28. Soluciones desesperadas

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[Taehyung]

Últimamente, Jungkook se había portado de una manera extraña. Nos evitaba a todos y casi no comía nada durante el almuerzo o la hora de la comida. Tampoco había vuelto a hablarme, ni siquiera a dirigirme la mirada, lo cual me preocupaba. Esperaba que no me odiara, ya que era uno de mis mejores amigos y no podría soportar si nuestra amistad se destruyera gracias a lo que había sucedido.

Noté que tenía unas ojeras enormes debajo de sus ojos, como si no hubiera dormido en días. Apenas había pasado una semana y media desde aquel día en que Yoongi nos había descubierto haciéndolo, pero se veía realmente demacrado desde entonces.

Varias veces intenté hablar con él, pero me ignoraba o simplemente contestaba con monosílabos, reacio a compartir más de dos palabras conmigo. Me dolía su indiferencia, y sabía que también le dolía a Jimin, sobretodo porque él no sabía nada de lo que estaba pasando. Había querido decírselo todo, pero no tuve el valor. Conocía a Jimin desde que había entrado a la academia, y desde ese momento nos volvimos mejores amigos. ¿Cómo podría yo hacerle eso? Creí preferible que las cosas quedaran en secreto hasta que Jungkook fuera quien se lo dijera por fin o hasta que él descubriera la verdad por cuenta propia. Cualquiera de esas opciones estaba jodida, aunque no había mucho qué hacer al respecto.

Yoongi no había actuado de una manera deferente conmigo, sino que ignoraba mi presencia, como siempre. Sin embargo, la casa se sentía apagada. Sin el buen humor de Jungkook, los demás no parecían tener tan buena actitud durante el día, lo cual era deprimente.

Hoy, Jungkook había decidido quedarse en casa, excusándose diciendo que se sentía enfermo. Jin le creyó de inmediato por su aspecto tan deplorable. Se veía que había bajado algunos kilos y que parecía estar muriendo poco a poco.

Por eso, fue que él se quedó en casa hoy, pero no descubrí que la excusa era una mentira hasta que llegué a mi segunda clase, que era la clase de literatura. Ninguno de los chicos compartía esta clase conmigo, así que estaba solo y me aburría un poco.

El profesor nos había dicho que sacáramos el libro que estábamos estudiando, y cuando abrí la mochila para hacerlo, vi un sobre que me llamó la atención. Normalmente, yo no guardaba ninguna de esas cosas dentro de mi mochila, y tampoco recordaba haber puesto un sobre ahí, así que lo tomé con curiosidad antes de sacar el libro.

No tenía remitente, pero estaba sellado. Volteé a todos lados para verificar si alguien la había dejado ahí, pero no veía a nadie sospechoso. Con el ceño fruncido, entonces, rompí el sobre y saqué la hoja de papel que estaba dentro. Estaba doblada en cuatro partes, pero aun, ni en lo peor de mi imaginación, habría creído aquello que estaba escrito.

Era una carta de Jungkook. Él se estaba disculpando conmigo por todos los problemas que, según él, me había causado. También me daba las gracias por haberlo ayudado, y decía algo acerca de unas cortadas.

Ahí fue cuando lo comprendí todo. Las vendas alrededor de sus brazos, estaban cubriendo sus cortadas, y parecía que aquello no era nada nuevo. Con razón siempre utilizaba camisas de manga larga y evitaba el tema si alguien le preguntaba algo al respecto. Sin embargo, aunque la carta estuviera tan llena de arrepentimiento y buenos deseos, estaba claro que algo malo le estaba sucediendo.

Ignoré el último comentario que había hecho en la carta y me levanté de mi asiento, comenzando a entrar en pánico. Ni siquiera le dije al profesor que saldría, no tenía tiempo ni siquiera para eso. En realidad, no sabía qué hacer, porque, si en todo caso, yo hubiera sido el único en recibir una carta, la vida de Jungkook estaría en mis manos; pero si no era así, entonces todos tendríamos parte de la culpa por no haber reaccionado a tiempo.

Beyond The Scene (Jikook, Yoonseok Y Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora