40. Primer contacto

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[Namjoon]

Tomé un par de cervezas en compañía de Jungkook y Jimin. Nunca había convivido con ellos de esa manera si no estaba Jin presente, pero ahora me daba cuenta de que realmente no eran tan infantiles como creía. Jungkook era agradable cuando quería serlo (o cuando Yoongi no estaba presente), y Jimin, aunque fuera un poco callado, también podía llegar a ser una buena compañía. Aunque fueran novios, no se mostraron melosos frente a mí de ninguna manera, lo cual agradecí; así que, en resumen, no había sido una noche tan mala, o por lo menos para mí.

Ellos se fueron a su habitación después de un rato cuando a Jimin comenzó a darle sueño, así que me dejaron solo en la sala de estar, pero yo no pensaba dormir todavía. Debía esperar a Jin, ya que sabía que querría hablar con alguien al llegar para intentar encontrarle una solución al problemón que Tae había creado. Desde que nos habíamos mudado a la casa, siempre recurría a mí y, aunque yo no fuera muy bueno dando soluciones, parecía que agradecía demasiado que, por lo menos, lo escuchara e intentara animarlo cuando fuera necesario.

Últimamente nos habíamos hecho muy cercanos, por lo que nos contábamos casi cualquier cosa antes de ir a dormir, o cuando estábamos haciendo juntos el almuerzo (más bien, cuando él lo hacía, porque casi nunca dejaba que lo ayudara, alegando que no debía preocuparme por eso y que eso de la comida se lo dejara a él. Comenzaba a creer que en realidad creía que era un pésimo cocinero; pero de todas maneras lo acompañaba). Muchas veces me contaba acerca de cómo había sido su día o relataba algo que lo había molestado. Habíamos dejado de hablar un poco por las noches, ya que él dormía en la parte de debajo de la litera y yo arriba, entonces se nos dificultaba un poco, pero no lo habíamos dejado de hacer por completo.

Estos días me había dado cuenta de lo cercanos que éramos y la gran confianza que nos teníamos, cosa que me parecía increíblemente agradable porque no recordaba haber tenido ese tipo de acercamiento con nadie más antes. Era simplemente genial estar con Jin, a pesar de los chistes malos que contaba casi todo el tiempo.

Pasaron los minutos y los demás no volvían. No sabía a dónde se habían ido Yoongi y Hoseok, y se suponía que Jin solamente iba a ir a acompañar a la chica a los dormitorios. ¿Por qué tardaba tanto?

Me recosté sobre el sofá, esperando mientras miraba cada rincón de aquella casa. A pesar de que al principio habíamos pensado que sería horrible vivir aquí, ahora parecía que no queríamos dejarla. El director nos había dicho que podíamos volver a los dormitorios cuando quisiéramos, pero ninguno accedió a eso, ni siquiera yo, que había pensado que vivir y dormir cerca de Jin iba a ser una pesadilla. Estaba muy equivocado, ya que la sola presencia de Jin ya era algo bueno; ahora, si le sumábamos que él era quien hacía la comida (muy deliciosa, por cierto), quien nos asignaba las tareas a cada uno, quien se preocupaba de que nos alimentáramos bien y llegáramos temprano a nuestras clases, quien siempre se aseguraba de que estuviéramos bien, preguntándonos cómo nos sentíamos o si nos encontrábamos bien. Él era una persona realmente admirable.

Pensé en que si Jin se fuera de la casa, todos estaríamos perdidos. La magia que embargaba la casa se iría de alguna manera, junto con él, y nada sería igual. Por eso, me sentía con la obligación de esperarlo y asegurarme de que durmiera tranquilo después de escuchar las angustias que sentía.

Escuché que abrían la puerta, así que me senté en el sofá, para ver quién era. Eran Yoongi y Hoseok. Yoongi entró primero, tomando de la mano a Hoseok, quien miraba hacia el suelo. El mayor volteó a verme e intentó sonreírme, aunque no parecía tener las fuerzas suficientes para levantar las comisuras de sus labios. Yo simplemente puse una cara de preocupación mientras los veía dirigirse hacia su cuarto en silencio.

Suspiré y me volví a recostar sobre el sofá, mirando hacia el techo. Ahora sólo quedaba esperar a que Jin llegara, y no estaba muy seguro de si le faltaba poco. Sabía que los dormitorios de las chicas estaban al otro lado de la academia; si nos tomaba por lo menos quince minutos de caminata hacia los edificios de las aulas de los chicos, entonces suponía que llegaría en veinticinco minutos, lo que serían cincuenta minutos de ida y vuelta, y estaba seguro de que ya habían pasado más de una hora y media desde que se había ido.

Beyond The Scene (Jikook, Yoonseok Y Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora