejor que no lo supiera, porque, de todas formas, él nunca me vería de esa manera. ¿Entonces qué era para él? ¿Un amigo solamente? ¿A un amigo lo esperas hasta altas horas de la noche para poder dormir? Fuera lo que fuera lo que pensara, no pensaba quebrarme la cabeza para averiguarlo, ya que sabía que la verdad me dolería y quería evitarme eso a toda costa, así que alejé el tema de mi mente y seguí actuando tan normal como siempre. Aunque me atormentaba un extraño sueño que había tenido de Namjoon besándome, y se había sentido tan real que podría jurar que había sucedido, pero sabía que eso no era así en lo absoluto.

Como ya era noviembre, el frío comenzó y tuvimos que empezar a llevar chaquetas y abrigos a clases para calentarnos. La verdad, no hubo nada realmente interesante durante noviembre. Fue un buen mes, ya que no hubo dramas, ni peleas fuertes, ni cualquier otra cosa que pudiera ser una anécdota que valiera la pena contar.

Nuestras vidas consistían en ir a clases, almorzar juntos en la academia, volver a clases de nuevo, volver a casa, comer juntos, pasar la tarde juntos o haciendo cualquier otra cosa que quisiéramos, tal vez cenar y entonces ir a la cama. Nada novedoso, pero sí satisfactorio, porque me sentía realmente bien estando con ellos y sabía que ellos sentían lo mismo. Por fin parecíamos una familia, lo que me hacía enormemente feliz.

Y, entonces, noviembre pasó y llegó diciembre. Y diciembre... diciembre no me gustaba. Lo que menos me gustaba era mi cumpleaños, porque siempre eran nostálgicos y tristes. Solía recordar mucho la época en que aún vivía con mis padres y todo era feliz en casa. A veces me odiaba a mí mismo por haber arruinado aquella perfecta felicidad, porque así, por lo menos no me sentiría como una basura cada vez que fueran las fiestas navideñas y fuera yo el único que se quedara en la academia. Era horrible.

De todas maneras, no era como si pudiera simplemente dejar pasar mi cumpleaños. No sabía si los chicos prepararían algo para mí, pero no tenía muy altas expectativas al respecto. No sentía merecerme demasiado algo tan increíble como eso, así que, ese 4 de diciembre por la mañana, al despertarme, no es como si estuviera del mejor humor del mundo.

Abrí los ojos, por lo que noté que aún era de madrugada, pero no tenía ni idea de la hora que era. Miré el reloj sobre la mesita de noche y vi que apenas iban a ser las 6:00 am. Todavía era temprano, pero aun así me levanté y, al voltear la vista hacia la parte de arriba de la litera, vi que Namjoon no estaba ahí. Aquel hecho me extrañó, ya que siempre era yo quien debía despertarlo a él, y seguía siendo muy temprano para que se hubiera levantado a arreglarse para la escuela.