Beyond The Scene (Jikook, Yoonseok Y Namjin)

99. ¿Final feliz?

[Jimin]

Yo en verdad me sentía complacido por la presentación. Sabía que nos había salido perfecta, y los aplausos de la gente nos lo señalaron cuando terminó nuestra actuación. Además, cuando el evento terminó la escuela anunció que habría buffet en el salón enorme donde antes se había llevado a cabo el festival de San Valentín, la gente no se fue de inmediato, sino que muchos se quedaron en el teatro felicitando a los participantes, así como muchas de las familias de nosotros.

Yo había visto que mi familia estaba en los asientos cerca de la entrada al teatro, y les dije a los chicos que iría con ellos y después volvería, donde ellos se quedaron hablando con el director y Sejin. Jungkook me sonrió y dijo que me alcanzaría después, a lo que yo le contesté con un asentimiento y le devolví la sonrisa.

Iba caminando hacia donde se encontraban mis padres y mi hermano, cuando accidentalmente choqué contra una mujer e hice que el itinerario del evento que ella traía en sus manos se cayera al suelo.

-Oh, perdone, perdone -me disculpé rápidamente, para después inclinarme y juntar el itinerario y dárselo.

-Fue mi culpa -dijo ella, sonriéndome amablemente.

Por alguna razón, aquella sonrisa se me hizo conocida, pero no supe de inmediato dónde la había visto antes. La observé más atentamente y noté que parecía de una familia muy adinerada, además de que ella era realmente guapa, a pesar de la edad que tuviera, aunque se veía joven.

-Tú eres uno de los chicos que pertenece a BTS, ¿cierto? -me preguntó entonces, sacándome de mis pensamientos.

-Ah, sí -le contesté, un poco nervioso -. ¿Qué tal estuvo la presentación? -le pregunté.

-Fue perfecta -contestó, sin deshacer su sonrisa.

-Muchas gracias -le dije, sintiendo que mis mejillas ardían un poco.

-¿Tú eres amigo de Jungkook? -cuestionó de repente, extrañándome un poco.

-¿Jeon Jungkook? -pregunté, a lo que ella asintió -. Sí, él y yo somos buenos amigos -le dije, sonriendo, absteniéndome de decir que en realidad éramos novios.

-¿Puedo pedirte un favor? -indagó entonces, poniendo una de sus manos sobre mi hombro con suavidad, y poniéndose un poco seria.

Yo ni siquiera pude contestarle, ya que su tacto me había sorprendido por completo; sin embargo, logré asentirle.

-Cuida de él, ¿de acuerdo? -pidió -. Él es un buen chico, a pesar de que a veces pueda ser molesto. Es muy talentoso y sé que tiene un futuro por delante, pero necesito que alguien cuide de él. ¿Puedes hacer eso por mí? -me preguntó, utilizando un tono de voz de súplica, como si en verdad lo deseara.

Yo no supe quién era ella al principio, pero con aquellas palabras pude imaginármelo; no obstante, no se lo pregunté, sino que asentí de nuevo, ya que de todas formas me había prometido cuidar de él todo lo posible, así que no era nada del otro mundo lo que ella pedía.

-Él creció mucho estos últimos años -murmuró la mujer, alejando su mano de mí, y fue entonces que vi que sobre sus ojos había lágrimas -. Realmente estuvo increíble en su presentación. Me siento tan orgullosa de él -dijo, y dejó que algunas lágrimas se escaparan de sus ojos y se deslizaran por sus mejillas.

-Señora, yo...

-No le digas que vine a verlo, por favor -me interrumpió -, él no quiere verme, y tiene razón en no querer hacerlo. Soy una mala madre -dijo, sin dejar de secar con cuidado las lágrimas que se deslizaban sobre su rostro.