Filosofía de Amar, Heo Young Saeng

Capítulo 7

Cerré la puerta en medio de un suspiro. Los pasillos aún se encontraban despejados, pero podía sentir el leve temblor que producía la gente subiendo por las escaleras. Antes de que Saeng saliera o alguien me notara, me escabullí hasta el final del pasillo y dobla a la mano derecha, en donde se hallaba un pequeño hueco entre una pared y otra, y me mantuve ahí hasta saber que nadie sospecharía. Incliné levemente la cabeza hacia delante y volví a mi posición original con susto al ver a Young Saeng saliendo del salón, arreglando su despeinado cabello con sus grandes manos. Podía sentir aún la respiración agitada por lo que había pasado minutos atrás. Mis dientes aprisionaron mi labio inferior al recordar la corta distancia que había mantenido con Saeng, y un intenso cosquilleo recorrió cada centímetro de mi estómago al visualizar en mi cabeza cada toque de sus labios sobre mi piel. Los murmullos de los chicos que se adentraban a cada salón o seguían su recorrido escaleros arriba, me sacó de mis pensamientos y por ende, del hueco del muro. Pasé mis dedos por las puntas de mi cabello, desenredándolo con el tacto, y caminpe apresurada a la escalera que me llevaba al tercer piso.

-¡_____!-escuché una grave voz a mis espaldas, demasiado reconocible.

Volteé algo agitada y vi su cuerpo unos escalones más abajo del mío. Suspiré a ojos cerrados y le regalé una sonrisa algo forzada.

-Hyun Joong-murmuré.

-¿Dónde estuviste en el descanso? ¡Me abandonaste!-alzó los brazos, fingiendo indignación.

Ignoré por completo sus palabras y proseguí mi camino escaleras arriba, hasta llegar a mi destino. No tuve el valor de voltear, aún cuando mi nombre salía de sus labios. No era buena para mentir y Hyun Joong conocía cada uno de mis gestos, por lo que tampoco era buena idea hacerlo. Pero, y si no, ¿Qué le diría? ''Oh, estaba tirándome al profe Heo...''. Eso era poco ético. Giré el pomo de la puerta del salón de música y me adentré a este rápidamente.

-¿No me respondrás?-la voz de Hyun Joong resonó en toda la sala, acaparando la atención de la mitad de los alumnos, incluído Kyu Jong.

Justo después de apartar la mirada nerviosa de las decenas de ojos, ésta asesinó a Hyun Joong y caminpe con cautela hacia él. Me puse de puntillas y acerqué mis labios a su oído.

-No me creerías-susurré-. Jamás.

Le miré comprensiva y, al sentir un desganado suspiro salir de sus labios, la presión que él ponía sobre mí bajó consideradamente. Le sonreí apenas y, sin siquiera prestarle atención al profesor, giré mis pasos hasta Kyu Jong y me senté en el suelo del gran salón, justo a su lado. Hyunnie me siguió por detrás y se sentó al otro lado del rubio. La clase estaba en completo silencio, todos sentados alrededor del profesor, en posición india, en el suelo. Sus clases solían ser siempre de diferente manera, lo que lograba hacerlas más entretenidas y didácticas. Cada clase quedaba para el recuerdo y traía consigo un nuevo aprendizaje, quizá el único día.

-¿Dónde estabas?-Kyu Jong se inclinó a susurrarme.

-En la biblioteca-mentí sin mirarlo-. Estudiaba un poco.

-No te creo-se carcajeó considerablemente fuerte.

-¡Horan y _____!-la extranjera voz del profesor nos llamó la atención.

Alcé mi vista hacia él, quien puso uno de sus índices delante de sus labios y nos pidió silencio. Asentí incómoda, gracias a las miradas de todos puestas en nosotros, y me dediqué a escuchar las indicaciones que el profesor se encargaba de darnos. Formar grupos, elegir un grupo musical y blá, blá, blá... Antes de darme cuenta, todos se estaban poniendo de pie, así que los imité aún perdida. Todos se fueron a distintos rincones del salón y comenzaron a planificar sus trabajos. Yo sólo caminpe los pocos metros de distancia que me separaban de Hyun Joong y me quedé inmóvil a su lado. Sentí su mirada clavarse en mí, así que me di el valor de alzar mi vista.

-¿Por qué?- musitó con el ceño fruncido.

-¿Por qué, qué?-pregunté confusa, sin quitar el tono de diversión a mi voz, intentando calmar mis obvios nervios.

-¿Por qué no te creería?

-Ah, pues... -aclaré mi garganta-. Estaba en la biblioteca, sí.

-¿En la biblioteca?-abrió los ojos exageradamente, como si lo que le haya dicho fuera algo peor que lo que ne verdad había pasado-. ¿En serio?

-S-sí-asenti, intentando convencerme a mí misma de mi mentira para hacerla más creíble-. Pregúntale a Kyu Jong...

-¿Kyu Jong lo sabe?

En el segundo en que mis labios se iban a abrir. Kyu Jong apareció en medio de nosotros y pasó sus brazos por nuestros hombros.

-¿Qué cosa sé?-exclamó con curiosidad.

-¿_____fue a la biblioteca?

-Al parecer, sí.se encogió de hombros.

Solo atiné a asentir, confirmando su ingenua respuesta y rehuí sus miradas. El sólo pensar que ellos sabían cada cosa que pensaba con simplemente mirarme, me hacpia querer escapar de ahí, esperando a que jamás supieran nada de lo que pasó con Saeng. Por equivocación o no, ya había pasado, y no creo que sea apropiado decirle a ellos... no por ahora.