Capítulo 16

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Maratón 1/3

Narra __________.

Corrí con todos los nervios hacia el primer piso. La campana aún no sonaba, sin embargo lo haría en cualquier momento. No podía dejar de pensar en esa mirada scura que sólo Saeng me ofrecía. Quería saber qué era lo que sus ojos me decían y a qué se debía esas pequeñas sonrisas que a veces me dirigía. Sonreí al recordar sus labios dejando huella sobre mis pechos, y a la vez sentí el calor apoderarse de mis mejillas.

La campana sonó. Las puertas se abrieron casi a la misma vez como por arte de magia. Para mi suerte, mi estatura no era la más adecuada para mi edad, por lo que logré escabullirme entra la gente hasta llegar al centro del pasillo. Sentí una caliente mano apoderarse de mi antebrazo y pegué un salto a la misma vez que me giraba hacia el sujeto que se dignaba a asustarme. Vi su sonrisa y sus llamativos ojos cafés.

-¡Kyu Jong!-exclamé aún medio asustada.

-¡_________!-gritó él en tono divertido-. ¿Dónde has estado metida?

-Ugh, pues... De aquí para allá... Ugh, ya sabes, en todos lados-mi tono no podía sonar menos convincente.

-Como digas-rió Kyu frunciendo el ceño.

Entre Kyu Jong y y solía haber mucha conversación cuando estábamos solos, pero esta vez era raro. Yo me sentía rara. No podía dejar de pensar en Saeng. Era sólo él quien ocupaba cada diminuta neurona de mi cabeza tonta. Y era una sóla pregunta la que rodeaba mi mente: ''¿Podría comenzar a enamorarme de él?''.

-¿Quieres?-la voz de Kyu me sacó de mis pensamientos, y para cuando me di cuenta, ya estpabamos en el patio de la escuela y su mano sostenía un paquete de papitas fritas.

-No, gracias-sonreí como pude.

-De todos modos no te iba a dar-se encogió de hombros y echó a su boca tres papitas.

Reí ante su comentario. Sabía que estaba bromeando, así que no le tomé mucha importancia. La verdad, no le estaba tomando importancia a nada de lo que Kyu Jong decía. Estaba consciente de que estaba hablando, pero yo no era capaz de escucharle pronunciar una palabra. Salí de mi trance al ver su pálida mano pasar por delante de mis ojos.

-¡_______! ¿Estás bien? Te noto rara... distante.

-Oh, no, no, no es nada-me encogí de hombros-. Es sólo el dolor de cabeza.

-¿Dolor de cabeza? ¿Qué pasó ayer? Hyun Joong está igual.

Tenía muy claro lo que Kyu Jong estaba insinuando con ese levantamiento de cejas, así que sonreí muy desganada. Suspiré a ojos cerrados antes de volver a mirarle.

-No pasó nada. Sólo tomamos un par de vasos de vodka.

-¿Unos vasos?-rió irónico-. Yo diría que unas botellas.

-Sí, tienes razón.

-Debieron haberme invitado-dijo metiendo otras tres papitas a su boca.

Yo volví a reír. No tenía ánimos de nada. Quería retroceder en el tiempo y volver a esa escena en el piso de la sala audiovisual. Volver a tener a Saeng a tan inexistente distancia. Saborear sus preciosos labios y su exquisita lengua. Quería tenerlo encima mío y no sentir ese horrible sentimiento de necesitarlo cada vez más.

Filosofía de Amar, Heo Young SaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora