-Quiero hacerte una serie de entrevistas sobre las relaciones entre hombre y mujer, y cómo imperan en nuestra sociedad, servicios y paginas web como Matchmakers Inc. No había pensado preguntarte nada personal, Ruggero.
-¿No me habrías preguntado si he recurrido alguna vez a esos servicios?
-Bueno, admito que seguramente te habría hecho alguna pregunta personal. Soy una buena periodista.
Se moría por saber si la familia secreta de su padre era la razón por la que el continuaba soltero, y sabia que, si conseguía sonsacarle la respuesta, podría ponerle el precio que quisiera a la entrevista y venderla al mejor postor. Pero el precio a pagar era elevado. ¿Podria mirarse al espejo a la mañana siguiente si accedía a semejante acuerdo?
Los periódicos compraban toda clase de entrevista de continuo, pero pagar con su cuerpo...en fin, que no le parecía bien. ¿Sabria cómo engatusarlo y hacerle creer que se acostaría con el, y alimentar mientras su lujuria con besos para conseguir lo que quería de el?
Ruggero le estaba pidiendo algo que no le había entregado antes a ningún otro hombre: control sobre su cuerpo. Pero le estaba ofreciendo a cambio algo que nunca le daría a otra mujer: acceso a su vida privada.
-Ya me lo imaginaba. Entonces, ¿que decides karol? ¿Quieres venirte conmigo y ser mi amante, o le pido a alguien de seguridad que te acompañe a la puerta?
Ladeó la cabeza mientras sopesaba el asunto. Debería decir que no, eso estaba claro. El buen juicio era lo que pedía. Pero ser razonable no era su prioridad en aquel momento.
Sentía mucha curiosidad y se dio la vuelta para que la acompañase a sentarse en un banco rodead de setos,ndonde pudieran tener un poco de intimidad.
Seguía teniendo las manos sobre sus hombros, el calor que desprendía su cuerpo la quemaba, y el perfume de su loción era de lo mas tentador. Un beso era lo mínimo que podía desear.
-No puedo decidir hasta que nos hayamos besado -le dijo.
-¿Porque?
-Porque necesito saber exactamente donde me estoy metiendo. La química sexual no es exacta como las matemáticas.
Deslizó una mano por su brazo y llego a su cintura, y la acerco hacia el, mientras con la otra buscaba su nuca. Estaba ligeramente desequilibrada y tuvo que sujetarse en el antes de mirarle a los ojos, tan mieles.
El bajo la cabeza muy despacio, sin dejar de mirarla un instante, y ella se humedeció los labios, que se le habían quedados secos. Pero Ruggero no se apresuró. Tenias unas gruesas pestañas negras, y le parecieron preciosas, aunque, a decir verdad, todo en el le gustaba.
Sintió su aliento en la boca poco antes de que la rozara con aquellos labios húmedos, duros y perfectos. La caricia de sus bocas fue liviana, y dejo sus labios temblando. Ladeó la cabeza y ella sintió la punta de su lengua colarse entre ellos.
Frotó su lengua con la de ella y karol se olvido de respirar mientras el temblor que se le había iniciado en los labios le bajaba por el cuello y llegaba al pecho. Donde quiera que la tocara se generaba un fuego, una sensación intensa, y se apoyo más aun en el para saborear el interior de su boca.
Ruggero se separo pero no la soltó. Sabia que lo razonable era alejarse de el, pero su cuerpo le pedía lo contrario, sentía los senos llenos y anhelaba poder frotarlos contra su pecho. El la miraba fijamente y percibió un brillo de indecisión en sus ojos.
Con eso basto para confirmarle que el estaba tan desorientado por aquella súbita acometida de deseo por ella. Le beso una vez mas antes de separarse.
-Bueno. Ha llegado el momento de la pregunta ¿no?
-Si. Y eso ya cuenta como pregunta.
Demonios...debería haberse imaginado que jugar con el no era fácil y que ganarle no iba a ser tan sencillo.
-Hablemos. No pensé que fueras a ser tan tramposo.
-En esta noche, no. Tengo que volver a la fiesta.
De ningún modo iba a permitir que se marchara, y menos así, de modo que puso la mano en su brazo cuando ya se daba la vuelta para marcharse y, sosteniendo su cara entre sus brazos, lo beso con todo su ardor.
El la sujeto por la cintura y se fundieron en un beso descarado y apasionado, terrenal y sensual.
-¿Eso es un «SI» a ser mi amante? -Pregunto con arrogancia.
-No tan deprisa. Tengo una pregunta que hacerte y no me vas a engañar como antes.
-¿Porque quieres hacerme otra pregunta?
-Porque necesitó estar segura de que la información que vas a darme vale el precio que estoy pagando.
-Muy bien, pregunta
-¿Porque sigues soltero siendo el propietario de un servicio de búsqueda de pareja que funciona a las mil maravillas?
-Porque lo prefiero.
-Eso es trampa.
-¿Trampa? ¿Porque?
-Porque eso no es contestar.
-Es que es la única respuesta que tengo. Bueno, ¿sigues interesada o no?
-Quizás. Pero tus respuestas tienen que ser mejores.
-Soy yo quien tiene todas las cartas.
-¿Seguro? -le pregunto, porque sabia que la deseaba. Se acerco de nuevo a el, pero no lo beso, sino que se aproximo cuanto pudo a su cuerpo, hasta tocarlo. Sus pechos se rosaban con el cuando se acerco a decirle al oído: "Creo que tengo algo que tu quieres."
Ruggero la agarro por la cintura para tirar de sus caderas y que sintiera su erección. Karol se estremeció.-Trataremos los detalles mañana por la mañana -dijo- En mi oficina, a las ocho.
Ella asintió, pero el ya se alejaba, y lo único que pudo hacer fue ver como se iba. No obstante, había conseguido una victoria, mas o menos.
Ya no tenia objeto permanecer allí, de modo que echo a andar hacia su coche. Sabia que estaba corriendo un serio riesgo, pero decidió aceptar; conseguiría la historia y al hombre.
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INDISCRECIONES AMOROSAS
FanfictionRuggero Pasquarelli, millonario y soltero, estaba dispuesto a cerrar un trato con la entrometida periodista Karol Sevilla. Karol quería que el contara su historia, algo que Ruggero estaba dispuesto a hacer...cuando ella accediera a compartir su cama...