Beyond The Scene (Jikook, Yoonseok Y Namjin)

41. Amor recíproco

[Yoongi]

Cuando estaba saliendo de la clase de música, sentí que mi móvil vibraba en mi pantalón, así que me detuve y lo saqué para ver qué era. Se trataba de unos mensajes de Jiwoo, pidiéndome que la encontrara en la biblioteca que pertenecía a los chicos y, además, que fuera solo. Sospechaba un poco la razón por la que quería verme, pero no sabía qué hacer.

Pensé un momento en si debería ir, aunque ella nunca me llamaba para nada, a menos de que fuera algo verdaderamente importante. Nuestra relación nunca fue lo suficientemente cercana como para que la considerara como una hermana, pero sí nos teníamos confianza. Recuerdo que ella solía cuidarnos a Hoseok y a mí antes de ser admitida en la academia y que nos trataba a los dos con cariño. Sin embargo, eso sólo fue por unos años, ya que después fue admitida en la academia y sólo nos visitaba en invierno y verano, así que yo había tenido que cuidar de Hoseok hasta que también entramos a BigHit.

De todas maneras, me intrigaba un poco la razón por la que prefería hablar antes conmigo que con Hoseok. El chico ni siquiera había mencionado nada al respecto, lo cual significaba que había quedado en el pasado, pero aun así no había ido a hablar con ella. Apenas habían pasado dos días desde eso, y se me hacía un poco extraño que él no hubiera querido ir a hablar con su hermana antes. Quizás no estaba listo para dejarlo pasar por completo.

Le dije a Jin que fueran a comer sin mí, sin siquiera darle una excusa. Sabía que a Hoseok se le haría extraño, pero podría explicárselo después. Así que me dirigí hacia la biblioteca con andar tranquilo, pensando en las diferentes maneras en que podría regañarla por haber tenido sexo con un estúpido como Tae. De verdad, ¿cómo se le ocurría?

Cuando llegué, la encontré rápidamente en una de las mesas, leyendo un libro, o fingiendo que lo leía. Me senté a su lado, extendiendo mis piernas por debajo de la mesa, totalmente relajado.

-No creí que vendrías -me dijo sonriéndome levemente.

-¿Por qué no lo haría? -pregunté, frunciendo el ceño.

-No lo sé -murmuró, bajando la mirada, decaída.

Yo me quedé observándola un momento en silencio, mientras ella simplemente miraba hacia sus manos y se mordía ligeramente el labio inferior, pensativa.

-¿Cómo está Seoki? -me preguntó, volviendo a mirarme.

-No ha querido mencionarlo -le contesté, sabiendo a qué se refería exactamente con aquella pregunta.

-¿Le hizo algo a Tae? -cuestionó, aunque no parecía interesada en el chico.

-No me dejó golpearlo -dije simplemente.

Ella soltó un pequeño suspiro de alivio.

-Él es tan... pasivo -solté yo, rompiendo el pequeño silencio.

Vi que Jiwoo sonreía por mis palabras.

-Sabes que nunca le ha gustado pelear -me dijo.

-Aunque se puso algo agresivo en ese momento.

-Pero no sería capaz de golpear a Tae. Sí, iría hacia donde él estuviera, ¿y luego qué? -inquirió, sin dejar de sonreír.

-No lo sé -dije -. Es inimaginable verlo hacer algo como eso. Es la persona más tranquila que he conocido, nada comparado a mí -murmuré, desviando mi mirada -. De todas maneras, ¿en qué pensabas? -la reprendí, mirándola de nuevo.

-No lo sé -contestó, apartando su mirada de la mía, avergonzada -. Todo pasó demasiado rápido...

-¿Por qué tenía que ser Tae? -la interrumpí, frunciendo el ceño -. Jiwoo, Tae es la persona más infantil y estúpida que he conocido -le dije.