Beyond The Scene (Jikook, Yoonseok Y Namjin)

48. Noticias devastadoras

[Yoongi]

Hoseok no me dijo de inmediato lo que se suponía que "debía saber", sino que se quedó callado, como intentando encontrar las palabras correctas. Sin embargo, fue la mujer que teníamos delante la que habló primero. Sabía que era la vecina, porque no había cambiado casi nada desde que me había ido, pero dudaba que ella me reconociera.

Ella nos invitó a tomar algo a su casa, diciendo que podíamos hablar más tranquilamente con una taza de té. Así que aceptamos y la seguimos hasta el interior de la casa, donde nos guio hasta la cocina y nos ofreció sentarnos en el comedor. Nosotros nos sentamos mientras ella calentaba el agua y sacaba tres tazas para ponerlas sobre la mesa, en silencio. Me llamaba la atención que Hoseok tuviera una expresión de preocupación en su rostro y que ni siquiera pudiera mirarme, algo que no me daba muy buena espina.

—¿Ustedes son familiares de los Min? —nos preguntó cuando nos sirvió el agua hirviente en las tazas, dándonos un poco de azúcar y unas cucharas.

—Yo soy su hijo —le dije, endulzando un poco mi bebida.

Ella frunció el ceño, como intentando reconocerme, y vi que algo se prendía en su mirada.

—¿Tú eres el pequeño Yoongi? —me preguntó, con cierto tono de emoción en su voz.

—Sí —contesté yo, sonriéndole levemente.

—Hacía años que te veía —murmuró —. No sabes lo cuanto que tus padres te estuvieron buscando, incluso pensaron que algo te había pasado, por lo que decidieron detener la búsqueda y esperaban que en algún momento volvieras —contó.

—Lo sé —dije,  avergonzándome un poco. 

—¿Por qué te fuiste, en primer lugar? No sabes lo tanto que ellos sufrieron por ti —soltó, como si lo estuviera recordando.

—Yo... —titubeé —. En realidad, yo sólo tenía doce años cuando me escapé, pero quería dedicarme a la música, cosa que ellos no aprobaron, así que me fui sin decir nada —conté, bajando la mirada —. Por eso decidí volver, para arreglar las cosas con ellos —manifesté, mirándola de nuevo.

Ante mis palabras, su expresión se descompuso un poco.

—Entonces no lo supiste —susurró.

—¿Saber qué? —inquirí, un poco confundido.

—Tus padres se mudaron hace un año —me dijo, mirándome con algo parecido a la tristeza.

—¿Cómo? Pero... no puede ser —balbuceé, soltando una pequeña risa nerviosa —. Ya que ellos no se llevaron mis cosas, ni las cosas de la habitación de mi hermano. ¿Por qué se mudarían dejando todo eso atrás? —cuestioné, casi para mí mismo, sin entender nada.

Vi que tanto Hoseok como la mujer compartían una mirada preocupada en silencio, hecho que me hizo angustiarme aún más.

—Tu hermano... Él... él falleció hace un año en un accidente de auto —me dijo ella, intentando sonar lo más suave posible para que la noticia no me cayera tan fuerte, pero lo hizo.

Al escucharlo, todo a mi alrededor desapareció y el tiempo se detuvo. Al instante, pensé que mentía, que aquello no podía ser posible, que mi hermano debía estar vivo y mis padres solamente se habían ido de vacaciones y volverían pronto. Sin embargo, nada de eso tenía sentido, y de alguna manera todo encajó en mi cabeza. Por eso no contestaban mis llamadas, por eso no los había podido localizar días antes.

Sentí que algo me dolía en mi pecho y que un nudo se formaba en mi garganta, impidiéndome hablar o emitir cualquier sonido. No quería estar ahí, no podía estar ahí, debía irme.